[Roleo/Obtención] Parásito
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[Roleo/Obtención] Parásito
Y una vez más, caí al suelo de espaldas, dolido. Me levanté lentamente, agotado, aún enarbolando mi nuevo sable láser Idhum con fuerza. Llevaba un buen rato entrenando con mi maestro, y a pesar de mis indudables mejoras, aún no había sido capaz de derrotarle, aunque cada vez me faltaba menos. Él, alzó una mano, diciéndome tras apagar su sable láser: Has mejorado bastante Coen, pero vamos a dejarlo por hoy; estás cansado y ya va siendo hora de echarse un poco. Obediente, apagué mi sable láser y me alejé de él, saliendo de la sala de entrenamiento. Sin embargo, antes de haber salido, me dijo: Un momento, Coen. Mientras yo me giraba, veía como él avanzaba a paso rápido hacia mí. Cuando estuvimos a un metro aproximado, comenzó a decir: Ahora que te has convertido en un Guardián Jedi, las misiones que te encomendaré serán más duras, y por ende, más arriesgadas. Ven conmigo.
Echó a andar por el pasillo, y yo le seguí a medio metro de distancia. Según íbamos caminando, él alzó su brazo izquierdo, y vi como un bulto bajaba por debajo de su manga, para acabar en la palma de su mano. Era una especie de cucaracha, pero como más repugnante. Yo me paralicé en el acto durante un segundo, y reconociendo al parásito, grité: ¡ Es un Orbalisko ! Mi instinto llevó mi mano al cinturón donde reposaba mi sable láser, pero Sobek, con una mirada tranquilizadora me frenó. Desconocía qué estaba pasando, aunque la curiosidad me mataba por dentro. Él, tras una pequeña carcajada dijo: Sí, es un Orbalisko. Resumiendo mucho: Son unos parásitos que se alimentan de tu energía y se van multiplicando rápidamente hasta matarte. Tu misión es muy arriesgada, más de lo que te puedas imaginar. Mañana mismo, cuando hayas descansado, partirás a Dxun, y te harás con unos pocos. He mandado instalar en tu nave un dispositivo de ocultación, que te salvará de ser detectado por los mandalorianos que puedan estar por la zona, pero eso no te resguardará de las criaturas de Dxun. Créeme, los beneficios serán más sustanciosos de lo que te puedas imaginar. Guárdalos aquí. Y dicho esto, extrajo del interior de su túnica un recipiente cilíndrico, y me lo puso en la mano.
Al día siguiente...
Encendí el panel de control de mi nave, y mientras cerraba la cabina de la nave mediante la fuerza, encendí los motores. Acto seguido comencé a ascender cada vez más rápido hasta que oculté el tren de aterrizaje. Salí a gran velocidad de la atmósfera, y me conecté con uno de los anillos de hipermotor espacial. Introduje las coordenadas de Dxun, y salté al hiperespacio. Durante mi viaje, pensé: A juzgar por lo que he leído de los Orbaliskos, deberán estar en alguna cueva...
De repente, salí del hiperespacio. Vi ante mí la luna de Dxun, y liberándome del anillo, avancé hacia ella hasta entrar en su atmósfera. Reduje la velocidad, y desplegando el tren de aterrizaje, aterricé en un claro muy cerrado rodeado de árboles. Llovía, por lo que me eché la capucha por encima. Tomé el Idhum, y cerré mi mano en torno al Cataclismo de la Fuerza. Salí de la nave; la lluvia me gustaba, pero en ese momento me iba a molestar, lo sabía bien.
Cerré mis ojos, y apreté con fuerza el Cataclismo de la Fuerza. El silencio se hizo de repente, y la lluvia cesó. De hecho, todo rastro de nubes en el cielo de Dxun desapareció a los pocos segundos. Orgulloso del hecho, tomé aire, y me interné en el bosque.
Obtengo: Recipiente cilíndrico.
Echó a andar por el pasillo, y yo le seguí a medio metro de distancia. Según íbamos caminando, él alzó su brazo izquierdo, y vi como un bulto bajaba por debajo de su manga, para acabar en la palma de su mano. Era una especie de cucaracha, pero como más repugnante. Yo me paralicé en el acto durante un segundo, y reconociendo al parásito, grité: ¡ Es un Orbalisko ! Mi instinto llevó mi mano al cinturón donde reposaba mi sable láser, pero Sobek, con una mirada tranquilizadora me frenó. Desconocía qué estaba pasando, aunque la curiosidad me mataba por dentro. Él, tras una pequeña carcajada dijo: Sí, es un Orbalisko. Resumiendo mucho: Son unos parásitos que se alimentan de tu energía y se van multiplicando rápidamente hasta matarte. Tu misión es muy arriesgada, más de lo que te puedas imaginar. Mañana mismo, cuando hayas descansado, partirás a Dxun, y te harás con unos pocos. He mandado instalar en tu nave un dispositivo de ocultación, que te salvará de ser detectado por los mandalorianos que puedan estar por la zona, pero eso no te resguardará de las criaturas de Dxun. Créeme, los beneficios serán más sustanciosos de lo que te puedas imaginar. Guárdalos aquí. Y dicho esto, extrajo del interior de su túnica un recipiente cilíndrico, y me lo puso en la mano.
