[Roleo de Tython] Salvando el futuro [Capítulo II] [Relan]
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[Roleo de Tython] Salvando el futuro [Capítulo II] [Relan]
Conocido por toda la galaxia era ya, que múltiples secuestros se habían realizado en los últimos 2 días. Lo curioso, es que todos las víctimas tenían un aspecto en común; eran todos pequeños sensibles a la fuerza. Nadie sabe el por qué, ni cuando, solo se sabe donde tuvieron lugar los hechos.
- Se está saliendo de nuestras manos, no podemos permitir que esto siga así. Son el futuro de la república, de ellos dependemos todos nosotros. - Comentó un hombre de aspecto sombrío, quien se encontraba sentado en uno de los tantos asientos que habían en el salón. Se llevaba a cabo una reunión extra programática para todos los líderes de la república. Ínclitos personajes se encontraban en aquel resplandeciente lugar; el canciller del ejército clon Khaethan Sake, los maestros jedi Andrews, Khan, Selkris, Gios, el guardían Black, entre tantos otros afamados e ilustres personajes. Ante la incapacidad del general clon Jothan de asistir a la reunión, fue en su nombre el embajador Karadoc, quien escuchaba más atento que nadie el relato y a pesar de tener muchas cosas que decir, trataba de no hablar al ser ésta su primera vez en estar reunidos con tan célebres sujetos.
- ..no sabemos cómo se han enterado de nuestros futuros caballeros jedi, esa tan confidencial información está guardada en la biblioteca y bien sabemos todos que no es fácil acceder a ella. - Habló con decisión uno de los presentes.
- Para mi está claro. - Se adelantó a todos el canciller - Tenemos un infiltrado en nuestras filas ¿Quién? Nadie lo sabe ni puede saberlo. Veo como exclusiva solución, restringir aún más el acceso a tan secretos archivos, pues de eso dependemos y por eso estamos reunidos ahora mismo. - Suspiró levemente y continuo - Nuestra mayor preocupación ahora, debería ser encontrar a los secuestradores y más que nada a los secuestrados, ¿Qué pistas tenemos?
- Lo único que tenemos es el lugar de donde han sido secuestradas las víctimas; Rodia, Felucia y ..ah si, Mon Calamari. - Comentó el maestro Khan.
- No nos queda más que ir y averiguar lo que sucedió - Se apresuró a hablar el guardían Black.
Pasado un tiempo de conversación y reflexión, cada uno de los presentes volvió a su nave y se fue en dirección a su academia.
- Asi que nos toca Rodia..bueno, habrá que hacerlo rápido. Anota estas coordenadas; 773,117 ,8RB.- Habló rápidamente Khaethan, ordenándole a Karadoc.
- Copiado. ¿Solo iremos nosotros 2, señor? - Se apresuró a responder Karadoc.
- ¿Acaso necesitamos más? - Dijo entre risas el canciller.
Una vez en Rodia, los 2 clones se dirigieron a la casa señalada como residencia de uno de los secuestrados. Entraron y se encontraron con una madre llorando desconsoladamente por su hija.
- Tranquilícese señora, venimos a ayudarla.-Dijo Karadoc, tomándole el hombro a la rodiana.
- ¡Era mi hija! ¡El..el me engañó! ¡Por favor, por favor, díganme que la encontrarán y me la traerán de vuelta! - Lanzó gritos desesperados entre sollozos, la antaño feliz madre.
- Necesitamos que nos relate que sucedió para poder ayudarla - Respondió con tono frío Khaethan.
- El..el llegó encapuchado, aunque logré ver su cara..era verde..con ojos grandes, grises como la niebla.. y me habló sobre los secuestros que habían sucedido en estos días. Me dijo que el imperio está buscando a todos los sensibles a la fuerza para entrenarlos y hacerlos sus esclavos - Se secó las lágrimas y se dispuso a seguir - Dijo que venía a rescatar a mi hija, que era un republicano.. y luego ...le entregué..- Continúo derramando lágrimas - ¡Le entregué a mi hija! ¡Yo misma lo hice! - Dicho esto, se largó a llorar y les entregó un objeto similar a un collar a los soldados - Esto es de el, lo recogí luego de que se fuera.
