[Obtención Ygziir] Un viaje a Ilum. [Sin revisar]
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[Obtención Ygziir] Un viaje a Ilum. [Sin revisar]
Es mi primer roleo, no sean crueles. He visto varios y masomenos vi como los hacen, espero que esté bien.//
Violeta: Narrador.
Oliva: Pensamientos.
Rojo; Diálogos.
————————————
Okvhel Klemont se despertaba en la base Sith de Ygziir. Era un bello día, no hacía calor, y no era un día especial. Este día, era el día del viaje a Ilum. El Sith y su maestro irían en una excursión al gélido y frío planeta Ilum, con la intención de aprender sobre el planeta, y de poder conseguir varios cristales pigmentores que Okvhel quería hace ya
bastante tiempo. Okvhel tardó en ganarse la confianza de su maestro, hasta que este le permitió (En parte porque lo notaba listo, y en parte porque estaba cansado de
tanta insistencia) hacer el viaje en busca de dichos cristales.
Okvhel se levantó, se vistió y tomó tres (3) sacos grandes donde llevaría los cristales del planeta. Obviamente tomó su sable láser rojo, entregado al ascender en la academia de Ygziir, y salió en busca de su maestro junto con el Droide ayudante que le había proporcionado la academia para este
viaje debido a que conseguirían bastantes cristales, y este al estar equipado para resistir las condiciones térmicas de Ilum, y poder ayudarlos a cavar, lo tomaron. A su maestro lo encontró en la mitad del templo, y este con solo mirarlo y notar la ansiedad le dijo sin dejarle hablar.
—Si, si, enseguida nos vamos, espérame aquí—
Okvhel esperó, esos minutos fueron horas para el, pero de todas maneras intentaba esperar. El era un hombre paciente, pero de todas maneras estaba muy apurado por irse. Vio llegar al maestro, y este le hizo señas de que lo siguiera. El maestro traía consigo su sable láser, otros dos (2) sacos en su espalda y algo dentro de su túnica. Luego de caminar por el templo llegaron a la superficie del planeta Ygziir, rápidamente subieron de un salto a la mediana nave del maestro de Okvhel, y subieron el Droide. El momento en el que su maestro encendía los motores, el panel de navegación, ascendía y plegaba el tren de aterrizaje se hizo eterno también, hasta que salieron de la atmósfera y al entrar en la galaxia tomaron su rumbo hacia Ilum, el deshabitado e inhóspito planeta congelado.
Al llegar al gélido planeta, comenzaron a entrar a la atmósfera. Fue bastante difícil el conseguir un lugar para aterrizar, hasta que Okvhel notó en un pequeñolugar perfecto, al pie de una montaña, no muy a la vista. Descendieron y tuvieron un suave aterrizaje aunque resbalaron un poco al hacer contacto con la helada superficie del planeta. Abrieron rápidamente la nave y bajaron al planeta junto al Droide. Se sentía bastante frío, así que subieron nuevamente a tomar abrigo y bajaron nuevamente. Comenzaron a caminar hacia donde se suponía que estaban las cuevas. En un momento del camino, notaron movimientos a la lejanía, y parecían humanos. Considerando que el planeta era parte del imperio, Okvhel y su maestro consideraron bastante la posibilidad de que aquellas sombras que se vían, podrían ser miembros del imperio. Se acercaron lentamente para ver más, hasta que lo notaron. Así es, eran reclutas, recién iniciados en el imperio, que aparentemente habían salido en una misión de reconocimiento. A pesar de ser reclutas, portaban un E-11, lo cual los volvía un problema. Se acercaron lentamente, hasta que los groraron ver bien. En ese mismo momento, mientras no miraban, el maestro de Okvhel empujó fueretmente con la fuerza a uno de los tres (3) reclutas, enviándolo bastante lejos, y en ese momento tomaron sus sables y los encendieron. Comenzaron a correr en zigzag, mientras que el inexperto imperial comenzó a dispararles. Al nortar que se había quedado sin balas, el maestro se decidió a lanzarle una bola sith suprema. Esto lo hiso caer al suelo dandose un fuerte golpe, se notaba que era un iniciado en el imperio. Okvhel se acercó rapidamente, y comenzó a cortarlo fuertemente en el suelo, hasta que su maestro llegó, y lanzándole rayos de la fuerza, logró acabar con el recluta. Buscaron por unos momentos al otro recluta, el que habían empujado con la fuerza, pero no lo encontraron. Sin darle importancia, siguieron caminando. Luego de esto su maestro tomó de su túnica unos mapas holográficos que tenía del planeta, que había conseguido de la biblioteca de la academia. Con estos lograrían tomar los caminos no vigilados hacia la cueva.
—Si seguimos estas rutas, no tendremos más problemas-
Sabían que era un largo viaje, así que caminaron bastante tiempo antes de que anochezca, porque al caer la noche, las temperaturas en Ilum descienden tanto que nadie podría sobrevivir sin un refugio. Caminaron bastante tiempo, en un momento llegaron a tener que subir una montaña. Siguieron por ella y en un momento Okvhel se resbaló y calló, aunque logró tomarse con su mano de la ladera de la montaña. Su maestro le dijo.
-Lo haces de nuevo, y te dejo caer, imbecil-
Lo tomó del brazo y lo subió, Okvhel se limpió un poco la túnica, le habían quedado trozos de hielo, volvió la orientación y siguió caminando junto a su maestro. Ya era tarde, comenzaba a caer la noche y el frío ya era bastante notable. Se notaba el cansancio y el frío no ayudaba en nada. Siguieron caminando todo lo que pudieron, hasta su Droide quería descansar, pero con el incentivo y las amenazas de muerte se parte del maestro de Okvhel, siguieron caminando. En un momento la noche ya era demasiado oscura, ya casi nada se veía y en un momento su maestro resbaló cayendo al suelo, aunque Okvhel no se atrevió ni a reírse, debido a la mirada que le había dirigido su maestro
al levantarse, prácticamente se notaba fuego en sus ojos.
Si no fuera por esos mapas, no hubieran podido avanzar tanto, la noche es cruda, y no se podía caminar casi. Siguieron caminando hasta llegar al pie de una montaña, Okvhel no sabía para que, aunque su maestro se veía demasiado decidido, debería ser por alguna buena razón. Llegaron aunque desviándose de su curso, a una gran cueva que usarían como refugio, ya era tarde, no se veía casi nada, y la espesa niebla no permitía avanzar.
-Se siente un extraño olor aquí, aunque algo familiar— Pensó
Okvhel, aunque no le dio importancia, debido al extremo cansancio y se fue a
dormir.
— ¿Qué estás pensando? Ya duérmete, si esto te pareció
mucho para ti, no sabes lo que te espera— Le dijo el maestro a Okvhel.
Pasó la noche, y Okvhel y su maestro se despertaron al escuchar un estremecedor ruido. Sus reflejos fueron tomar sus sables al levantarse de un salto, y antes de poder ver siquiera que había causado ese extraño sonido ya estaban en posición de batalla, y con sus sables encendidos. El
Droide se puso detrás del maestro de Okvhel, y estos notaron frente a ellos, un Gorgodón, una bestia no inteligente, autóctona de Ilum. No era muy grande,
aunque un golpe de Gorgodón, podría causar grandes daños. Su maestro como si nada, le lanzó dos (2) esferas de la fuerza para espantar al pequeño Gorgodón. Este se logró levantar y rugió fuertemente, y se comenzaba a acercar a ellos dos. Okvhel logró espantarlo empujándolo fuerza de la cueva con su empujón debido a que había sido dañado por las esferas de su maestro.
