[Roleo de Dromund] Liberación.

Una voz sonaba en mi cabeza como un eco, un miedo rodeaba mi cuerpo , me abrazaba, un miedo que carcome el alma y la mente lentamente. Entonces me desperté con un impulso, un estallido que hizo caer algunos pergaminos y utensilios de mis aposentos. Sudaba, un sudor frío recorría mi espalda y me levanté. “Nada sucede por casualidad, creerlo sería encerrarme en la ignorancia..” - Me decía a mi mismo.



Día tras día, ejercitándome, buscando un perdón que nunca llega. Una liberación, una redención que romperá mis cadenas y me hará absorber el poder más intenso que haya podido conocer... Midwan, sígueme. - Apareció la voz de Lord Zekk a mis espaldas. Sin respuesta, obedecí. Llegamos a la espesura de Dromund Kaas , fuera de la academia. Mi Lord, hacia dónde nos dirigimos?- Le pregunté neguitoso. Mmm... Este es un buen lugar.- Se pausó- Yo no ire a ninguna parte Midwan, tu tendrás un éxodo , un viaje dentro de ti, dónde verás lo más cálido, lo más frio, lo más oscuro de tu alma y de tu ser, tu miedo para poder encontrarte a ti mismo. - Entonces el Lord me miró y musitó unas palabras que no entendí... Todo era negro, solo veía una figura borrosa , que se aclaraba a medida que pasaban los segundos. “Un miedo para poder encontrarme a mi mismo.”




Tras unos segundos, podía distinguir mi cara, mirándome . Un frío gélido me congleaba. “Te libero” - A su vez desperté soltando una gran explosión de la fuerza destrozando todo lo que había a mi alrededor. Aunque en el sueño me hubiese parecido que fuesen segundos habían pasado varios dias. Me desperté, cansado, agotado, en una cueva glacial. Un rugido resonó por las paredes gélidas, me despejé y seguí el sonido hasta llegar hasta la criatura del que emanaba ese chirrido, se trataba de un Wampa. Parecía ser una madre protegiendo a su cria de un ser pequeño, con garras y un pelaje grueso, no sabría decir que era ciertamente. La madre yacía, ya casi arrodillada en el suelo , con el pelaje ensangrentado. Me fue fácil acabar con esa criatura. El Wampa se levantó mientras me miraba, le había salvado la vida pero algo más importante, su retoño estaba sano y salvo. La madre Wampa no se mostraba combativa, más bien receptiva por haberle salvado .




Pasaron días, interminables, alimentándome de lo que cazaba, cerdos de Hoth, tautauns, lo que tenia a mi alcance . Más criaturas aparecieron en la cueva, acechando a la madre Wampa y su cria . Acabé con ellos sin dificultad aunque sus garras y su agilidad eran temibles y mis fuerzas se acababan poco a poco, como se consume una vela. Llegué a mi límite. Congelado, acabe con la vida de la madre Wampa y use su piel como abrigo, cuide el retoño varios días más hasta la llegada de Lord Zekk. Me dormí en un profundo sueño, a sabiendas que si cerraba los ojos podía ser mi final. “Te libero” Volví a escuchar. Me desperté en mi cama, en los aposentos de Dromund Kaas, sudando, de nuevo, un sudor frío recorría mi espalda, el cuarto tenía un aura gélida, algo había cambiado en mi. Pero la incertidumbre de saber si fue real o no permanecía en mi mente. Salí de mis aposentos y me encontré con Lord Zekk que sonreía , con un aspecto burlón...