[Roleo de Cambio de Faccion] Doppelganger

Izsha descansaba. Miraba al techo, pensando en sus cosas. Especialmente en lo mucho que se aburría. Necesitaba algo nuevo. Nuevos objetivos. Ya lo tenía pensado. Saldría mañana para Drongar con los nuevos hijos de la oscuridad. La renacida Orden Dark Sith. De pronto, una corriente fría. Se giró rápidamente hacia la ventana. Estaba cerrada. No era posible. Se tumbó de nuevo y cogió un paquete de cigarrillos. Extrajo uno con sus finos y blanquecinos dedos y lo puso entre sus labios, de un tono rosado leve. Encendió el cigarro con un sencillo mechero gris metálico y cerró los ojos. El humo ascendía y enturbiaba la imagen de su rostro, iluminado por la tenue luz anaranjada de la lampara del dormitorio. De pronto sintió un frió que la atravesaba la espalda. Su boca se abrió por completo como sus ojos, y el cigarro calló de su boca, y se perdió en el suelo. Por primera vez en su vida, sintió su corazón claramente, siendo desgarrado, y no de una forma retorica. La vida se le escapaba lentamente, su sangre empapó el colchón. La daga terminó de atravesarla, sobresaliendo de su pecho. La punta de la hoja cubierta con su sangre fue la ultima imagen que vieron sus ojos, antes de que todo empezara a nublarse, y se durmiera eternamente.

Norvina desclavó la daga de su hermana a través del colchón, y rodó de debajo de esta. Se levanto, y miró su túnica, manchada de gotas de sangre.
-Que lastima de túnica.-Mencionó en voz baja. Miró el cuerpo sin vida de su hermana. Su venganza se había completado así. Desde que Izsha se deshizo de ella en los callejones de Nar Shadda, había planeado como la asesinaría. Fueron años de seguimiento a través de la Galaxia, de realizar contactos, y de trazar el momento justo para asestarle un golpe que la enviase a las profundidades del averno. Su venganza se había completado. Pero ahora ya no tenía una motivación de existir. Podría suicidarse allí mismo. No era una opción vana, pues tampoco tenía ningún interés en nada. Había desarrollado una profunda sociopatía. Miro a su alrededor, y se encaró hacia la pared norte, por cuya ventana había entrado hace una hora, esperando a su hermana para asesinarla. Empuñó la daga, y se la apoyó en el pecho, con el pomo hacia la pared, calculando cuanto espacio necesitaría para empalarse contra ella. Pero se dió cuenta de algo. Unos papeles sobre la mesita. Era una carta, dirigida a Izsha. Alguien le pedía que abandonase Korriban y se pusiera en contacto con las autoridades de Drongar.
-Mh... Drongar, ¿uh? Podría ser divertido...-Masculló con el papel en la mano. Pensó en el echo de que fuera gemela a Izsha. Nadie iba a preguntarle nada. Podía suplantarla perfectamente. Guardó la daga y el papel en su túnica, y se dispuso a desmaterializar el cadáver de su hermana con hechicería oculta, usando un conjuro que impregno el cuerpo con una neblina purpura tras la cual no quedó nada en ese colchón, salvo la mancha carmesí.
-Bah, para cuando lo descubran será demasiado tarde.-Se dio la vuelta, y se dirigió a la ventana, y tras abrirla, saltó al exterior. Su caza estelar la esperaba en una caverna cercana, una mera oquedad en la piedra del paisaje arisco y afilado de la tierra de los sith. Tras volver a este, puso rumbo a Drongar, donde comenzaría algo parecido a una vida, y buscaría obtener un poder que la colmase de libertad.



PD: Gracias a SoloWing por sus aportes

Buen roleo. Por mi, válido

Me gustaría destacar algunos fallos en la ortografía, pero la idea está perfecta.

¿Cigarrillos en Hw? WTF... ¿qué no se le llamaban varas + algo...?