Luego de levantarse el Gorgodón comenzó a correr lejos de
la cueva.[/center]
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Obtengo;
+1 Cabeza de Gorgodon pequeña
+5 Pieles de Gorgodon
+10 Cristales Verdes
+10 Cristales Morados
+30 Cristales Rojos
Mi ficha; En firma. (De paso dejenla como quiero, copiando el spoiler)
PD: Hablé con lCasta con el tema de la cantidad de cristales, me dijo que haciendo este tipo de roleo, estaba bien debido a la ayuda recivida y la extención del roleo.
Violeta: Narrador.
Oliva: Pensamientos.
Rojo; Diálogos.
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Okvhel Klemont se despertaba en la base Sith de Ygziir. Era un bello día, no hacía calor, y no era un día especial. Este día, era el día del viaje a Ilum. El Sith y su maestro irían en una excursión al gélido y frío planeta Ilum, con la intención de aprender sobre el planeta, y de poder conseguir varios cristales pigmentores que Okvhel quería hace ya
bastante tiempo. Okvhel tardó en ganarse la confianza de su maestro, hasta que este le permitió (En parte porque lo notaba listo, y en parte porque estaba cansado de
tanta insistencia) hacer el viaje en busca de dichos cristales.
Okvhel se levantó, se vistió y tomó tres (3) sacos grandes donde llevaría los cristales del planeta. Obviamente tomó su sable láser rojo, entregado al ascender en la academia de Ygziir, y salió en busca de su maestro junto con el Droide ayudante que le había proporcionado la academia para este
viaje debido a que conseguirían bastantes cristales, y este al estar equipado para resistir las condiciones térmicas de Ilum, y poder ayudarlos a cavar, lo tomaron. A su maestro lo encontró en la mitad del templo, y este con solo mirarlo y notar la ansiedad le dijo sin dejarle hablar.
—Si, si, enseguida nos vamos, espérame aquí—
Okvhel esperó, esos minutos fueron horas para el, pero de todas maneras intentaba esperar. El era un hombre paciente, pero de todas maneras estaba muy apurado por irse. Vio llegar al maestro, y este le hizo señas de que lo siguiera. El maestro traía consigo su sable láser, otros dos (2) sacos en su espalda y algo dentro de su túnica. Luego de caminar por el templo llegaron a la superficie del planeta Ygziir, rápidamente subieron de un salto a la mediana nave del maestro de Okvhel, y subieron el Droide. El momento en el que su maestro encendía los motores, el panel de navegación, ascendía y plegaba el tren de aterrizaje se hizo eterno también, hasta que salieron de la atmósfera y al entrar en la galaxia tomaron su rumbo hacia Ilum, el deshabitado e inhóspito planeta congelado.
- Spoiler:
Al llegar al gélido planeta, comenzaron a entrar a la atmósfera. Fue bastante difícil el conseguir un lugar para aterrizar, hasta que Okvhel notó en un pequeñolugar perfecto, al pie de una montaña, no muy a la vista. Descendieron y tuvieron un suave aterrizaje aunque resbalaron un poco al hacer contacto con la helada superficie del planeta. Abrieron rápidamente la nave y bajaron al planeta junto al Droide. Se sentía bastante frío, así que subieron nuevamente a tomar abrigo y bajaron nuevamente. Comenzaron a caminar hacia donde se suponía que estaban las cuevas. En un momento del camino, notaron movimientos a la lejanía, y parecían humanos. Considerando que el planeta era parte del imperio, Okvhel y su maestro consideraron bastante la posibilidad de que aquellas sombras que se vían, podrían ser miembros del imperio. Se acercaron lentamente para ver más, hasta que lo notaron. Así es, eran reclutas, recién iniciados en el imperio, que aparentemente habían salido en una misión de reconocimiento. A pesar de ser reclutas, portaban un E-11, lo cual los volvía un problema. Se acercaron lentamente, hasta que los groraron ver bien. En ese mismo momento, mientras no miraban, el maestro de Okvhel empujó fueretmente con la fuerza a uno de los tres (3) reclutas, enviándolo bastante lejos, y en ese momento tomaron sus sables y los encendieron. Comenzaron a correr en zigzag, mientras que el inexperto imperial comenzó a dispararles. Al nortar que se había quedado sin balas, el maestro se decidió a lanzarle una bola sith suprema. Esto lo hiso caer al suelo dandose un fuerte golpe, se notaba que era un iniciado en el imperio. Okvhel se acercó rapidamente, y comenzó a cortarlo fuertemente en el suelo, hasta que su maestro llegó, y lanzándole rayos de la fuerza, logró acabar con el recluta. Buscaron por unos momentos al otro recluta, el que habían empujado con la fuerza, pero no lo encontraron. Sin darle importancia, siguieron caminando. Luego de esto su maestro tomó de su túnica unos mapas holográficos que tenía del planeta, que había conseguido de la biblioteca de la academia. Con estos lograrían tomar los caminos no vigilados hacia la cueva.
—Si seguimos estas rutas, no tendremos más problemas-
Sabían que era un largo viaje, así que caminaron bastante tiempo antes de que anochezca, porque al caer la noche, las temperaturas en Ilum descienden tanto que nadie podría sobrevivir sin un refugio. Caminaron bastante tiempo, en un momento llegaron a tener que subir una montaña. Siguieron por ella y en un momento Okvhel se resbaló y calló, aunque logró tomarse con su mano de la ladera de la montaña. Su maestro le dijo.
-Lo haces de nuevo, y te dejo caer, imbecil-
Lo tomó del brazo y lo subió, Okvhel se limpió un poco la túnica, le habían quedado trozos de hielo, volvió la orientación y siguió caminando junto a su maestro. Ya era tarde, comenzaba a caer la noche y el frío ya era bastante notable. Se notaba el cansancio y el frío no ayudaba en nada. Siguieron caminando todo lo que pudieron, hasta su Droide quería descansar, pero con el incentivo y las amenazas de muerte se parte del maestro de Okvhel, siguieron caminando. En un momento la noche ya era demasiado oscura, ya casi nada se veía y en un momento su maestro resbaló cayendo al suelo, aunque Okvhel no se atrevió ni a reírse, debido a la mirada que le había dirigido su maestro
al levantarse, prácticamente se notaba fuego en sus ojos.
- Spoiler:
Si no fuera por esos mapas, no hubieran podido avanzar tanto, la noche es cruda, y no se podía caminar casi. Siguieron caminando hasta llegar al pie de una montaña, Okvhel no sabía para que, aunque su maestro se veía demasiado decidido, debería ser por alguna buena razón. Llegaron aunque desviándose de su curso, a una gran cueva que usarían como refugio, ya era tarde, no se veía casi nada, y la espesa niebla no permitía avanzar.