Luego de una pequeña charla entre los clones y la rodiana, los primeros intentando tranquilzarla y diciéndole con seguridad que recuperarán a su hija y la segunda sin parar de llorar, los clones volvieron a sus naves.
- Que collar más raro - Comentó Karadoc una vez de vuelta en la sede de la república.
- Pertenece a los Thaschta, un grupo de cazarecompensas buscado por la república. - Dijo el maestro Gios luego de analizar el collar.
- ¿Cazarecompensas? Entonces trabaja para alguien, ¿Cómo podremos encontrarlo? - Dijo Karadoc.
- Simple, según nuestros archivos ya han secuestrado a 3 pequeños. El que sigue se encuentra en Glee Anselm. - Respondió el maestro jedi Selkris.
- No esperemos más entonces - Concluyó Khaethan.
Los 2 clones volvieron a la plataforma de aterrizaje, donde su nave los esperaba.
Tras un largo viaje hasta el planeta, los clones pudieron finalmente aterrizar y dirigirse hacia la residencia del pequeño sensible a la fuerza. Pero alguien se les había adelantado, alguien ya estaba allí, tratando de llevarse al bebé.
- Abran la puerta, somos soldados republicanos. - Dijo Khaethan.
- ¡Lárguense criminales! ¡No se llevarán a mi hijo! - Se escuchó desde adentro.
- Necesitamos salvar a su hijo de los secuestradores, ellos se están haciendo pasar por nosotros - Se apresuró a hablar Karadoc.
- ¿Qu-qué? Eso no es posible, el vino..
- ¿Encapuchado? - Le interrumpió Karadoc.
La puerta se abrió y los clones pasaron adentro.
- ¡El se fue, acaba de irse! ...¡Ahí está! - Se alteró la nautolana.
Los clones observaron al encapuchado con un ser entre sus brazos y corrieron en dirección a el. Comenzaron a lanzar ráfagas de disparos láser hacia el sujeto, pero este era demasiado rápido moviéndose. Poco a poco comenzó a dejar a los soldados atrás, logrando su objetivo. Khaethan siguió tras el, sin embargo Karadoc se desvió en un callejón y siguió corriendo.
Era un atajo, Karadoc logró emboscar al secuestrador justo antes de que se subiera a su nave. Khaethan llegó más atrás y esposó al impostor mientras Karadoc se ocupaba del pequeño usuario de la fuerza.
- Se está saliendo de nuestras manos, no podemos permitir que esto siga así. Son el futuro de la república, de ellos dependemos todos nosotros. - Comentó un hombre de aspecto sombrío, quien se encontraba sentado en uno de los tantos asientos que habían en el salón. Se llevaba a cabo una reunión extra programática para todos los líderes de la república. Ínclitos personajes se encontraban en aquel resplandeciente lugar; el canciller del ejército clon Khaethan Sake, los maestros jedi Andrews, Khan, Selkris, Gios, el guardían Black, entre tantos otros afamados e ilustres personajes. Ante la incapacidad del general clon Jothan de asistir a la reunión, fue en su nombre el embajador Karadoc, quien escuchaba más atento que nadie el relato y a pesar de tener muchas cosas que decir, trataba de no hablar al ser ésta su primera vez en estar reunidos con tan célebres sujetos.
- ..no sabemos cómo se han enterado de nuestros futuros caballeros jedi, esa tan confidencial información está guardada en la biblioteca y bien sabemos todos que no es fácil acceder a ella. - Habló con decisión uno de los presentes.
- Para mi está claro. - Se adelantó a todos el canciller - Tenemos un infiltrado en nuestras filas ¿Quién? Nadie lo sabe ni puede saberlo. Veo como exclusiva solución, restringir aún más el acceso a tan secretos archivos, pues de eso dependemos y por eso estamos reunidos ahora mismo. - Suspiró levemente y continuo - Nuestra mayor preocupación ahora, debería ser encontrar a los secuestradores y más que nada a los secuestrados, ¿Qué pistas tenemos?
- Lo único que tenemos es el lugar de donde han sido secuestradas las víctimas; Rodia, Felucia y ..ah si, Mon Calamari. - Comentó el maestro Khan.
