[ROLEO/OBTENCIÓN] Anexo con la fuerza [REVISADO]

«Freedon Nadd fue un antiguo Jedi prodigio que alcanzó el rango de Padawan en la Orden Jedi del Antaño. Quizás un Padawan Jedi con habilidades extraordinarias como para ser un simple aprendiz, pues posteriormente había caído al lado oscuro de la fuerza bajo las enseñanzas del brujo aprendiz de Simus, Naga Sadow, el hechicero le enseñó desde supersticiones hasta las doctrinas del lado oscuro de la fuerza y tras aprender de él, fue asesinado por su propio pupilo, amigo y devoto» Nadd resalta como uno de los Sith más poderosos de su especie y uno de los tantos Jedis caídos al lado oscuro de la fuerza, adiestrados por señores de la oscuridad. En su honor se creó una organización cultista durante los tiempos del dominio mandaloriano que se denominaban «Naddistas» a si mismos por su fuerte devoción y voluntad ante el mismo pues su tumba abandonada en la luna de Onderon llamada Dxun, un espeso planeta rodeado de bosques y un ambiente fluvial bastante frío pero con grandes amenazas naturales y distintas guerras en él que no serían justificadas hasta el día de hoy. «Vulpes» un sensible a la fuerza de estabilidad ideológica y en la fuerza, buscaba algo más que su propia tumba llevándole a una expedición en Dxun en busca de un objeto que le podría servir en su investigación para encontrar algo más que la vida eterna pues a eso venía la dedicación de «Vulpes». Llegó a Dxun sin embargo no había llegado la investigación cuando decidió esconderse entre uno de los árboles al encontrar una amenaza que descubriría su procedencia tras escuchar la conversación de los desconocidos que se veían muy violentos y hostiles. Podía luchar contra ellos, su maestría en la fuerza le daba la suficiente auto-confianza que cualquier combatiente necesitaría pero su misión de exploración y de búsqueda requería una travesía sigilosa y hacer ruido hasta el momento no era lo que se buscaba.

Llegó hasta lo que parecía ser el extremo de un estrecho río de profundidad bastante amplia sin embargo cuando ya había acontecido su llegada un gran estruendo de una fuerza inmensa sacudía el suelo como si de un terremoto o un fenómeno se tratase pues el ruido había aturdido los oídos de «Vulpes». Tras esto, deslizó su sable láser y acudió a encenderlo nuevamente, pues activó la visión mediante la fuerza, cerrando los ojos y allí visualizó a las lejanías una criatura de tamaño inmenso, un poderoso y respetable «Zakkeg» con una altura de fantasía y una fuerza indomable. Yacía sobre el lago, pues cada vez se acercaba más y más. Esto lo alarmó a él, se mantuvo el momento indicado ahí para esperar a la criatura. Los pasos de la criatura sobre el río lanzaban agua de este sobre todo el lugar hasta que llegó al perímetro donde yacía «Vulpes» la ira de la criatura era dura, no se podía detener y era un ser que no conservaba o tenía inteligencia, era un depredador y su misión era alimentarse, el último en la cadena alimenticia parece que era «Vulpes». No tenía ningún miedo sobre la criatura ni estaba abrumado por completo, esta vez le tocaba luchar de verdad y se sometería a un gran esfuerzo y la gran resistencia que iba a dar la criatura. La bestia aumentó su velocidad dando un gran salto sobre el río y desplegando una ola de agua natural sobre el lugar bañando los árboles, la fauna y todo lo que allí estuviera. «Vulpes» saltó hacia la criatura manteniéndose sobre la unión entre su nuca y su espalda para luego atacarlo con su sable láser y asesinarlo de una vez por todas, pero no si la criatura lo evita. No había nada más grande que un «Zakkeg» salvaje ni nada más violento que uno de estos animales con frenesí de sangre, hambre y muy enojados. La angustia asumía la mente de la criatura y la sangre era su cometido hasta el momento, la bestia se movía a los lados para quitárselo de encima pero sus intentos eran nulos y «Vulpes» se quedaba ahí colgado.