Al día siguiente...
Encendí el panel de control de mi nave, y mientras cerraba la cabina de la nave mediante la fuerza, encendí los motores. Acto seguido comencé a ascender cada vez más rápido hasta que oculté el tren de aterrizaje. Salí a gran velocidad de la atmósfera, y me conecté con uno de los anillos de hipermotor espacial. Introduje las coordenadas de Dxun, y salté al hiperespacio. Durante mi viaje, pensé: A juzgar por lo que he leído de los Orbaliskos, deberán estar en alguna cueva...
De repente, salí del hiperespacio. Vi ante mí la luna de Dxun, y liberándome del anillo, avancé hacia ella hasta entrar en su atmósfera. Reduje la velocidad, y desplegando el tren de aterrizaje, aterricé en un claro muy cerrado rodeado de árboles. Llovía, por lo que me eché la capucha por encima. Tomé el Idhum, y cerré mi mano en torno al Cataclismo de la Fuerza. Salí de la nave; la lluvia me gustaba, pero en ese momento me iba a molestar, lo sabía bien.
Cerré mis ojos, y apreté con fuerza el Cataclismo de la Fuerza. El silencio se hizo de repente, y la lluvia cesó. De hecho, todo rastro de nubes en el cielo de Dxun desapareció a los pocos segundos. Orgulloso del hecho, tomé aire, y me interné en el bosque.
Obtengo: Recipiente cilíndrico.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo/Obtención] Parásito
Cocinando con Coen, Ahre xD
Obtención Valida.
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Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo/Obtención] Parásito
Caminaba a paso rápido a lo largo del bosque. Debía guiarme por instinto, debido a que la oscuridad de la noche entre los árboles me dificultaba bastante la visión; esquivaba ramas sueltas, árboles y arbustos. Sabía que debía ser muy cuidadoso, ya que en aquella luna se ocultaban terribles criaturas. Criaturas que no tenía ganas de encontrarme, aunque por otro lado, pensaba que iba a ser inevitable.
Iba caminando sin rumbo aparente, solo al frente, esperando encontrar alguna cueva o algo que se le pareciera. De repente, escuché un ruido. No era el ruido de una ramita partiéndose en dos, como yo me esperaba, era el ruido de unas pisadas continuas, que emitían cada vez más fuerza. Dichas pisadas se acercaban a mí a gran velocidad, e indicaban que el que las producía no envidiaría mi tamaño. Aún así, me quedé completamente quieto, junto a un árbol, y llevé una mano a mi sable láser, que estaba fijo en mi cinturón. La criatura estaba a tan solo medio metro de mí, practicamente al otro lado del árbol. Pasó de largo, a mi lado, y pude verla, reconociéndola: Era un Zakkeg, y por fortuna, de los pequeños. Lo curioso es que a pesar de ser de los pequeños, me ganaba en peso, en tamaño y en intimidación.
Me sentí afortunado de ver que pasaba olímpicamente de mí, pero duró poco, desgraciadamente. De golpe, el animal se giró, y se quedó mirándome fijamente. El tiempo pareció congelarse a mi alrededor durante un hermoso segundo, hasta que el Zakkeg se abalanzó sobre mí. Por suerte reaccioné a tiempo para saltar a un lado, esquivando una embestida que hizo retumbar todo el árbol. Giré sobre mis pies, y lo miré fijamente a los ojos. No me parecía bien matar a esa criatura, por fea que fuera. Retrocedí con un salto, y la bestia se irguió rápidamente. De repente echó a correr hacia mí, pero yo ya estaba prevenido, y me había entrenado para casos como este. Alcé ambas manos rápidamente, estirando los dedos, y señalando a la criatura. Determinados refuerzos me habrían ayudado a matarla de una sola descarga, pero no era eso lo que me proponía.
De mis diez dedos emergió una gran corriente de rayos de la fuerza, que superaba con creces las dimensiones del Zakkeg. Dichos rayos recorrieron todo su cuerpo, pero yo los concentré mayormente en su cráneo. La descarga duró apenas unos segundos, pues la hice cesar de golpe, haciendo que el Zakkeg cayera inconsciente al suelo. No tenía tiempo que perder, seguramente los chillidos de la criatura hubieran llamado la atención de otros posibles seres. Ahora avancé a más velocidad a lo largo del bosque.