-Se siente un extraño olor aquí, aunque algo familiar— Pensó
Okvhel, aunque no le dio importancia, debido al extremo cansancio y se fue a
dormir.
— ¿Qué estás pensando? Ya duérmete, si esto te pareció
mucho para ti, no sabes lo que te espera— Le dijo el maestro a Okvhel.
Pasó la noche, y Okvhel y su maestro se despertaron al escuchar un estremecedor ruido. Sus reflejos fueron tomar sus sables al levantarse de un salto, y antes de poder ver siquiera que había causado ese extraño sonido ya estaban en posición de batalla, y con sus sables encendidos. El
Droide se puso detrás del maestro de Okvhel, y estos notaron frente a ellos, un Gorgodón, una bestia no inteligente, autóctona de Ilum. No era muy grande,
aunque un golpe de Gorgodón, podría causar grandes daños. Su maestro como si nada, le lanzó dos (2) esferas de la fuerza para espantar al pequeño Gorgodón. Este se logró levantar y rugió fuertemente, y se comenzaba a acercar a ellos dos. Okvhel logró espantarlo empujándolo fuerza de la cueva con su empujón debido a que había sido dañado por las esferas de su maestro.
Luego de levantarse el Gorgodón comenzó a correr lejos de
la cueva.
- Spoiler:
Un Gorgodón
Al ver que ya había salido el sol, casi agradecieron el peligroso ataque de ese Gorgodón, un reloj despertador bastante peculiar. Salieron de la cueva, y en la puerta revisaron los mapas nuevamente para no equivocarse, y siguieron caminando junto con su Droide hacia las cuevas. Caminaron un buen rato, por un bello aunque bastante monótono paisaje gélido. Sabían que ese helado planeta era totalmente inhóspito, y debían llegar rápidamente hasta las cuevas.
—Detente— Dijo el maestro a Okvhel cambiando su rumbo.
—Es por aquí, sígueme—
Okvhel notaba que se habían desviado de su curso inicial, aunque como nunca había visto ese mapa, porque según su maestro no lo merecía, así que suponía que estaba haciendo bien las cosas. Llegaron hasta la base de una montaña y Okvhel todavía no sabía porque se habían desviado. Al llegar el maestro de Okvhel dijo
—Aquí debería estar el pasaje al camino secreto, el que
lleva hacia las cuevas de cristales-
—Usted es el que sabe— Le respondió Okvhel a su maestro.
De repente, desde las montañas, tres (3) Gorgodones aparecieron, y los encerraron entre la ladera de la montaña y ellos notaron que no había escape. Rápidamente tanto su maestro como Okvhel, habían tomado sus sables y los habían encendido. El pequeño Gorgodón que habían visto antes, evidentemente había vuelto, pero esta vez con sus padres aparentemente. El maestro de Okvhel lanzó una larga serie de tornados, desorientando así a los Gorgodones, y levantando una gran pantalla de humo que los cubrió un tiempo. Bajo el humo Okvhel logró acercarse a un Gorgodón, dándose cuenta que este era el más pequeño, quien antes los había visitado, debido a que su sombra en la pantalla de humo, era la más pequeña. Dio un gran salto de la fuerza, pasando así sobre las cabezas de los Gorgodones, y asestó un fuerte corte al cuello al Gorgodón más pequeño. Notó como el Gorgodón cayó al suelo, y su sangre se desparramaba por la superficie del gélido lugar. Se volteó rápidamente y notó que los otros dos Gorgodones ya habían recuperado la estabilidad, y su maestro desde el otro lado le hizo una seña, señalándole que se encargue del Gorgodón de la derecha. Okvhel lanzó varias esferas de la fuerza hacia las patas del Gorgodón, mientras que su maestro estrangulaba al otro y lo levantaba en el aire. Okvhel luego de esto
corrió velozmente en zigzag hacia el Gorgodón. Al estar a su lado este le lanzó un fuerte golpe el cual Okvhel evadió casi por completo dando un salto tras el. Lo había cortado con sus garras en su brazo izquierdo, causándole un gran dolor, aunque Okvhel en ese momento logró soportarlo, y al caer a espaldas del Gorgodón,
cortó fuertemente sus piernas, haciéndolo caer dándose un fuerte golpe contra el suelo. Se volteó y vio como su maestro luego de estrangular fácilmente al otro
Gorgodón, lo lanzó hacia la ladera de una montaña, haciendo que se golpee violentamente contra los picos que de esta salían. Al verlo caer golpeándose la
cabeza, y notar que no lograba levantarse, el maestro de Okvhel levito con la fuerza tres (3) grandes estacas de hielo, y las dejó caer sobre el Gorgodón clavándole
dos (2) en los ojos, y una en el cuello, la cual lo terminó de matar. En ese momento Okvhel notó que su maestro estaba libre, y su Gorgodón sin piernas. Así
que rápidamente comenzó a lanzar esferas de la fuerza hacia el pecho de este Gorgodón, y su maestro lo estrangulaba levitándolo en el aire. Copiando la tecnica de su
maestro Okvhel tomó una sola gran estaca de hielo con la fuerza desde la ladera de una montaña, y a la vez en que su maestro lo estrangulaba, la lanzó hacia el cuello del Gorgodón rápidamente. La estaca atravesó el cuello del Gorgodón de un lado a otro, y su maestro lo dejó caer al suelo. Le hizo una seña para felicitarlo, y Okvhel pensó que la gruesa piel de los Gorgodones, la cual los ayudaba a soportar el frío, serviría.
—No quiero pasar frío otra noche más, ni si quiera quiero
pasar otra noche más en este inhóspito planeta, mejor llevo estas pieles- Pensó
Okvhel.
Comenzó a cortar la piel del Gorgodón rápidamente con su sable, a la vez que la iba separando en forma rectangular, como si fueran mantas. Su maestro prácticamente leyéndole la mente notó que debía hacer lo mismo, y comenzó a tomar la piel de los Gorgodones. Luego de un buen rato haciendo esto, y habiendo dejado sin piel a los dos grandes Gorgodones, Okvhel notó que habían conseguido unas cinco (5) grandes mantas de piel de Gorgodón.
Luego de esto, notó que quedaba un pequeño Gorgodón, solo que este casi no tenía piel, así que decidió llevarse un recuerdo de Ilum. Con su sable cortó con una
gran velocidad la cabeza del pequeño Gorgodón, con el objetivo de llevarla consigo como souvenir de su viaje, y como recompensa por las molestias que
estos les habían causado, sin contar las mantas. Okvhel dejó uno de los sacos que traía en el suelo, y levito con la fuerza las cinco (5) mantas de piel de Gorgodón
bien dobladas y las metió en el saco, casi llenándolo. Luego lo cerró guardando en el mismo la cabeza del pequeño Gorgodón, y volvió a colgárselo.
Ya habían derrotado a los Gorgodones, pero se dieron cuenta de que todavía no habían encontrado la entrada al pasaje que llevaba a las
cuevas de cristales, lo que Okvhel necesitaba. Comenzaron a pensar, mientras que Okvhel, incentivado por su propia hiperactividad, comenzó a tantear (Tocar)
las laderas de la montaña, hasta que en un momento encontró algo extraño.