- No nos queda más que ir y averiguar lo que sucedió - Se apresuró a hablar el guardían Black.
Pasado un tiempo de conversación y reflexión, cada uno de los presentes volvió a su nave y se fue en dirección a su academia.
- Asi que nos toca Rodia..bueno, habrá que hacerlo rápido. Anota estas coordenadas; 773,117 ,8RB.- Habló rápidamente Khaethan, ordenándole a Karadoc.
- Copiado. ¿Solo iremos nosotros 2, señor? - Se apresuró a responder Karadoc.
- ¿Acaso necesitamos más? - Dijo entre risas el canciller.
Una vez en Rodia, los 2 clones se dirigieron a la casa señalada como residencia de uno de los secuestrados. Entraron y se encontraron con una madre llorando desconsoladamente por su hija.
- Tranquilícese señora, venimos a ayudarla.-Dijo Karadoc, tomándole el hombro a la rodiana.
- ¡Era mi hija! ¡El..el me engañó! ¡Por favor, por favor, díganme que la encontrarán y me la traerán de vuelta! - Lanzó gritos desesperados entre sollozos, la antaño feliz madre.
- Necesitamos que nos relate que sucedió para poder ayudarla - Respondió con tono frío Khaethan.
- El..el llegó encapuchado, aunque logré ver su cara..era verde..con ojos grandes, grises como la niebla.. y me habló sobre los secuestros que habían sucedido en estos días. Me dijo que el imperio está buscando a todos los sensibles a la fuerza para entrenarlos y hacerlos sus esclavos - Se secó las lágrimas y se dispuso a seguir - Dijo que venía a rescatar a mi hija, que era un republicano.. y luego ...le entregué..- Continúo derramando lágrimas - ¡Le entregué a mi hija! ¡Yo misma lo hice! - Dicho esto, se largó a llorar y les entregó un objeto similar a un collar a los soldados - Esto es de el, lo recogí luego de que se fuera.
Luego de una pequeña charla entre los clones y la rodiana, los primeros intentando tranquilzarla y diciéndole con seguridad que recuperarán a su hija y la segunda sin parar de llorar, los clones volvieron a sus naves.
- Que collar más raro - Comentó Karadoc una vez de vuelta en la sede de la república.
- Pertenece a los Thaschta, un grupo de cazarecompensas buscado por la república. - Dijo el maestro Gios luego de analizar el collar.
- ¿Cazarecompensas? Entonces trabaja para alguien, ¿Cómo podremos encontrarlo? - Dijo Karadoc.
- Simple, según nuestros archivos ya han secuestrado a 3 pequeños. El que sigue se encuentra en Glee Anselm. - Respondió el maestro jedi Selkris.
- No esperemos más entonces - Concluyó Khaethan.
Los 2 clones volvieron a la plataforma de aterrizaje, donde su nave los esperaba.
Tras un largo viaje hasta el planeta, los clones pudieron finalmente aterrizar y dirigirse hacia la residencia del pequeño sensible a la fuerza. Pero alguien se les había adelantado, alguien ya estaba allí, tratando de llevarse al bebé.
- Abran la puerta, somos soldados republicanos. - Dijo Khaethan.
- ¡Lárguense criminales! ¡No se llevarán a mi hijo! - Se escuchó desde adentro.
- Necesitamos salvar a su hijo de los secuestradores, ellos se están haciendo pasar por nosotros - Se apresuró a hablar Karadoc.
- ¿Qu-qué? Eso no es posible, el vino..
- ¿Encapuchado? - Le interrumpió Karadoc.
La puerta se abrió y los clones pasaron adentro.
- ¡El se fue, acaba de irse! ...¡Ahí está! - Se alteró la nautolana.
Los clones observaron al encapuchado con un ser entre sus brazos y corrieron en dirección a el. Comenzaron a lanzar ráfagas de disparos láser hacia el sujeto, pero este era demasiado rápido moviéndose. Poco a poco comenzó a dejar a los soldados atrás, logrando su objetivo. Khaethan siguió tras el, sin embargo Karadoc se desvió en un callejón y siguió corriendo.
