[Roleo Carida] Cambiando el Rumbo [Vessell]

por Banqoth Sáb Dic 08, 2012 3:23 am

Cambiando de rumbo.

El Caballero Asgara, se encontraba en Achillea, una gran academia jedi, en la cual había ingresado hace poco tiempo, pero el sentía que su destino no estaba allá, sino que estaba en un lugar en donde tenga muchas cosas que hacer y lo necesiten de otra manera. Entonces una noche, en el medio de un sueño se despertó de un salto, mientras que se levantaba de la cama, apoyando los pies en el piso, al lado de sus sandalias, este se agarraba la cabeza, intentado de calmarse. Al notar que no funcionaba, se puso las sandalias y fue a al baño, pero a veces le pasaba que cuando se levantaba rápido, se mareaba un poco, y eso mismo le paso, chocó contra algunas paredes y objetos pero finalmente llegó al baño, entonces se arremangó la túnica y abrió el agua fría, para sí mojarse la cara. Una vez tranquilo, el caballero, pensó en esa pesadilla, y se dirigió al Jardín de meditación. Mientras llegaba, caminó por los caminos de Achillea, estos estaban llenos de vegetación y daban gusto de pasar por allí. Entonces al llegar al lugar donde deseaba ir, es decir, el jardín de meditación, se sentó en una de las piedras que estaban pegadas naturalmente al piso y cerró los ojos. Empezó a adentrarse en sus sentimientos, buscando en que parte se encontraba lo que hizo surgir esa pesadilla, el miedo que tenía el caballero. Luego de horas de meditar, descubrió lo que le pasaba y lo entendió, entonces lo pudo controlar, pero en su cabeza tenía la idea de que su futuro quizá no era en la academia en la que estaba. Lentamente abrió los ojos y notó ver al Maestro Tranius Betmed, sentado en una roca a unos metros de él, meditando, pero al levantarse, el abrió sus ojos y se levanto rápidamente.

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Jardín de meditación de Achillea

Entonces, le dijo:

Tranius Betmed: Saludos Caballero ¿Qué hace a estas horas acá?
Asgara: Tuve una pesadilla y quizá meditar sobre ella. Y ¿Usted?
Tranius Betmed: ¿Yo? Realizo mi meditación matutina, me levanto a la mañana, muy temprano mientras todos duermen y empiezo a meditar, a recorrer la academia y algunas cosas más. Por eso me sorprende que estés tú acá.
Asgara: Si, es raro lose. Hace tiempo que nos conocemos, ¿Podría preguntarle algo? O ¿Contarle un pensamiento mío y que me dé su opinión?
Tranius Betmed: Si, claro. Hable tranquilo.
Asgara: Bueno lo que me pasa es lo siguiente, yo vine a esta academia para poder ayudar y hacer muchas cosas. Pero siento que desde que llegué no pude hacer nada, como que no me necesitan, que hay lugares en los que si soy requerido de otra manera. Entonces tenía pensado dejar la academia y ayudar a otra que esté por allí. La cual no se… pero tengo una vaga idea de cómo es.
Tranius Betmed: ¿Cómo es? Así le podrá ayudarle, o no.
Asgara: Emm es un mundo de la alta gravedad fue cubierto por todo tipo de montañas rocosas y campos congelados de hielo, las selvas tropicales por completo de plantas carnívoras y de desiertos.
Tranius Betmed: Mmm ¿Carida? Podría ser. Ve a allí e intenta buscar un asentamiento, una academia o algo.
Asgara: Si claro. Gracias Maestro ¿Nos veremos algún día?
Tranius Betmed: Si, y yo estaré orgulloso del Caballero al que conocí y entrene.
Asgara: Gracias maestro.

Entonces lentamente Asgara se retiro haciendo una reverencia al maestro, pero este le dio un abrazo, simbolizando su gran aprecio al caballero y demostrándole que le extrañará, al separarse, el caballero, se fue hacia su habitación, en donde agarró todas sus pertenencias y objetos más preciados. Pero había una cosa que no podía llevarse, y eso eran las memorias y los grandes momentos que vivió en esa academia, pero entendió la razón de su ida. Luego de unas horas, Asgara decidió dejar una nota, la cual decía:
Compañeros:

Nota escribió:Gracias a todos, tanto Padawans, como caballeros, y maestros. Me hicieron sentir parte de la academia durante este tiempo. Crecí mucho, y espero que algún día lo vean y me tengan como un gran recuerdo. No pretendo que me entiendan, sino que no se me olvide. Gracias y suerte. Que la fuerza les acompañe a todos y a cada uno de ustedes.