—Mire esto maestro- Dijo Okvhel mientras su maestro se
acercaba sin ganas hacia el.
Okvhel había encontrado algo extraño. En la ladera de la montaña, una gran roca estaba casi separada. Se notaba que eso no era parte de
la montaña, así que intentaron moverla. No pudieron usando sus brazos, así que ambos, debido al gran peso de la roca, intentaron levitarla. Luego de un gran
esfuerzo, lograron mover la roca que tapaba la entrada a la cueva. La dejaron a un lado de la montaña, y se adentraron rápidamente en la extraña cueva.
Entrada a la cueva de cristales
El ambiente dentro de la cueva era bastante
peculiar. No hacía tanto frío como a la intemperie, algo que era seguro, pero se notaba algo extraño, una sensación bastante rara. Al adentrarse en la cueva, el maestro de Okvhel tomó de su túnica otro mapa, y en este se detallaba bien la ubicación de cada tipo de cristal pigmento dentro de la cueva. Okvhel decidió ir primero por los cristales morados, una decisión rápida, así que se dirigieron hacia el punto exacto dentro de la cueva, donde se encontraban los cristales
rojos. Les quedaban 4 costales, más el espacio para cristales que el Droide excavador tenía. Luego de caminar bastante tiempo dentro de la tranquila cueva de Ilum,
llegaron al lugar. Con un extremo cuidado ambos, alumno y maestro, se agacharon y miraron el suelo helado. Bajo el mismo se veían bastante bien, entre el
hielo, los cristales pigmentores morados. Estos tenían un muy buen color, así que tomaron tanto Okvhel como su Maestro, unos picos láser. Comenzaron junto al
Droide cuidadosamente, para no dañar ni el más mínimo cristal, a picar la congelada superficie que contenía los cristales. Luego de un buen rato, el
hielo se rompió, esto tardó bastante tiempo debido a que los cristales, al ser tan delicados, debían ser extraídos con un cuidado extremo. Se notaba el gran
brillo de los morados cristales, así que comenzaron a tomar los morados cristales desde la superficie. Okvhel mientras hacía esto, miró al maestro, y
este estaba levantándolos bastante más rápido, usando la fuerza para levitarlos con mucho cuidado. Okvhel vio que había sacado ya bastantes solo que había roto
otros tantos, así que el siguió a su manera, y el Dride, venía ganándoles, seguramente porque había sido construido para esto. Luego de un buen rato de
excavar, Okvhel notó que ya habían juntado una gran cantidad de cristales. Los estaban poniendo todos en una esquina del lugar, así que al ver que había unos
cuantos, Okvhel los contó. Notó que habían sacado ya diez (10), así que lentamente los comenzó a guardar a mano, en un saco. Ya habían gastado dos, y solo
quedaban tres y el compartimiento del Dride excavador. Okvhel tomó el saco y lo cargó en su espalda, y lentamente se fueron del lugar, rumbo hacia otra parte
de la cueva, donde encontrarían los cristales rojos, reconocidos por su extremo brillo.
Caminaron un buen rato, y esta vez fue bastante más lento, debido a que no querían romper los cristales. Al llegar al
lugar, al igual que antes, dejaron todas sus cosas a un lado, y Okvhel comenzó a picar el hielo con su pica láser, al igual que su maestro y el Dride
excavador. Luego de haber sacado con sumo cuidado unos 10 cristales, el maestro de Okvhel lucía aburrido, así que se levantó, y con la fuerza tomó desde el suelo, veinte (20) cristales levitándolos. Debido a su gran fragilidad, quince (15) de esos veinte (20) cristales que el maestro de Okvhel había levitado para sacarlos de la tierra, quince (15) se habían roto, así que el maestro, luego de dejar junto a los otros diez (10) cristales los cinco (5) que logró tomar, siguió haciéndolo a la manera de Okvhel y del Dride, manualmente. Okvhel lucía bastante entretenido, su maestro estaba cansado y aburrido, y el Dride… bueno,
el solo cumplía su función. Al haber pasado ya un buen rato, Okvhel notó, casi como si los hubiera contado que ya habían tomado unos treinta (30) cristales
rojos. Se dirigió hacia el lugar al lado de los sacos, donde iban dejando todos los cristales, y comenzó a contarlos. Rápidamente luego de contarlos, notó que
había acertado, había exactamente treinta (30) cristales rojos en ese lugar. Okvhel los guardó manualmente, considerando la fragilidad de estos, en los tres
sacos que restaban. Tomó luego de levantarse los tres sacos, con cristales rojos, y su maestro los sacos con cristales morados, las pieles de Gorgodón, y
la cabeza del pequeño Gorgodón.
Ahora si, solo quedaba espacio para 10 cristales, dentro del Dride excavador, así que Okvhel, luego de revisar bien el
mapa que a disgusto su maestro le prestó, se decidió que los tomaría verdes. Se dirigieron ahora a mayor velocidad, aunque cuidando que ningún cristal se
rompa, hacia ese lugar. Sabían que tenían que volver, y no querían que fuera de noche, fuera casi un suicidio. Así que rápidamente
llegaron al lugar donde se encontraban los verdes cristales. Como esta vez querían terminar más rápido, y ya habían sacado 40 cristales, lo hicieron más rápido,
aunque no mucho para no dañarlos, y esta vez no usarían la fuerza. Ambos tomaron sus picas láser y comenzaron a picar suavemente el suelo helado que
albergaba los brillantes cristales verdes. Luego de un rato de cuidadoso raspado lograron llegar hasta los cristales, removieron todo el hielo que los
tapaba de una manera bastante veloz, y comenzaron a picar suavemente los cristales para extraerlos. El Dride había comenzado a funcionar algo mal, quizás
por que excesivo uso que se le había dado, así que ahora el trabajo era más lento. Tardaron bastante tiempo en lograr extraer diez (10) cristales sin
romper ninguno, y tanto Okvhel como su maestro notaron que por el tiempo que había pasado, ya había caído la noche. Miraron nuevamente el mapa, y notaron que
estaban cerca de una salida secundaria que los llevaría al camino hacia la nave, así que intentaron acercarse al todo lo que pudieron por dentro de la
cueva. Tomaron todos los sacos, y guardaron los diez (10) cristales verdes dentro del compartimiento que el Dride tenía, así que se dirigieron caminando
lentamente, un poco por el cansancio que haber trabajado todo el día les había dado, y otro poco por el peso de los cincuenta (50) cristales que cargaban y
las pieles y cabeza de Gorgodón, hacia el lugar donde se encontraba la puerta de salida que dirigía hacia el camino a la nave. En un momento no soportaron más,
debían dormir. Abrieron el saco con las pieles, y se cubrieron usando dos (2) mantas cada uno, y cubrieron con una (1) al Droide, para evitar más daños debido
a que ya habían visto que estaba funcionando no del todo bien, y que la temperatura extrema del lugar era muy fría, aunque tuvieran las túnicas para
calentarse y el Dride toda la preparación, usaron las pieles.