La Tumba de Freedon Nadd estaba obviamente llena de sus seguidores y devotos lo que simbolizaba y significaba que era una amenaza muy grande para «Vulpes» además de su gran cansancio, las acciones que hizo eran de un inmortal o de alguna resurrección de «Shar Dakhan» pues faltaba poco para llegar a las catacumbas donde yacía la tumba de «Freedon Nadd». «Vulpes» se movilizaba velozmente por los accesos, esquivando los ataques de varios «Naddistas» mientras clavaba su sable a estos, corriendo con la fuerza, se desplazaba cada vez más rápido. El ambiente también cambiaba según al lugar que iba y esto significaba que la niebla no cesaba y se volvía mucho más espesa que de costumbre. La soledad también llegaba al lugar lo que acontecía que estaba cada vez más cerca del calvario de «Freedon Nadd». Los daños de «Vulpes» eran inmensos sobre el lugar lo que seguramente disgustaría a «Freedon Nadd» aunque todo dependerá de lo que pase después, este estaba muy enfocado en obtener el objeto que buscaba durante años y hoy es la oportunidad y yace prácticamente en su paradero. Llegó hasta una habitación, una especie de sala de torturas, donde veía el sadismo y la brutalidad de los «Naddistas» lo que parecía muy asqueroso para «Vulpes» y bastante in-galáctico o in-humano.

Vulpes entró a la cofradía de los malditos, la tumba de Freedon Nadd y la nación del oro. En Dxun, esta zona era respetada por los Naddistas ninguno de estos se dirigía a la Tumba de Freedon Nadd pero siempre yacían saqueadores en Dxun, por esto, los sectarios de Nadd o Naddistas lo defendían constantemente aveces sacrificando sus vidas por este mismo y haciendo sacrificios en nombre de Freedon Nadd, buscaban materializar a Nadd y meterlo en un recipiente humano para así volver a dominar la galaxia una vez más. Vulpes tuvo un encuentro bastante fabuloso con un espíritu, aún desconocía quién sería, pero el creía que este podría ser el espíritu de Freedon Nadd lo que suponía que ya estaba en el lugar que estaba buscando desde hace tiempo y la misión que le había encomendado un personaje de la fuerza poco conocido, pero muy respetado, se descubriría luego el que le encomendó esta misión, aún yace el misterio en la galaxia. ¿Cree alguno que el objetivo de esta secta de la fuerza de conseguir revivir a Freedon Nadd es un plan retorcido? Al parecer, sí, pero para los Ejércitos de Nadd es un cometido que doblegará a la galaxia y completará la venganza de Nadd de una vez por todas, lo que no pudo hacer su aprendiz Exar Kun.

¡La furia de Freedon Nadd había sido desatada! ¡No hay salvatoria ni solución! Posiblemente el apocalipsis se haya desplegado en Dxun. El ambiente había cambiado, la situación climática y varios fenómenos naturales y metafísicos acudieron a la superficie de Dxun, el templo empezaba a desplomarse lentamente y las estructuras caían como si nada, nuevamente, la infraestructura se había dañado por completo pero Vulpes había escapado de la misma, desplazándose de acceso en acceso, hasta llegar al vestíbulo, de donde luego saldría a la superficie donde yacían las murallas de la resistencia Naddista y de los mandalorianos, ahí se llevaba a cabo una guerra de trincheras donde no había ningún ganador y a saber que influencia tenía la República Galáctica por el cadáver que encontró Vulpes en las salas de tortura, temblores y gritos había por toda la sala, la destrucción y el terror abrumaban el planeta y también la cabeza de Vulpes, pero logró lo que quería y tenía que salir como fuera.

Finalmente, llegó al riachuelo que empezaría a cruzar lentamente pero con destreza. La agilidad de Vulpes era notable pero había superado cada obstáculo de Dxun, ya veía su nave entre la neblina que estaba al otro lado del río y de una vez por todas, superó lo que establecía el reto de la misión. Era un honor para él, se sentía tan feliz y al mismo tiempo tan poderoso, lograría su cometido. Cruzó el río, salió del agua con algunas hojas y algas sobre su cuerpo, se retiró su máscara lentamente y se puso al frente de su nave, pero la sorpresa fue grande, estaba la persona que le había exigido esa misión, un ser desconocido, pero que tras identificarlo se daría cuenta que era la Sombra Jedi, Aequans Klarhet. Un descendiente celestial, legado de los arquitectos de la galaxia y de la vieja religión, era un poderoso guerrero y un ferviente pero sabio miembro de la República Galáctica, el encomendó la misión a Vulpes Inculta, el solitario. Se puso al frente del celestial y lo vio sorprendido pero con algo de miedo, no sabía que sucedería en ese preciso momento.