Habbo Wars
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Mensaje por Stryfe Dom Oct 06, 2013 11:45 pm

Mandalore.

Descendía lentamente una nave hacia los hangares del planeta. Tras unos instantes la nave desplegó su tren de aterrizaje y se posó sobre el suelo del hangar. La compuerta de la nave se abrió y de ella bajaron tres mandalorianos y otro sujeto que bajaba esposado. Este grupo de soldados recién había llegado de una larga misión. El líder de ese escuadrón era Bektahr quien, a pesar de su corta edad, tenía una gran capacidad de liderazgo. Tras bajar de la nave se encontraron con uno de los encargados del hangar quien les dijo que el Mandalore los estaba esperando en su palacio. Luego de escuchar estas palabras el grupo de mandalorianos se dirigió a los aposentos del líder mandaloriano.

Mientras caminaban por las calles de la capital del planeta la gente los observaba con curiosidad pero a la vez con respeto. No tardaron mucho en llegar a las puertas del palacio. Estas estaban hechas de madera con retoques de oro y del metal más resistente de la galaxia, acero mandaloriano o beskar. Un guardia los identificó desde una torre y dio la orden para abrir las puertas. Las amplias puertas se abrieron de par en par dejando pasar a los tres guerreros y al prisionero.

Subieron las largas escaleras del lugar y se encontraron en un amplio salón con paredes de color rojo escarlata y amplios ventanales. Se hallaban en la cúpula mandaloriana. Solo la elite y el mismísimo Mandalore tenían acceso a esa torre. Caminaron hasta el centro del salón y Bektahr se dirigió a los presentes.


- Mandalore y miembros de la elite me dirijo a ustedes para comentarles del regreso de mi escuadrón del planeta Raxus Prime. Nuestra misión constaba de obtener información de as acciones de la República en ese planeta. Hemos logrado averiguar que la República tenía informantes dentro del mismo planeta y tenía pensado realizar una invasión para tomar control del planeta. A su vez, pudimos descubrir la ubicación e identidad de uno de sus informantes y hemos logrado capturarlo. Esto no fue fácil, dos de mis hombres murieron en el campo de batalla. Aquí a mi lado... - dice señalando al prisionero -  se encuentra e espía republicano. Dejo a su criterio qué hacer con él.

- Mis felicitaciones a usted y a su equipo. Han realizo un buen trabajo y su misión era de vital importancia. Su escuadrón será reconocido por todos los mandalorianos y se le otorgará un reconocimiento a cada uno de sus miembros. Nosotros nos encargaremos de interrogar al prisionero. Ahora por favor diríjase a donde el Inquisidor Bralor, me comentó que tenía una nueva misión para usted y su equipo. - dijo el Mandalore.


El Mandalore y los miembros de la cúpula los condecoraron con una medalla y con el debido respeto. Luego de esto, Bektahr y sus compañeros se retiraron del salón y emprendieron rumbo al edificio del Inquisidor. No quedaba muy lejos del palacio así que llegaron relativamente rápido. Tocaron la puerta del edifico para entrar. A los pocos segundos la puerta se abrió y se dio a ver la cara del Inquisidor.

- ¿Quién osa interrumpirme? - preguntó con voz ronca el Inquisidor.

- Somos el escuadrón recién llegado de la misión de Raxus Prime - replicó uno de los miembros del equipo.


Después de escuchar la respuesta, el Inquisidor abrió la puerta y les dejó entrar. Estuvieron un par de horas debatiendo sobre la misión. No parecía ser una misión muy complicada. Un granjero de Alderaan estaba preocupado por la vida de su ganado, su única fuente de dinero. Parecía ser que unos bandidos andaban matando a sus animales. Nada del otro mundo. Bektahr, en nombre de su equipo, aceptó la misión con gusto y fueron rápidamente a preparar su equipo para dirigirse al día siguiente a aquel planeta.

Era un nuevo día y Bektahr recién se había levantado. Sabía que ese día debía emprender una nueva misión junto a su confiable equipo. Rápidamente se colocó su armadura de tonos ocre y preparó sus armas. Luego de esto camino hasta llegar al hangar donde lo esperaban sus dos compañeros. Subieron los tres a la nave y Bektahr ingresó las coordenadas. La nave comenzó a elevarse y rápidamente salió de la atmósfera del planeta para luego dar el salto al hiperespacio.


Alderaan.

Ingresaron fácilmente en la atmósfera del planeta. Comenzaron a observar el entorno mientras descendían. Era un día soleado en el planeta. Los rayos de sol iluminaban las copas de los árboles. Después de descender durante unos minutos aterrizaron sobre una de las tantas llanuras del planeta. Bajaron de la nave con rifle en mano y revisaron nuevamente la ubicación de la granja del campesino. Luego de haber hecho esto emprendieron camino hacia dicha granja. No tardaron demasiado en llegar pues habían aterrizado bastante cerca de donde se ubicaba el campo del ganjero. Encontraron al granjero sentado en el pastizal y un par de Nerfs pastoreando a su alrededor. Los Nerf eran criaturas peludas de metro y medio de alto y con catro cuernos. Su piel y cuernos eran utilizados en accesorios y ropa mientras que s carne y órganos eran comercializados como exquisiteces.

[Roleo/Obtención] Zh8l

- Saludos. ¿Qué se les ofrece? - dijo el campesino en un tono amigable.

- Fuimos enviados por el Mandalore. Venimos a encargarnos de quienes matan su ganado. - replico seriamente Bektahr.

- Ah... pues que bueno que llegaran tan rápido. Pasen a mi cabaña por favor. Les explicaré la situación. - dijo confiado el granjero.