Al otro día se despertaron totalmente renovados. Okvhel se despertó, para no perder la costumbre, con un fuerte grito
de parte de su maestro. Ambos ya estaban levantados, y bastante hambrientos, así que no hicieron más que tomar los sacos, guardar las pieles en ellos,
estirarse, corroborar que tuvieran todas sus cosas, y comenzar a caminar hasta la nave. Revisaron a mitad de camino nuevamente los mapas, para corroborar que
estaban siguiendo el camino correcto y así era. El maestro de Okvhel lo guardó nuevamente corroborando que estaban todos, y siguieron caminando hacia la nave.
Al llegar al lugar que el mapa indicaba y donde supuestamente estaba la nave, notaron que no había nada. Literalmente, no había nada, era el fin de una gran
montaña. Miraron hacia abajo, y notaron que el mapa no estaba equivocado, si estaban en el lugar de la nave, solo que bastante más arriba de lo que creían.
Querían volver a su planeta, así que simplemente dejaron los sacos en el suelo e hicieron un salto de la fuerza para bajar hasta la nave, porque a pesar de la
extención de la montaña, esta no era tan alta. Bajaron de ella y en ese mismo momento desde atras de la nave, salen rapidamente disparando sus rifles 4 miembros del imperio. Dos de ellos eran StormTroopers, algo más avanzado que los reclutas que habían visto anteriormente, y el otro, era el recluta que habían visto en ese lugar al llegar.
—Seguramente les avisó que estuvimos aquí y encontraron la nave, aunque al parecer no pudieron entrar en ella-
Rapidamente tomaron sus sables y los encendieron, deflectaron varios disparos devolviéndolos a los troopers, los cuales los esquivaron. El maestro le hiso una seña a Okvhel, y Okvhel comenzó a correr en ZigZag de un lado al otro, para evadir todos los disparos posibles. Mientras se concentraban en el maestro, Okvhel logró tomar por la espalda al recluta, que se había quedado un tanto más atras debido a lo que le había pasado la última vez. Okvhel con su sable fuertemente le corta las piernas, y lo ve caer al suelo sangrando. Le lanza una esfera de la fuerza en la espalda con maldad, y nota como la sangre de las piernas de este recluta manchan todo el suelo, sin contar los gritos de dolor que este daba. Luego de esto Okvhel lanzó varias esferas más a su cabeza, y lo remató cortandole el cuello con su sable.
Se acercó nuevamente a su maestro, el cual estaba logrando esquivar los disparos de los Troopers. Su maestro decidió repetir la tecnica que habían usado contra los gorgodones, pero no contaba con que los miembros del imperio, si eran inteligentes. Lanzó varios tornados, y los tropers cayeron al suelo, junto a una nube de polvo inmenza que los cubrió. Okvhel se acercó rapidamente a una de las sombras, y traspazó esta vez la nube, dando un salto y lanzandole varias esferas al trooper del suelo. La nube se desvaneció, y el trooper logró esquivar todas las esferas de Okvhel. Se notaba su poder, aunque Okvhel logró dañarle el brazo derecho, y este no tenía más balas. Tardó bastante en recargar, así que su maestro aprovechó y comenzó a estrangularlo usando la fuerza, y aprovechando que estaba dañado. Mientras tanto al otro trooper Okvhel le lanza varias esferas más, las cuales el trooper evade y devuelve el ataque lanzando varias granadas. Okvhel las esquiva agilmente saltando, aunque recibe un poco de daño de la lejana exploción en su pie derecho, impidiéndole saltar. Entonces, el trooper se decide a recargar, puesto que había gastado sus disparos con el maestro. Okvhel le lanza una esfera de la fuerza a las manos del trooper, y esto hace que tire su E-11. Mientras el maestro de Okvhel, sigue ahorcando al trooper, pero este en medio del ahorque, logra recargar y le lanza un disparo al maestro de Okvhel. Aunque este logra evadirlo agilmente, esto hiso que terminara con su ahorque de la fuerza. Entonces, con furia se acerca el maestro hacia ese trooper que le disparó. Mientras se le acercaba, el trooper lanzó una larga ráfaga de disparos hacia el maestro, y este la evadió saltando por los aires, y deflectó los últimos disparos con su sable laser. Uno de los disparos deflectados le dio en el pecho al trooper, haciéndolo caer. Al verlo en el suelo, el maestro rapidamente se le acerca, y le lanza varias heridas de la fuerza en el pecho. Al notarlo casi muerto, le corta la cabeza sin más, y se dedica a ayudar a Okvhel. Okvhel había logrado evadir varios disparos, pero en el brazo que el gorgodón le había golpeado, recibe un disparo. Queda inutil su brazo izquierdo, y en el derecho mantiene su sable. Al ver esto su maestro sin más, le lanza varias heridas de la fuerza, luego de esto estrangulándolo lo levanta en el aire, y demostrando ira, lo mata ahorcándolo, quebrándole el cuello.
Luego de esto guardaron sus sables, y decididos a irse rápido de ese planeta, usando al fuerza, con un cuidado tan extremo, que hizo que les tomara bastante tiempo
el bajar todo hasta la nave y meterlo en ella, lograron terminar de bajar tanto los sacos como el droide excavador con los cristales dentro. Abrieron rápidamente
su nave y metieron en ella al droide, y agruparon en una esquina los cinco (5) sacos con cristales. Entraron en la nave y encendieron los motores, el panel de
navegación, y todo lo demás. Comenzaron a ascender y plegaron el tren de aterrizaje, para luego dirijir su rumbo hacia Ygziir.
Al llegar a Ygziir descendieron rápidamente en la superficie del planeta. Estaban de vuelta en casa y eso los alegraba. Descendieron rápidamente y bajaron de la nave. Se desabrigaron debido a que el planeta no era tan frío como Ilum, y Okvhel, tomó los sacos con cristales el
solo, y tomó al droide, que tenía dentro los diez (10) cristales verdes. Se despidió de su maestro con un cordial saludo, le agradeció por haberlo llevado al planeta, y luego de esto se fue a guardar los cincuenta (50) cristales que había obtenido.
Al ver que ya había salido el sol, casi agradecieron el peligroso ataque de ese Gorgodón, un reloj despertador bastante peculiar. Salieron de la cueva, y en la puerta revisaron los mapas nuevamente para no equivocarse, y siguieron caminando junto con su Droide hacia las cuevas. Caminaron un buen rato, por un bello aunque bastante monótono paisaje gélido. Sabían que ese helado planeta era totalmente inhóspito, y debían llegar rápidamente hasta las cuevas.
—Detente— Dijo el maestro a Okvhel cambiando su rumbo.
—Es por aquí, sígueme—
Okvhel notaba que se habían desviado de su curso inicial, aunque como nunca había visto ese mapa, porque según su maestro no lo merecía, así que suponía que estaba haciendo bien las cosas. Llegaron hasta la base de una montaña y Okvhel todavía no sabía porque se habían desviado. Al llegar el maestro de Okvhel dijo
—Aquí debería estar el pasaje al camino secreto, el que
lleva hacia las cuevas de cristales-
—Usted es el que sabe— Le respondió Okvhel a su maestro.