Era un atajo, Karadoc logró emboscar al secuestrador justo antes de que se subiera a su nave. Khaethan llegó más atrás y esposó al impostor mientras Karadoc se ocupaba del pequeño usuario de la fuerza.
Última edición por Karadoc el Miér Mayo 02, 2012 1:52 am, editado 3 veces
Karadoc- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 25/08/2011
Re: [Roleo de Tython] Salvando el futuro [Capítulo II] [Relan]
o.o...
Muy Buen comienzo (Y)
Muy Buen comienzo (Y)
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo de Tython] Salvando el futuro [Capítulo II] [Relan]
Esta bien... Me gusto el comienzo sobre todo, muy buena narración, sólo hace falta que separes los párrafos, todo bien!
Re: [Roleo de Tython] Salvando el futuro [Capítulo II] [Relan]
- Queda arrestado por la República galáctica por múltiples delitos referentes a los secuestros recientes - Habló Khaethan mientras zamarreaba al recién apresado - Tienes derecho a un..no tienes derecho a nada, criminal. Serás llevado al senado y allí te juzgarán. - Concluyó mientras llevaba al encapuchado a la nave republicana, pero antes de llegar a ella, le ordenó a Karadoc - Háblale a la madre, dile que enviaremos guardias a la brevedad, que de momento no le abra las puertas a nadie, que nosotros y nadie más que nosotros la mantendremos informada.
Karadoc observó al pequeño que sostenía en sus brazos, quien lloraba, y antes de imaginárselo, la madre del mismo se encontraba frente a el, agitada. Al parecer los había seguido.
- ¡Hija! ¡Hija mía! - Rápidamente le arrebató la pequeña a Karadoc - ¡Perdona mi imprudencia, hija mía! ¡Perdóname! - La abrazó fuertemente y continúo llorando. Luego, se volteó hacia Karadoc - ¡Gracias, muchas gracias! ¡Le debo todo!
- No es nada..solo mi trabajo. Enviaremos guardias para protegerlas, de momento no ha de abrirle a nadie más que a nosotros mismos, la mantendremos informada. - Dijo Karadoc con una pequeña sonrisa en su rostro.
Karadoc volvió a la nave junto con Khaethan y se dispusieron a volver a la sede republicana, en Coruscant.
Una vez llegaron - sosteniendo al encapuchado - el maestro Khan rápidamente les salió al paso y se adelantó a hablarles;
- ¿Es este el cobarde? - Dijo el maestro observando con funesta mirada al encapuchado, quien mantenía su cabeza baja.
- Si - Respondió Khaethan, quien también lanzó una mirada fugaz al prisionero - Llevémoslo a las celdas, hay que interrogarlo ya.
Acto seguido, los 3 republicanos se dirigieron junto con el esposado a las celdas del senado, donde sentaron al sujeto aún con esposas y lo rodearon con aire decidido.
- Bien, partamos por quitarte esa capucha, hombrecito. - Dicho esto, Khaethan tomó la capucha del sujeto con brusqueda y la tiró hacia atrás, dejando al descubierto la identidad del mismo. Todos los presentes se quedaron boquiabiertos, pues ante ellos, se encontraba un ser reconocido.
- ¿Ma-maes..maestro Tranius? - Hablaron todos casi al unísono. Fue una pregunta retónico, puesto que todos ya lo habían reconocido y el individuo no articuló palabra alguna.
- Esto no es posible..¿Por qué, maestro? ¡¿POR QUÉ?! - Dijo con impotencia el maestro Khan, quien no dejaba de estar sorprendido.
- No me lo esperaba de usted, señor, la verdad es que..- No alcanzó a terminar Karadoc, puesto que se abrió atrás de ellos la puerta. Era el maestro Tranius.
- Saludos colegas. ¿Ya han averiguado algo del criminal? - Khaethan sacó su arma y le apuntó al supuesto maestro jedi que acababa de entrar al salón - ¿Qu-qué sucede? Baje su arma, canciller.
- Dí tu apellido antes de que me acribille contigo. - Habló con furia el canciller.
- Khaethan, soy tu amigo, ¿Qué..
- ¡Dilo!
- Está bien, está bien. Betmed, mi nombre es Tranius Betmed, maestro jedi. - Respondió atónito el maestro.