Dejó la nota en su cama, la cual estaba tendida y ordenada, al igual que su habitación. Lentamente se dirigió al hangar, para poder entrar a su nave y así dejar la academia que le había enseñado mucho. Vio poca gente moviéndose, pero siempre estaban los centinelas vigilando la zona. Estos le miraron raro a Asgara, no era normal que un Caballero se fuera de la academia a esas horas. Pero ninguna opinión iba a hacerle cambiar de parecer, su destino no estaba en Achillea, sino en Carida, si así se llamaba el planeta que visualizó. Entonces, abrió la cabina de su nave, para así ingresar, una vez dentro dejó sus pertenencias en el asiento que se sitúa atrás del suyo, es decir, del de piloto. Rápidamente se levantó de su asiento y cerró la cabina. Seguidamente, al sentarse devuelta, prendió los motores y los paneles de navegación, lo que hizo que todo funcione correctamente para un buen despegue, entonces, sacó el mapa de coordenadas y se fijó donde estaba Carida. Este, estaba lejos de la academia, pero quizá el viaje valdría la pena, si fuere ese el planeta que visualizo. Con cuidado, despegó del hangar, dejando, después de unos minutos, el planeta. Entonces su aventura comenzaba recién, faltaba muchas cosas para que finalice, pero la vida siempre es una aventura tras otra.

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Carida.

Luego de mucho tiempo de viaje, llegó a Carida. Luego de entrar a la atmosfera, decidió investigar un poco del planeta, si estaba habitada o no. Al parecer no debería haber nadie, pero él sentía grandes usuarios de la fuerza, gente que manejaba la fuerza. Y uno muy cercano a él, como si ese le estuviera esperando, entonces, se giró y agarro su mochila, de allí alcanzó su cinturón, el cual tenía todos sus sables y otras cosas. Apenas abrió la cabina, con la otra mano tomó su sable, descolgándolo lentamente, entonces salió de la nave, y notó que alguien le observaba, como si le estuvieran esperando. Pero era solo una persona, o eso sentía. Lentamente prendió su sable, el cual era morado, una sombra, sentado debajo de un árbol le dijo:

Desconocido: Hasta que llegaste. Pensé que no llegarías nunca.
Asgara: ¿Qué? ¿Acaso me esperaban?
Desconocido: Si, claro. Tú serás el guardián de la academia que está allí. –Decía mientras señalaba el bosque.
Asgara: ¿Yo? ¿Guardián? ¿Devuelta?
Desconocido: Si, tu. Ya lo fuiste una vez, no deberías tener tanto asombro. Serás una parte importante de esta academia, lo siento. Además, conociéndote, serás un gran ejemplo para algunos de acá.
Asgara: ¿Qué? ¿Me conoces?
Desconocido: Pues, claro ¿Cómo no te voy a conocer? Ah, cierto sigo en la sombra. –Al decir esto, salió de ella y mostró quien era.

Asgara: ¿Abuelo? Tu acá… Es imposible.
Dasa Vatara: Si acá estoy.
Asgara: Pero… Es imposible.
Dasa Vatara: No… no lo es. Si no, no estaría acá.
Asgara: Pero… bueno tenés razón ¿Cómo está abuelo?
Dasa Vatara: Bien, contento por tu camino que elegiste.
Asgara: Gracias… supongo. Intento ser lo que tú y mi padre, entre otros, me enseñaron.
Dasa Vatara: Y lo estás haciendo muy bien. Me gustaría darte algo.
Asgara: ¿Qué? No tenés que hacerlo. No necesito nada.
Dasa Vatara: No es algo que necesites. Sino algo que simbolice. –Lentamente se llevó su mano izquierda a su ojo izquierdo, en donde tiene el parche… Entonces este se lo sacó, para luego pedirle las manos a Asgara y así entregárselo. Seguidamente, sacó otro y se lo puso.
Asgara: ¿Tu parche? Será un honor tenerlo para mí. Gracias, significa mucho.
Dasa Vatara: Gracias a ti. Ahora vete. Una academia te necesita.

Entonces Asgara saludo por última vez a su abuelo y se fue, hacia el bosque que estaba en el medio del planeta. Para allí seguir su camino…
Continuara…