De repente, desde las montañas, tres (3) Gorgodones aparecieron, y los encerraron entre la ladera de la montaña y ellos notaron que no había escape. Rápidamente tanto su maestro como Okvhel, habían tomado sus sables y los habían encendido. El pequeño Gorgodón que habían visto antes, evidentemente había vuelto, pero esta vez con sus padres aparentemente. El maestro de Okvhel lanzó una larga serie de tornados, desorientando así a los Gorgodones, y levantando una gran pantalla de humo que los cubrió un tiempo. Bajo el humo Okvhel logró acercarse a un Gorgodón, dándose cuenta que este era el más pequeño, quien antes los había visitado, debido a que su sombra en la pantalla de humo, era la más pequeña. Dio un gran salto de la fuerza, pasando así sobre las cabezas de los Gorgodones, y asestó un fuerte corte al cuello al Gorgodón más pequeño. Notó como el Gorgodón cayó al suelo, y su sangre se desparramaba por la superficie del gélido lugar. Se volteó rápidamente y notó que los otros dos Gorgodones ya habían recuperado la estabilidad, y su maestro desde el otro lado le hizo una seña, señalándole que se encargue del Gorgodón de la derecha. Okvhel lanzó varias esferas de la fuerza hacia las patas del Gorgodón, mientras que su maestro estrangulaba al otro y lo levantaba en el aire. Okvhel luego de esto
corrió velozmente en zigzag hacia el Gorgodón. Al estar a su lado este le lanzó un fuerte golpe el cual Okvhel evadió casi por completo dando un salto tras el. Lo había cortado con sus garras en su brazo izquierdo, causándole un gran dolor, aunque Okvhel en ese momento logró soportarlo, y al caer a espaldas del Gorgodón,
cortó fuertemente sus piernas, haciéndolo caer dándose un fuerte golpe contra el suelo. Se volteó y vio como su maestro luego de estrangular fácilmente al otro
Gorgodón, lo lanzó hacia la ladera de una montaña, haciendo que se golpee violentamente contra los picos que de esta salían. Al verlo caer golpeándose la
cabeza, y notar que no lograba levantarse, el maestro de Okvhel levito con la fuerza tres (3) grandes estacas de hielo, y las dejó caer sobre el Gorgodón clavándole
dos (2) en los ojos, y una en el cuello, la cual lo terminó de matar. En ese momento Okvhel notó que su maestro estaba libre, y su Gorgodón sin piernas. Así
que rápidamente comenzó a lanzar esferas de la fuerza hacia el pecho de este Gorgodón, y su maestro lo estrangulaba levitándolo en el aire. Copiando la tecnica de su
maestro Okvhel tomó una sola gran estaca de hielo con la fuerza desde la ladera de una montaña, y a la vez en que su maestro lo estrangulaba, la lanzó hacia el cuello del Gorgodón rápidamente. La estaca atravesó el cuello del Gorgodón de un lado a otro, y su maestro lo dejó caer al suelo. Le hizo una seña para felicitarlo, y Okvhel pensó que la gruesa piel de los Gorgodones, la cual los ayudaba a soportar el frío, serviría.
—No quiero pasar frío otra noche más, ni si quiera quiero
pasar otra noche más en este inhóspito planeta, mejor llevo estas pieles- Pensó
Okvhel.
Comenzó a cortar la piel del Gorgodón rápidamente con su sable, a la vez que la iba separando en forma rectangular, como si fueran mantas. Su maestro prácticamente leyéndole la mente notó que debía hacer lo mismo, y comenzó a tomar la piel de los Gorgodones. Luego de un buen rato haciendo esto, y habiendo dejado sin piel a los dos grandes Gorgodones, Okvhel notó que habían conseguido unas cinco (5) grandes mantas de piel de Gorgodón.
Luego de esto, notó que quedaba un pequeño Gorgodón, solo que este casi no tenía piel, así que decidió llevarse un recuerdo de Ilum. Con su sable cortó con una
gran velocidad la cabeza del pequeño Gorgodón, con el objetivo de llevarla consigo como souvenir de su viaje, y como recompensa por las molestias que
estos les habían causado, sin contar las mantas. Okvhel dejó uno de los sacos que traía en el suelo, y levito con la fuerza las cinco (5) mantas de piel de Gorgodón
bien dobladas y las metió en el saco, casi llenándolo. Luego lo cerró guardando en el mismo la cabeza del pequeño Gorgodón, y volvió a colgárselo.
Ya habían derrotado a los Gorgodones, pero se dieron cuenta de que todavía no habían encontrado la entrada al pasaje que llevaba a las
cuevas de cristales, lo que Okvhel necesitaba. Comenzaron a pensar, mientras que Okvhel, incentivado por su propia hiperactividad, comenzó a tantear (Tocar)
las laderas de la montaña, hasta que en un momento encontró algo extraño.
—Mire esto maestro- Dijo Okvhel mientras su maestro se
acercaba sin ganas hacia el.
Okvhel había encontrado algo extraño. En la ladera de la montaña, una gran roca estaba casi separada. Se notaba que eso no era parte de
la montaña, así que intentaron moverla. No pudieron usando sus brazos, así que ambos, debido al gran peso de la roca, intentaron levitarla. Luego de un gran
esfuerzo, lograron mover la roca que tapaba la entrada a la cueva. La dejaron a un lado de la montaña, y se adentraron rápidamente en la extraña cueva.
- Spoiler:
Entrada a la cueva de cristales
El ambiente dentro de la cueva era bastante
peculiar. No hacía tanto frío como a la intemperie, algo que era seguro, pero se notaba algo extraño, una sensación bastante rara. Al adentrarse en la cueva, el maestro de Okvhel tomó de su túnica otro mapa, y en este se detallaba bien la ubicación de cada tipo de cristal pigmento dentro de la cueva. Okvhel decidió ir primero por los cristales morados, una decisión rápida, así que se dirigieron hacia el punto exacto dentro de la cueva, donde se encontraban los cristales
rojos. Les quedaban 4 costales, más el espacio para cristales que el Droide excavador tenía. Luego de caminar bastante tiempo dentro de la tranquila cueva de Ilum,
llegaron al lugar. Con un extremo cuidado ambos, alumno y maestro, se agacharon y miraron el suelo helado. Bajo el mismo se veían bastante bien, entre el
hielo, los cristales pigmentores morados. Estos tenían un muy buen color, así que tomaron tanto Okvhel como su Maestro, unos picos láser. Comenzaron junto al
Droide cuidadosamente, para no dañar ni el más mínimo cristal, a picar la congelada superficie que contenía los cristales. Luego de un buen rato, el
hielo se rompió, esto tardó bastante tiempo debido a que los cristales, al ser tan delicados, debían ser extraídos con un cuidado extremo. Se notaba el gran
brillo de los morados cristales, así que comenzaron a tomar los morados cristales desde la superficie. Okvhel mientras hacía esto, miró al maestro, y
este estaba levantándolos bastante más rápido, usando la fuerza para levitarlos con mucho cuidado. Okvhel vio que había sacado ya bastantes solo que había roto
otros tantos, así que el siguió a su manera, y el Dride, venía ganándoles, seguramente porque había sido construido para esto. Luego de un buen rato de
excavar, Okvhel notó que ya habían juntado una gran cantidad de cristales. Los estaban poniendo todos en una esquina del lugar, así que al ver que había unos
cuantos, Okvhel los contó. Notó que habían sacado ya diez (10), así que lentamente los comenzó a guardar a mano, en un saco. Ya habían gastado dos, y solo
quedaban tres y el compartimiento del Dride excavador. Okvhel tomó el saco y lo cargó en su espalda, y lentamente se fueron del lugar, rumbo hacia otra parte
de la cueva, donde encontrarían los cristales rojos, reconocidos por su extremo brillo.