- Entonces..¿Quién es el? - Dijo Karadoc, al tiempo que abrieron el paso al maestro Betmed y todos se voltearon a ver al prisionero. Todos seguían sorprendidos y no encontraban una explicación razonable.
- Esto es confuso. - Dijo Khaethan
- Evidentemente, canciller. Debe tratarse de alguna transfiguración o..alguna criatura...
- Clawdite. - Interrumpió Karadoc al maestro Betmed.
- ¿Qué? - Preguntaron los demás
- Clawdite. Es un clawdite. Leí sobre ellos en un artículo, y tuve la oportunidad de enfrentarme a una tropa de ellos. Son seres metamorfos, pueden cambiar de forma a su antojo, siempre y cuando se mantenga constante la masa corporal. Para ver su forma real, habría que cortarle alguna extremidad..- Dijo con tono maníatico, mientras todos lo observaban con rareza - O el pelo. El pelo bastaría - Se apresuró a decir Karadoc.
- Bien, no esperemos más entonces. - Dijo el maestro Khan y le ordenó a unos droides la mutilación del cabello del esposado. Poco a poco comenzó a destransformarse, tomando finalmente su forma original;
- Bien, ahora que tenemos tu verdadero aspecto, cuéntanos. ¿Para quien trabajas? - Preguntó Khaethan
No se escuchó más que la respiración de los presentes.
- Hazlo fácil, o difícil. No nos hagas emplear la fuerza contigo - Contestó el maestro Betmed ante el silencio del interrogado. - De paso podemos ofrecerte algunos beneficios, como tu libertad.
El clawdite titubeó un rato y luego contestó;
- El señor oscuro..el me ordena.
- ¿Con quién más trabajas? - Preguntó Karadoc y luego prosiguió - Cuéntanos también cuales son sus siguientes planes
- Los Traschta, trabajo con ellos. Las órdenes del señor oscuro fueron capturar a todos los pequeños sensibles a la fuerza..está creando un ejército de ellos para derrotar a la república.
- ¿Donde están los ya secuestrados? - Preguntó apoyándose sobre le mesa el canciller Khaethan.
- Tatooine. - respondió rápidamente el gris ser.
- Khaethan, Karadoc, diríjanse a Tatooine y salven a los pequeños. Lleven con ustedes al escuadrón Delta y apresúrense, El maestro Betmed y yo nos encargaremos del clawdite. - Habló con decisión el maestro Khan.
Dicho esto, los 2 clones se apresuraron en reclutar a los soldados y dirigirse a la plataforma de aterrizaje para salir con rumbo al planeta Tatooine.
Karadoc observó al pequeño que sostenía en sus brazos, quien lloraba, y antes de imaginárselo, la madre del mismo se encontraba frente a el, agitada. Al parecer los había seguido.
- ¡Hija! ¡Hija mía! - Rápidamente le arrebató la pequeña a Karadoc - ¡Perdona mi imprudencia, hija mía! ¡Perdóname! - La abrazó fuertemente y continúo llorando. Luego, se volteó hacia Karadoc - ¡Gracias, muchas gracias! ¡Le debo todo!
- No es nada..solo mi trabajo. Enviaremos guardias para protegerlas, de momento no ha de abrirle a nadie más que a nosotros mismos, la mantendremos informada. - Dijo Karadoc con una pequeña sonrisa en su rostro.
Karadoc volvió a la nave junto con Khaethan y se dispusieron a volver a la sede republicana, en Coruscant.
Una vez llegaron - sosteniendo al encapuchado - el maestro Khan rápidamente les salió al paso y se adelantó a hablarles;
- ¿Es este el cobarde? - Dijo el maestro observando con funesta mirada al encapuchado, quien mantenía su cabeza baja.
- Si - Respondió Khaethan, quien también lanzó una mirada fugaz al prisionero - Llevémoslo a las celdas, hay que interrogarlo ya.
Acto seguido, los 3 republicanos se dirigieron junto con el esposado a las celdas del senado, donde sentaron al sujeto aún con esposas y lo rodearon con aire decidido.
