[Roleo de Ossus] La nueva generación de Caballeros Jedi. [Khern]

por Rakdos Lun Jun 18, 2012 1:43 pm

Con un cielo soleado amanecia el mundo para Athek Kenobi, Cónsul de la Orden Jedi y del Templo Jedi situado en Ossus. Éste, estirando los brazos y bostezando, se levantó de su cama. Giraba su cuello y su cuerpo, mientras abria y cerraba los ojos, pasando a limpiarse las legañas de sus ojos. Después de despertarse completamente, se dirigio a su armario a recoger sus túnicas marrones y beiges. Tras vestirse, preparó su cinturón y salió de su habitación, cerrando la puerta sin hacer ruido. Los pasillos estaban aún oscuros; poca era la gente que paseaba por ella. El Cónsul se dirigió por los largos pasillos hacia el comedor, donde había quedado con su Padawan, Vecreth Tankard. Cuando llegó observó la puntualidad de su aprendiz, que ya estaba listo delante de la estatua del Maestro Jedi Ooroo. Athek se acercó a el y lo analizó de arriba a abajo con la mirada.

- Hola Maestro. - dijo el Padawan.
- Veo que estas nervioso, joven. ¿Has dormido bien? - preguntó ahora el Cónsul.
- Si maestro, he dormido bien. ¿Es normal que este nervioso? - le respondió Vecreth preguntándole.
- Por supuesto, pero relájate o lo harás peor. Vamos a desayunar y nos iremos de inmediato - dijo el Cónsul mientras le invitaba a pasar delante de él con la mano.

Vecreth se dirigió al interior de la sala, de la cual desde fuera se podía oler el rico olor de la comida. Se sentaron en un banco cercano a la mesa de la comida, y de inmediato el Cónsul fue a por la comida de los dos. Ya en la mesa, los dos comieron tranquilos y conversando de multiples temas.

Al cabo de un rato, cuando terminaron ya de rebañar el plato, esperaron dos minutos a que bajase la comida y se dirigieron hacia los exteriores del templo. Allí se encontraron con muchos soldados y generales Jedi, pero no se pararon a conversar con ninguno de ellos, tan solo un saludo de lejos. Terminaron de pasar por entre la multitud y se dirigieron ahora al hangar del planeta. Allí, se subieron a la misma nave los dos y prepararon todo para despegar. El Cónsul tras asegurarse de que todo estaba listo, comenzó a elevar la nave y fijó las coordenadas hacia Coruscant, donde tenían una cita pendiente con el Canciller Supremo.

Los Jedi no sabían nada de los riesgos que tendrían al acudir a aquella cita.