Caminaron un buen rato, y esta vez fue bastante más lento, debido a que no querían romper los cristales. Al llegar al
lugar, al igual que antes, dejaron todas sus cosas a un lado, y Okvhel comenzó a picar el hielo con su pica láser, al igual que su maestro y el Dride
excavador. Luego de haber sacado con sumo cuidado unos 10 cristales, el maestro de Okvhel lucía aburrido, así que se levantó, y con la fuerza tomó desde el suelo, veinte (20) cristales levitándolos. Debido a su gran fragilidad, quince (15) de esos veinte (20) cristales que el maestro de Okvhel había levitado para sacarlos de la tierra, quince (15) se habían roto, así que el maestro, luego de dejar junto a los otros diez (10) cristales los cinco (5) que logró tomar, siguió haciéndolo a la manera de Okvhel y del Dride, manualmente. Okvhel lucía bastante entretenido, su maestro estaba cansado y aburrido, y el Dride… bueno,
el solo cumplía su función. Al haber pasado ya un buen rato, Okvhel notó, casi como si los hubiera contado que ya habían tomado unos treinta (30) cristales
rojos. Se dirigió hacia el lugar al lado de los sacos, donde iban dejando todos los cristales, y comenzó a contarlos. Rápidamente luego de contarlos, notó que
había acertado, había exactamente treinta (30) cristales rojos en ese lugar. Okvhel los guardó manualmente, considerando la fragilidad de estos, en los tres
sacos que restaban. Tomó luego de levantarse los tres sacos, con cristales rojos, y su maestro los sacos con cristales morados, las pieles de Gorgodón, y
la cabeza del pequeño Gorgodón.
Ahora si, solo quedaba espacio para 10 cristales, dentro del Dride excavador, así que Okvhel, luego de revisar bien el
mapa que a disgusto su maestro le prestó, se decidió que los tomaría verdes. Se dirigieron ahora a mayor velocidad, aunque cuidando que ningún cristal se
rompa, hacia ese lugar. Sabían que tenían que volver, y no querían que fuera de noche, fuera casi un suicidio. Así que rápidamente
llegaron al lugar donde se encontraban los verdes cristales. Como esta vez querían terminar más rápido, y ya habían sacado 40 cristales, lo hicieron más rápido,
aunque no mucho para no dañarlos, y esta vez no usarían la fuerza. Ambos tomaron sus picas láser y comenzaron a picar suavemente el suelo helado que
albergaba los brillantes cristales verdes. Luego de un rato de cuidadoso raspado lograron llegar hasta los cristales, removieron todo el hielo que los
tapaba de una manera bastante veloz, y comenzaron a picar suavemente los cristales para extraerlos. El Dride había comenzado a funcionar algo mal, quizás
por que excesivo uso que se le había dado, así que ahora el trabajo era más lento. Tardaron bastante tiempo en lograr extraer diez (10) cristales sin
romper ninguno, y tanto Okvhel como su maestro notaron que por el tiempo que había pasado, ya había caído la noche. Miraron nuevamente el mapa, y notaron que
estaban cerca de una salida secundaria que los llevaría al camino hacia la nave, así que intentaron acercarse al todo lo que pudieron por dentro de la
cueva. Tomaron todos los sacos, y guardaron los diez (10) cristales verdes dentro del compartimiento que el Dride tenía, así que se dirigieron caminando
lentamente, un poco por el cansancio que haber trabajado todo el día les había dado, y otro poco por el peso de los cincuenta (50) cristales que cargaban y
las pieles y cabeza de Gorgodón, hacia el lugar donde se encontraba la puerta de salida que dirigía hacia el camino a la nave. En un momento no soportaron más,
debían dormir. Abrieron el saco con las pieles, y se cubrieron usando dos (2) mantas cada uno, y cubrieron con una (1) al Droide, para evitar más daños debido
a que ya habían visto que estaba funcionando no del todo bien, y que la temperatura extrema del lugar era muy fría, aunque tuvieran las túnicas para
calentarse y el Dride toda la preparación, usaron las pieles.
Al otro día se despertaron totalmente renovados. Okvhel se despertó, para no perder la costumbre, con un fuerte grito
de parte de su maestro. Ambos ya estaban levantados, y bastante hambrientos, así que no hicieron más que tomar los sacos, guardar las pieles en ellos,
estirarse, corroborar que tuvieran todas sus cosas, y comenzar a caminar hasta la nave. Revisaron a mitad de camino nuevamente los mapas, para corroborar que
estaban siguiendo el camino correcto y así era. El maestro de Okvhel lo guardó nuevamente corroborando que estaban todos, y siguieron caminando hacia la nave.
Al llegar al lugar que el mapa indicaba y donde supuestamente estaba la nave, notaron que no había nada. Literalmente, no había nada, era el fin de una gran
montaña. Miraron hacia abajo, y notaron que el mapa no estaba equivocado, si estaban en el lugar de la nave, solo que bastante más arriba de lo que creían.
Querían volver a su planeta, así que simplemente dejaron los sacos en el suelo e hicieron un salto de la fuerza para bajar hasta la nave, porque a pesar de la
extención de la montaña, esta no era tan alta. Bajaron de ella y en ese mismo momento desde atras de la nave, salen rapidamente disparando sus rifles 4 miembros del imperio. Dos de ellos eran StormTroopers, algo más avanzado que los reclutas que habían visto anteriormente, y el otro, era el recluta que habían visto en ese lugar al llegar.
—Seguramente les avisó que estuvimos aquí y encontraron la nave, aunque al parecer no pudieron entrar en ella-
Rapidamente tomaron sus sables y los encendieron, deflectaron varios disparos devolviéndolos a los troopers, los cuales los esquivaron. El maestro le hiso una seña a Okvhel, y Okvhel comenzó a correr en ZigZag de un lado al otro, para evadir todos los disparos posibles. Mientras se concentraban en el maestro, Okvhel logró tomar por la espalda al recluta, que se había quedado un tanto más atras debido a lo que le había pasado la última vez. Okvhel con su sable fuertemente le corta las piernas, y lo ve caer al suelo sangrando. Le lanza una esfera de la fuerza en la espalda con maldad, y nota como la sangre de las piernas de este recluta manchan todo el suelo, sin contar los gritos de dolor que este daba. Luego de esto Okvhel lanzó varias esferas más a su cabeza, y lo remató cortandole el cuello con su sable.
