El Resurgir del Dark Sith.

Oye, el Darksaber ya lo obtenimos tú y yo, recuerdalo Jensaari, ambos eramos miembros de Primus Goluud yo era Guerrero y tu Aprendiz y fuimos y lo roleemos y se legalizó (antes del sistema de dactarios) lo validó sentrum o veikur, y eran dos uno para tí y otro para mí, no se si llegas a acordarte.

Claro ya estará borrado en el otro foro, porque yo lo subí y todo eso.

r=white]]AJUSTE DE CUENTAS[/size]



Una vez más, la noche se cernía sobre Drongar. La luz abandonaba las ruinas, por el hecho de que los árboles bloqueaban la luna. Vrek por primera vez en mucho tiempo estaba aburrido, y no sabía que hacer. Él queria sentirse joven de nuevo, como en los tiempos en los que cazaba criaturas con su compañero Xakan. Decidido, iba a ir a capturar un Gorog. Pero éso ya sería al día siguiente. No sab ía que hora sería en Cato Neimoidia. Así que decidió internarse de nuevo en las ruinas. Pero al poco de llegar a la entrada del templo, un grito rasgó el aire: ¡ VREK VICIOUSS ! El tremendo grito paralizó a Vrek, que no pudo reprimir un pasmo.



Se giró en dirección al grito, que venía del bosque. Su detector de calor localizó a una persona avanzando ligero hacia su posición. Mediante la fuerza, pudo ver que ese ser tenía un acantidad de midiclorianos superior al propio Vrek, por lo que no pudo evitar asustarse. Esperó, viendo como ese temible sujeto avanzaba rápido por el bosque. Finalmente, apareció de entre los árboles, al pie de las ruinas. Su piel era tremendamente pálida, casi verdosa. Vestía una túnica completamente blanca, o así estuvo en tiempos mejores, porque ahora estaba rasgada y sucia.



Vrek lo reconoció al instante: Era Jensaarai Kaar, el Maestro Jedi de Tython, un Jedi Gris, cuyo templo había arrasado junto a sus hermanos años atrás. Jensaarai resultó ser más fuerte que Vrek, pero gracias a sus hermanos se vio obligado a huir. Era un ser completamente contrario a Vrek, y de hehco era más fuerte, lo cual le preocupaba. Este sujeto contenía unas cantidades de ira que no eran normales en un Jedi, y de nuevo Vrek tuvo miedo. Jensaarai habló con voz potente, nada que ver con la voz que le escuhó la última vez.



Vrek Viciouss, maldito monstruo, tú y tus compañeros arrasasteis el Templo de Tython... Cuando volví estaba arrasado... todos muertos... Como... Como pudiste...

Vrek se sorprendió a ver como caían un par de lágrimas del rostro de Jensaarai.

Jensaarai.. a qué has venido.. Las palabras de Vrek salían arrastradas y temblorosas, las de Jensaarai ahora salían firmes y cargadas de ira. He venido a acabar contigo Vrek... hoy vengaré a mis compañeros Jedi... Pero Vrek ya tenía una estrategia. Un ser tan poderoso no podría ser vencido con facilidad, y para Vrek iba a ser imposible. Iba a provechar su tremendo odio para cegarlo. Tus compañeros eran débiles.. suplicaron por su vida Jensaarai, y nosotros no les perdonamos. Acabamos con todos, y a los que nos llevamos como prisioneros los echamos a los Nexus. Y tú fuiste un cobarde, Maestro Jedi y huyes dejando a tus compañeros atrás... Me das auténtico ASCO.



Jensaarai no se esperaba esa respuesta, y estallando en ira, deslizó dos sables láser, que al prenderlos, se tornaron en color rojo, pero misteriosamente, al poco de prenserse se tornaron en color negro. Vrek decidió prepararse, concentró los nanbots de su organismo en sus dos brazos, cuyas vena se marcaron de forma notable. Y aún sin desplegar, comenzó a reunir los midiclorianos del entorno en las torretas de sus hombros. Seguidamente deslizó su sable láser Varoic, el cual prendió y emitió un color plateado.



Ambos corrieron rápidamente hacia el otro, y Jensaarai formó una tijera con los sables, la cual Vrek bloqueó chocando el sable láser por la mitad. Con su fuerza, y la dada por los nanobots, Vrek comenzó a empujar, haciendo que Jensaarai retrocediera arrastrando los pies. Seguidamente Jensaarai soltó los sables y los dirigió a la cintura de Vrek, con amago de cortarlo en dos. Vrek saltó hacia atrás, esquivando los sables por poco. Y nada más tocar el suelo, liberó las torretas, y apuntando a Jensaarai inició una ráfaga de disparos. Jensaarai se alzó en el aire para sorpresa de Vrek, y liberó una implosión mediante la fuerza que neutralizó los disparos.



Sorprendido, Vrek plegó las torretas y decidió atacar. Desplegó sus cuatro brazos biónicos, cada uno con su sable rojo, prendió los cuatro a la vez y saltó sobre Jensaarai. Vrek inició rápidos tajos rápidos pero mortales contra Jensaarai, usando los cuatro sables rojos. Pero para asombro de Vrek, Jensaarai los bloqueaba todos y con tiempo. Vrek se sorprendió a la fuerza, y golpeó el pecho de Jensaarai con la mano libre. La fuerza otorgada por los nanobots le hizo caer al suelo y dejarlo sin respiración. Seguidamente alzó su sable Varoic, para clavarlo en el pecho de Jensaarai, pero éste rodó por el suelo esquivando el sable. Se levantó retrocediendo, y lanzó sus rayos de la fuerza contra Vrek, que no alcanzó a desviarlos y salió por los aires.