- Bien, partamos por quitarte esa capucha, hombrecito. - Dicho esto, Khaethan tomó la capucha del sujeto con brusqueda y la tiró hacia atrás, dejando al descubierto la identidad del mismo. Todos los presentes se quedaron boquiabiertos, pues ante ellos, se encontraba un ser reconocido.
- ¿Ma-maes..maestro Tranius? - Hablaron todos casi al unísono. Fue una pregunta retónico, puesto que todos ya lo habían reconocido y el individuo no articuló palabra alguna.
- Esto no es posible..¿Por qué, maestro? ¡¿POR QUÉ?! - Dijo con impotencia el maestro Khan, quien no dejaba de estar sorprendido.
- No me lo esperaba de usted, señor, la verdad es que..- No alcanzó a terminar Karadoc, puesto que se abrió atrás de ellos la puerta. Era el maestro Tranius.
- Saludos colegas. ¿Ya han averiguado algo del criminal? - Khaethan sacó su arma y le apuntó al supuesto maestro jedi que acababa de entrar al salón - ¿Qu-qué sucede? Baje su arma, canciller.
- Dí tu apellido antes de que me acribille contigo. - Habló con furia el canciller.
- Khaethan, soy tu amigo, ¿Qué..
- ¡Dilo!
- Está bien, está bien. Betmed, mi nombre es Tranius Betmed, maestro jedi. - Respondió atónito el maestro.
- Entonces..¿Quién es el? - Dijo Karadoc, al tiempo que abrieron el paso al maestro Betmed y todos se voltearon a ver al prisionero. Todos seguían sorprendidos y no encontraban una explicación razonable.
- Esto es confuso. - Dijo Khaethan
- Evidentemente, canciller. Debe tratarse de alguna transfiguración o..alguna criatura...
- Clawdite. - Interrumpió Karadoc al maestro Betmed.
- ¿Qué? - Preguntaron los demás
- Clawdite. Es un clawdite. Leí sobre ellos en un artículo, y tuve la oportunidad de enfrentarme a una tropa de ellos. Son seres metamorfos, pueden cambiar de forma a su antojo, siempre y cuando se mantenga constante la masa corporal. Para ver su forma real, habría que cortarle alguna extremidad..- Dijo con tono maníatico, mientras todos lo observaban con rareza - O el pelo. El pelo bastaría - Se apresuró a decir Karadoc.
- Bien, no esperemos más entonces. - Dijo el maestro Khan y le ordenó a unos droides la mutilación del cabello del esposado. Poco a poco comenzó a destransformarse, tomando finalmente su forma original;
- Bien, ahora que tenemos tu verdadero aspecto, cuéntanos. ¿Para quien trabajas? - Preguntó Khaethan
No se escuchó más que la respiración de los presentes.
- Hazlo fácil, o difícil. No nos hagas emplear la fuerza contigo - Contestó el maestro Betmed ante el silencio del interrogado. - De paso podemos ofrecerte algunos beneficios, como tu libertad.
El clawdite titubeó un rato y luego contestó;
- El señor oscuro..el me ordena.
- ¿Con quién más trabajas? - Preguntó Karadoc y luego prosiguió - Cuéntanos también cuales son sus siguientes planes
- Los Traschta, trabajo con ellos. Las órdenes del señor oscuro fueron capturar a todos los pequeños sensibles a la fuerza..está creando un ejército de ellos para derrotar a la república.
- ¿Donde están los ya secuestrados? - Preguntó apoyándose sobre le mesa el canciller Khaethan.
- Tatooine. - respondió rápidamente el gris ser.
- Khaethan, Karadoc, diríjanse a Tatooine y salven a los pequeños. Lleven con ustedes al escuadrón Delta y apresúrense, El maestro Betmed y yo nos encargaremos del clawdite. - Habló con decisión el maestro Khan.
Dicho esto, los 2 clones se apresuraron en reclutar a los soldados y dirigirse a la plataforma de aterrizaje para salir con rumbo al planeta Tatooine.
Karadoc- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 25/08/2011
Re: [Roleo de Tython] Salvando el futuro [Capítulo II] [Relan]
Muy bueno Karadoc, narras muy bien enhorabuena!
Khaethan Sake- Mensajes : 3055
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 27
Localización : Tumbao en el sofá
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