Se acercó nuevamente a su maestro, el cual estaba logrando esquivar los disparos de los Troopers. Su maestro decidió repetir la tecnica que habían usado contra los gorgodones, pero no contaba con que los miembros del imperio, si eran inteligentes. Lanzó varios tornados, y los tropers cayeron al suelo, junto a una nube de polvo inmenza que los cubrió. Okvhel se acercó rapidamente a una de las sombras, y traspazó esta vez la nube, dando un salto y lanzandole varias esferas al trooper del suelo. La nube se desvaneció, y el trooper logró esquivar todas las esferas de Okvhel. Se notaba su poder, aunque Okvhel logró dañarle el brazo derecho, y este no tenía más balas. Tardó bastante en recargar, así que su maestro aprovechó y comenzó a estrangularlo usando la fuerza, y aprovechando que estaba dañado. Mientras tanto al otro trooper Okvhel le lanza varias esferas más, las cuales el trooper evade y devuelve el ataque lanzando varias granadas. Okvhel las esquiva agilmente saltando, aunque recibe un poco de daño de la lejana exploción en su pie derecho, impidiéndole saltar. Entonces, el trooper se decide a recargar, puesto que había gastado sus disparos con el maestro. Okvhel le lanza una esfera de la fuerza a las manos del trooper, y esto hace que tire su E-11. Mientras el maestro de Okvhel, sigue ahorcando al trooper, pero este en medio del ahorque, logra recargar y le lanza un disparo al maestro de Okvhel. Aunque este logra evadirlo agilmente, esto hiso que terminara con su ahorque de la fuerza. Entonces, con furia se acerca el maestro hacia ese trooper que le disparó. Mientras se le acercaba, el trooper lanzó una larga ráfaga de disparos hacia el maestro, y este la evadió saltando por los aires, y deflectó los últimos disparos con su sable laser. Uno de los disparos deflectados le dio en el pecho al trooper, haciéndolo caer. Al verlo en el suelo, el maestro rapidamente se le acerca, y le lanza varias heridas de la fuerza en el pecho. Al notarlo casi muerto, le corta la cabeza sin más, y se dedica a ayudar a Okvhel. Okvhel había logrado evadir varios disparos, pero en el brazo que el gorgodón le había golpeado, recibe un disparo. Queda inutil su brazo izquierdo, y en el derecho mantiene su sable. Al ver esto su maestro sin más, le lanza varias heridas de la fuerza, luego de esto estrangulándolo lo levanta en el aire, y demostrando ira, lo mata ahorcándolo, quebrándole el cuello.
Luego de esto guardaron sus sables, y decididos a irse rápido de ese planeta, usando al fuerza, con un cuidado tan extremo, que hizo que les tomara bastante tiempo
el bajar todo hasta la nave y meterlo en ella, lograron terminar de bajar tanto los sacos como el droide excavador con los cristales dentro. Abrieron rápidamente
su nave y metieron en ella al droide, y agruparon en una esquina los cinco (5) sacos con cristales. Entraron en la nave y encendieron los motores, el panel de
navegación, y todo lo demás. Comenzaron a ascender y plegaron el tren de aterrizaje, para luego dirijir su rumbo hacia Ygziir.
- Spoiler:
Al llegar a Ygziir descendieron rápidamente en la superficie del planeta. Estaban de vuelta en casa y eso los alegraba. Descendieron rápidamente y bajaron de la nave. Se desabrigaron debido a que el planeta no era tan frío como Ilum, y Okvhel, tomó los sacos con cristales el
solo, y tomó al droide, que tenía dentro los diez (10) cristales verdes. Se despidió de su maestro con un cordial saludo, le agradeció por haberlo llevado al planeta, y luego de esto se fue a guardar los cincuenta (50) cristales que había obtenido.
————————————
Obtengo;
+1 Cabeza de Gorgodon pequeña
+5 Pieles de Gorgodon
+10 Cristales Verdes
+10 Cristales Morados
+30 Cristales Rojos
Mi ficha; En firma. (De paso dejenla como quiero, copiando el spoiler)
PD: Hablé con lCasta con el tema de la cantidad de cristales, me dijo que haciendo este tipo de roleo, estaba bien debido a la ayuda recivida y la extención del roleo.
- Spoiler:
- Nombre OFF ROL:
.:Sanosuke:.
Nombre ON ROL:
Okvhel Klemont
Nivel alcanzado y dónde:
Ygziir; Jen'Karis {2}
Nivel actual y dónde:
Ygziir; Jen'Karis {2}
Objetos que tengo:
Ropajes:
· Túnica negra de Jen'Karis {1}
· Túnica negra de Iniciado Sith {1}
Armamento:
· Sable Rojo {1}
Otros objetos:
· Cabeza de Gorgodon pequeño {1}
· Pieles de Gorgodon {5}
Cristales:
· Cristal pigmentor rojo {30}
· Cristal pigmentor verde {10}
· Cristal pigmentor morado {10}
Dactarios en total:
· 100 Dactarios.
Última edición por Okvhel Klemont el Jue Mar 29, 2012 2:28 am, editado 4 veces (Razón : Corregido el tema de que el planeta es parte de imperio.)
Invitado- Invitado
Re: [Obtención Ygziir] Un viaje a Ilum. [Sin revisar]
Aunque sea un roleo muy bueno, que he podido leer por encima me parece una obtención exagerada en un planeta que forma parte del Imperio Galáctico (Tatooine, Base Imperial), en mi opinión al entrar al planeta tendrías que encontrarte con más obstáculos i obtener una cantidad de cristales más moderada.
Hakvel- Mensajes : 1139
Fecha de inscripción : 23/08/2011
Localización : Arkania
Re: [Obtención Ygziir] Un viaje a Ilum. [Sin revisar]
Primero que nada agradezco la crítica.
Desconocía que el planeta era parte del Imperio que tan encontra está de Ygziir, ya he corregido las cosas.
Sobre la cantidad, estuve hablando con lCasta, y me dijo que estaba bien.
Desconocía que el planeta era parte del Imperio que tan encontra está de Ygziir, ya he corregido las cosas.
Sobre la cantidad, estuve hablando con lCasta, y me dijo que estaba bien.
Última edición por Okvhel Klemont el Jue Mar 29, 2012 12:25 am, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Jessie Cleo- Mensajes : 37
Fecha de inscripción : 21/08/2011
Localización : Achillea; Campamento Clon
Re: [Obtención Ygziir] Un viaje a Ilum. [Sin revisar]
Bueno, muchas gracias antes que nada. Estoy empezando en esto, pero roleo hace bastante (Nunca en Hw, entré hace no mucho), aunque algo sobre el universo de Star Wars nunca había escrito. Me guie de otros roleos que he visto.
Invitado- Invitado
Re: [Obtención Ygziir] Un viaje a Ilum. [Sin revisar]
+1 Cabeza de Gorgodon pequeña > Valido.
+5 Pieles de Gorgodon > Valido.
+10 Cristales Verdes > Valido.
+5 Cristales Morados > Valido, Los cristales morados en ilum son escasos, normalmente se encuentran azules y verdes.
+30 Cristales Rojos > Invalido, en Ilum no se encuentran cristales de dicho color, y ni siquiera por dicha cantidad.
+5 Pieles de Gorgodon > Valido.
+10 Cristales Verdes > Valido.
+5 Cristales Morados > Valido, Los cristales morados en ilum son escasos, normalmente se encuentran azules y verdes.
+30 Cristales Rojos > Invalido, en Ilum no se encuentran cristales de dicho color, y ni siquiera por dicha cantidad.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
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