Cayó a los pies de la entrada del templo, y al levantarse, comenzó a concentrar todos los midiclorianos del entorno a lo largo de su cuerpo, y poco a poco los fue liberando, formando lo que sería una herida de la fuerza, que se tornó en un aura negra alrededor de Vrek. Éste liberó la herida hacia Jensaarai, levantando el asfalto a su paso. Jensaarai subestimó a Vrek, y trató de deflexionarla sin esfuerzo, pero el impacto fue demasiado grande, y sus sables cayeron al suelo, y él saltó por los aires, cayendo de bruces en el suelo.



Vrek caminó hacia el cuerpo que estaba tirado en el suelo, que respiraba con dificultad. Por el camino tomó los sables láser, los cuáles apagó y ocultó en su túnica. Avanzó hacia Jensaarai, que comenzaba a levantarse. Apagó también el sable Varoic, lo guardó, y una vez estando frente a Jensaarai, le golpeó en la cabeza con el puño cerrado. Jensaarai quedó casi inconsciente por la tremenda fuerza del impacto. Seguidamente Vrek cogió del cuello a Jensaarai, lo levantó y lo chocó con una columna cercana aún sin soltarle.



Comenzó a concentrar los midiclorianos del entorno en la mano con la que cogía el cuello de Jensaarai, y los fundió con la energía vital de Jensaarai, la cual había comenzado a absorver, y dijo: La ira es un obstáculo cuando no sabes utilizarla...

Liberó entonces unos rayos de la fuerza sobre el cuello de Jensaarai, que se extendieron por todo su cuerpo. Jensaarai comenzó a dar violentas sacudidas. Una vez Vrek notó que su corazón dejó de latir, lo dejó caer y observo el cuerpo sin vida del único Maestro Jedi al que había temido.





OBTENGO: DOS SABLES LÁSER CON CRISTALES LAMBENT

Vrek caminaba entre las ruinas, rememorando. Recordó entonces su tiempo en la Resistencia como un Jedi, junto a su padre. Recordó entonces que le hizo un sable inmune a la fuerza. Recordó entonces sus contornos, su sistemática, sus esfuerzos por construirlo. Alzó la mirada y murmuró: Némesis... De repente el mismo humo negro lo rodeó, y sus pies se levantaron del suelo. Estuvo en esa vorágine unos minutos, y cuando tocó el suelo y se dispersó ese humo, se vio entre unos árboles.



Se hallaba en Yuuzhan'Tar, un planeta habitado por los Yuuzhan Vong. Y a juzgar pos sus vistas se hallaba en un bosque. Podía sentir desde su posición, tres vacíos en el paisaje. Tres cosas que bloqueaban su uso en la fuerza. Echó a caminar hacia esas aberraciones, pensando: Son Vongs, sin duda.. pero debo de tener cuidado, pues mi uso de la fuerza con ellos es realmente limitado. Mientras caminaba sentía cada vez esos vacíos más cerca, y no podía evitar ponerse nervioso.



Tras unos minutos caminando llegó a ver esas criaturas. Le parecían completamente repugnantes, bestiales, tan asquerosas que se habían despojado de la fuerza. Se fijó en que estaba pateando a una criatura muy fea, que se retorcía de dolor en el suelo. Vrek se fijó en ellos, y no parecían de muy alto rango, por su aspecto, heridas, y la acción tan degradante que estaban llevando a cabo. Uno de ellos nisiquiera iba armado.



Vrek salió de detrás del árbol, y tomando su sable láser, el cual prendió en el acto, avanzó hacia los Vong. Entonces ellos se giraron y se quedaron observándolo. Mientras se armaban con sus anfibastones, Vrek pudo fijarse en sus armaduras. Eran armaduras de cangrejo Vonduun, justo lo que él buscaba. Avanzó hacia los Vong que ya estaban armados. El que no lo estaba se quedó atrás, rezagado.



Los Vongs alzaron sus anfibastones contra Vrek, que bloqueó ambos con su sable láser, y pateó el pecho de uno, que cayó al suelo de espaldas.

Entonces el otro Vong lanzó un tajo directo hacia el estómago de Vrek, que lo bloqueó con el sable. Hizo un movimiento circular propio de esgrima, y arrojó el anfibastón por el aire con el sable, que más tarde dirigió al cuello del Vong, decapitándole. Cuando el anfibastón caía, Vrek lo golpeó con la hoja del sable láser, lanzándolo lejos.



Seguidamente se acercó al otro Vong, que ya se había levantado. Éste alzó su anfibastón, pero Vrek fue más rápido y lo decapitó. Ambos anfibastones se juntaron entonces, tratando de intimidar a Vrek. Pero entonces Vrek liberó sus brazos biónicos, estirándolos todo lo que pudo, e iluminó sus ojos rojos. Ésto obligó a los anfibastones a huir, asustados. Seguidamente Vrek vio al otro Vong, que trataba de huir. Éste saltó hacia él, y cayó encima, pisándole los hombros. El Vong cayó al suelo, y Vrek le atravesó la cabeza con el sable.



Plegó entonces los brazos biónicos, y comenzo a perforar la armadura del Vong, que emitió unos débiles chillidos. Cortó los puntos de ajuste de la armadura del Vong y se la quitó. Perforó también las armaduras de los otros Vongs, y se las arrancó, antes rompiendo sus puntos de ajuste. Tomó las tres armaduras Vong, que estaban completamente muertas, y se las cargó encima.



OBTENGO: TRES ARMADURAS DE CANGREJO VONDUUN.

Excelente