Entraron a la precaria cabaña tras haber hablado con el campesino. Parecía que pasaba todo el día fuera de su cabaña porque solo había una caldera, una cama, un par de sillas y una mesa y unos estantes. a pesar de eso, el ganjero tení muchísimo dinero y estaba dispuesto a pagar lo que sea con tal de garantizar la seguridad de sus Nerfs. Les explico la situación: unos bandidos ya conocidos por la zona asesinaban su ganado para comercializar su carne y órganos pues eran muy apreciados por los habitantes de las ciudades. El campesino les explico que no eran cualquier clase de bandidos pues estaban armados con rifles y navajas. A pesar de esto, Bektahr y sus compañeros parecían basante confiados.

Esa misma noche plantaron un señuelo a unos metros de la cabaña a la espera de los malhechores. Tras unos instantes un disparo impactó en el señuelo y lograron distinguir de donde provenía el disparo. Uno de los mandalorianos tomó la iniciativa y con su jetpack se dirigió en dirección al ejecutor del disparo. Al posicionarse sobre él lanzo una granada la cual explotó y dejó un pequeño cráter en el suelo. Luego de esto se acerco al cuerpo sin vida del cazador y lo escupió.


- Escoria... - musitó el mandaloriano.

Luego de esto volvió con sus compañeros y les describió las armas que portaba el asesino. No eran muchas armas pero eran armas de buen calibre. Portaba un rifle de asalto, un par de granadas y una espada ancha. No había de que preocuparse se encargarían rápidamente del resto de los bandidos.

La noche siguiente no sucedió lo mismo que anteriormente. Vinieron dos bandidos mejor armados y es scooters. Se movían rápido y tenían muy buena puntería. Era tal su puntería que le asestaron un disparo en la pierna en uno de los mandalorianos dejando una marca en su armadura. A pesar de esto, el otro mandaloriano y Bektahr reaccionaron velozmente y comenzaron una persecución. Cada uno debía encargarse de asesinar a un malhechor. Ambos dieron en el blanco al primer disparo y los bandidos cayeron tumbados al piso. Bektahr dio la orden de asesinar a un de los bandidos y llevar al otro para interrogarlo. Cuando el mandaloriano escuchó la orden le disparo al malhechor en la cabeza asesinándolo.

Volvieron a la cabaña con el nuevo prisionero donde comenzaron a interrogarlo. El prisionero no emitía palabra alguna hasta que Bektahr propuso utilizar el lanzallamas de su armadura. Asustado el hombre comenzó a hablar.


- ¡Por favor! ¡No me hagan nada! ¡Les diré todo lo que sé! - gritó deseperado.

- Bien pues... comienza a hablar o te quemarás. - dijo en un tono serio Bektahr.

- Pertenezco a una organización de contrabandistas de la Capital, Aldera. Nos dedicamos mayormente a comerciar con alimentos o armas ilegales. Ustedes tres no podrían contra todos nosotros. Nuestro armamento es superior al suyo. - dijo en un tono soberbio.

- ¿Ah si? Pues eso ya lo veremos... - repicó Bektahr.


Los mandalorianos pidieron refuerzos al Mandalore quien les envió un pelotón de quince hombres para derrotar a la fuerza contrabandista. Estos refuerzos llegaron a la mañana siguiente y, a paso redoblado, se dirigieron a la base de operaciones del grupo contrabandista. Llegaron allí tras unas horas de marcha y, plantando una granada ingresaron a la fuerza.

En el interior se encontraban dos guardias que empezaron a disparar a discreción contra la fuerza mandaloriana. Ambos guardias cayeron al piso inconcientes tras el impaco de dos dardos. Siguieron avanzando hasta llegar a una escalera donde un grupo de unos veinte soldados defendían la entrada a la oficina del jefe. Desde ese momento se libró una batalla campal en el interior del edificio. Varios soldados mandalorianos cayeron inconscientes o muertos. A pesar de esto la fuerza contrabandista fue derrotada e ingresaron a la oficina del jefe. Se encontraba allí sentado confiado de que nada le pasaría pero cuando los mandalorianos ingresaron y lo tomaron por sorpresa dio un grito y se escondió tras su escritorio. Un par de mandalorianos se acercaron y lo tomaron por la espalda. Estos lo llevaron a donde se hallaba Bektahr quien de un disparo acabo con su vida.

Luego de haber derrotado a la fuerza contrabandista volvieron a la granja a darle las buenas noticias y recibir su pago. Al darle las noticias al granjero, este comenzó a saltar de alegría. Ya n tenía nada que amenazara a sus Nerfs. Le entregó veinte mil datarios como pago por el trabajo. Y como gesto de gentileza le entregó a los tres miembros del equipo un regalo muy especial para él.


- Esto es para ustedes. Cada uno me ha demostrado la valentía y las habilidades del pueblo mandaloriano. Les entrego una cría de mis queridos Nerf como regalo de agradecimiento. - dijo el campesino sonriendo.

- Gracias, señor. - dijeron los tres mandalorianos al unísono.


Metieron a los Nerf en distintas jaulas y los cargaron en su nave. Subieron a la misma y colocaron nuevamente las coordenadas de Mandalore. Comenzaron a  ascender las distintas naves mandalorianas. Desde su nave, el escuadrón saludaba al granjero quien había demostrado una gran hospitalidad.

- Espero nos encontremos de nuevo... - se dijo a si mismo Bektahr.

_______________
+ Obtengo una cría de Nerf
Esto es puramente rolero. Los usaré en distintos roleos y también rolearé como lo adiestro y su desarrollo.
Espero críticas constructivas.
Stryfe
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Mensaje por Satella Mar Oct 08, 2013 1:24 am

Hola.

Me agrado la historia, los colores y la presentación, no tengo mucho más que decir.

Obtención válida.


Dejo tema abierto por si quieren comentar
.
Satella
Satella

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