Y así fui a lo largo y ancho de del bosque durante varias horas, hasta que al final encontré una cueva. Encendí mi sable láser, debido a que ya desde fuera, podía ver que estaba completamente a oscuras. Me interné en la cueva, usando el Idhum para iluminarme el paso. Habían varios charcos, provocados por goteras en el techo de la cueva. De repente, oí una especie de chasquido a un metro de distancia a mi derecha, y girándome, vi de que se trataba. Cuatro parásitos indescriptibles avanzaban a paso lento hacia mí. Uno de ellos iba a la cabeza, otros dos detrás, y al final un último rezagado. No pude evitar sentir un poco de asco, pero me agaché, y cuando vi que el primero estaba ya casi tocándome, alcé el recipiente y se lo eché encima, encerrándolo. Maniobré para darle la vuelta sin que se saliera, y repetí el mismo proceso con los otros tres orbaliskos. Cerré el recipiente rápidamente, pues parecía que eran capaces de salir de él si se lo proponían. Me quedé observándolos, y pensé para mis adentros: ¿Para qué querra Sobek esto?
Obtengo: Cuatro Orbaliskos
Iba caminando sin rumbo aparente, solo al frente, esperando encontrar alguna cueva o algo que se le pareciera. De repente, escuché un ruido. No era el ruido de una ramita partiéndose en dos, como yo me esperaba, era el ruido de unas pisadas continuas, que emitían cada vez más fuerza. Dichas pisadas se acercaban a mí a gran velocidad, e indicaban que el que las producía no envidiaría mi tamaño. Aún así, me quedé completamente quieto, junto a un árbol, y llevé una mano a mi sable láser, que estaba fijo en mi cinturón. La criatura estaba a tan solo medio metro de mí, practicamente al otro lado del árbol. Pasó de largo, a mi lado, y pude verla, reconociéndola: Era un Zakkeg, y por fortuna, de los pequeños. Lo curioso es que a pesar de ser de los pequeños, me ganaba en peso, en tamaño y en intimidación.
Me sentí afortunado de ver que pasaba olímpicamente de mí, pero duró poco, desgraciadamente. De golpe, el animal se giró, y se quedó mirándome fijamente. El tiempo pareció congelarse a mi alrededor durante un hermoso segundo, hasta que el Zakkeg se abalanzó sobre mí. Por suerte reaccioné a tiempo para saltar a un lado, esquivando una embestida que hizo retumbar todo el árbol. Giré sobre mis pies, y lo miré fijamente a los ojos. No me parecía bien matar a esa criatura, por fea que fuera. Retrocedí con un salto, y la bestia se irguió rápidamente. De repente echó a correr hacia mí, pero yo ya estaba prevenido, y me había entrenado para casos como este. Alcé ambas manos rápidamente, estirando los dedos, y señalando a la criatura. Determinados refuerzos me habrían ayudado a matarla de una sola descarga, pero no era eso lo que me proponía.
De mis diez dedos emergió una gran corriente de rayos de la fuerza, que superaba con creces las dimensiones del Zakkeg. Dichos rayos recorrieron todo su cuerpo, pero yo los concentré mayormente en su cráneo. La descarga duró apenas unos segundos, pues la hice cesar de golpe, haciendo que el Zakkeg cayera inconsciente al suelo. No tenía tiempo que perder, seguramente los chillidos de la criatura hubieran llamado la atención de otros posibles seres. Ahora avancé a más velocidad a lo largo del bosque.
Y así fui a lo largo y ancho de del bosque durante varias horas, hasta que al final encontré una cueva. Encendí mi sable láser, debido a que ya desde fuera, podía ver que estaba completamente a oscuras. Me interné en la cueva, usando el Idhum para iluminarme el paso. Habían varios charcos, provocados por goteras en el techo de la cueva. De repente, oí una especie de chasquido a un metro de distancia a mi derecha, y girándome, vi de que se trataba. Cuatro parásitos indescriptibles avanzaban a paso lento hacia mí. Uno de ellos iba a la cabeza, otros dos detrás, y al final un último rezagado. No pude evitar sentir un poco de asco, pero me agaché, y cuando vi que el primero estaba ya casi tocándome, alcé el recipiente y se lo eché encima, encerrándolo. Maniobré para darle la vuelta sin que se saliera, y repetí el mismo proceso con los otros tres orbaliskos. Cerré el recipiente rápidamente, pues parecía que eran capaces de salir de él si se lo proponían. Me quedé observándolos, y pensé para mis adentros: ¿Para qué querra Sobek esto?
Obtengo: Cuatro Orbaliskos
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo/Obtención] Parásito
"¿Para qué querrá Sobek esto?"
Obtención Valida.
Obtención Valida.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo/Obtención] Parásito
Buen roleo, aunque has obtenido los orbaliskos con "demasiada" facilidad, su poder es mayor del que aparenta. Pero bueno, obtenciones válidas.
Invitat- Invitado
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