[Roleo de Ossus + Obtencion] Húmedo como el rosio matutino. [Revisado]
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[Roleo de Ossus + Obtencion] Húmedo como el rosio matutino. [Revisado]
Prologo:
Podía aguantar la textura de su húmeda piel. Tocándolo, viéndolo, y aun así, seguía crédulo. Imperdonable, increíble, inagotable... palabras simples que venían a mi mente en momentos de agonía.Finalmente decidí caminar un poco mas... solo un poco... tocando aquella dulce piel vegetal, aquellas hojas y arboledas de la jungla. Una jungla densa, húmeda, hermosa, e inhabitable. Camino a lo desconocido decía yo, camino a lo desconocido.
Mirada en negro, tan solo unas pocas imágenes en blanco aparecían en mi frió parpado, con los ojos cerrados, ya habiendo visto mi destino, camino unos pocos metros mas... no muchos, habrán sido uno, o dos, como mucho. Repose mi mano en el aire levantándola, y continuamente camine con ella alzada. Toque algo, húmedo por la lluvia y demasiado frió por la propia tierra. La puerta de la academia.
Historia:
Con una mano en la fría y húmeda manija, propia de un herrero antiguo abrí la puerta paralelamente a la derecha, inclinándome tan solo un poco por su denso peso. Hice lo mismo con la otra. Ante mi se abrió un paisaje singular, hermoso, extravagante. Me adentré en ella y la puerta se cerro a mi paso, a cada paso, una gota de rosio depositada en el césped, caía. Una y otra vez, una y otra, una y otra. Un interminable circulo de placer para mi joven oído. Seguí caminando.
De a poco los otros iniciados iban viendo mi paso, poniendo diferentes caras de sorpresa, quizá por ser desconocido. No sentían miedo, almenos hacia a mi, estaba desarmado y aun ellos siendo jedis, eran apenas jovenes y no lograban alcanzar aquella gran sensación de ineptitud completa hacia el miedo. Me incliné, habia
encontrado un objeto singular y lugubre.
-Debe ser mi dia.- Dije a mis adentros contemplando una dorada y brillante moneda. Me la guardé repentinamente y me levante.
Segui caminando, contemplando no solo la vegetación si no la fauna, propia de la humanidad, del universo. Para aquel tiempo, para mi, todo era una dulce musica esperando por ser contemplada, escuchada, admirada.
Llegue sin darme cuenta a los pasillos interiores. Debo admitirlo, el paisaje no cambio mucho. Habia bajado tan solo una escalera y tras una puerta la vegetacion era la misma, el habiente tambien, nada cambiaba. Me encentré a algunas personas, que se paraban a verme, confundidas sin saber si atacar o no, y siguiendo sus principios como jedis tan solo seguian caminando.
Depronto, nuevamente sin darme cuenta, me encontraba en una habitacion a la que habia entrado cruzando una puerta metallica enmarcada con madera vieja. Vi algunos uniformes de batalla, unos pocos sables usados, algunas túnicas diferenciales, algunos arcaicos nuevos esperando para ser usados, y finalmente, una tunica para un joven iniciado como en ese tiempo yo era.
Escuche por detras mio un sable y luego mirando a la pared delante mio, un débil brillo.
-¿Quien eres?- Escuche una voz.
Me di vuelta lentamente y respondi como me dio la voz, algo ronca por tal momento incomodo.
-S...Soy euderan señor. Mi nombre es Euderan, mas bien. Vine aqui a aprender, soy... un iniciado.
-Bien. Pues, mi nombre es rodrigo.- Dijo riendo- Un placer. Sere uno de tus tutores en el camino de la iluminacion.
-Oh... pues... ¡Hola!- Le respondi- Un placer igualmente.
-Sigueme porfavor, Euderan.
Apago su sable de forma amable y delicada. Empecé a seguirlo, a nuestro paso, mas y mas jovenes iban apareciendo de forma curiosa, intentando descrubrir un enigma que no fue. Seguimos caminando. Luego de unos minutos y de forma minuciosa, logramos llegar pasando entre personas y mas personas a una sala amplia. A decir verdad, una de las pocas que no estaba cuvierta, o almenos aun, por la vegetacion. Al parecer, un aula nueva.
Luego de unos minutos esperando en la puerta de aquella aula, yo y aquel caballero nuevo en mi memoria, entramos y el mismo me presento a los demas. Un aula repeta de expertos y sabios, de caballeros y guardianes, de jovenes y aprendices, y aun mas, repleta de sabiduria. Me coronaron como nuevo, mediante una supuesta medalla, mas bien una insignia, de la orden jedi.
Luego de unos momentos, se me dio la orden de retirarme. Sali caminando de aquel gran lugar, volvi a aquella enorme jungla en los adentrios de la academia, y me quede contemplando aquel hermoso rosio, frio e irrefutable.
FIN
Obtengo:
Ropaje de iniciado jedi.
Moneda de plata.
Medallon con simbolo de la orden jedi.
Podía aguantar la textura de su húmeda piel. Tocándolo, viéndolo, y aun así, seguía crédulo. Imperdonable, increíble, inagotable... palabras simples que venían a mi mente en momentos de agonía.Finalmente decidí caminar un poco mas... solo un poco... tocando aquella dulce piel vegetal, aquellas hojas y arboledas de la jungla. Una jungla densa, húmeda, hermosa, e inhabitable. Camino a lo desconocido decía yo, camino a lo desconocido.
Mirada en negro, tan solo unas pocas imágenes en blanco aparecían en mi frió parpado, con los ojos cerrados, ya habiendo visto mi destino, camino unos pocos metros mas... no muchos, habrán sido uno, o dos, como mucho. Repose mi mano en el aire levantándola, y continuamente camine con ella alzada. Toque algo, húmedo por la lluvia y demasiado frió por la propia tierra. La puerta de la academia.
Historia:
Con una mano en la fría y húmeda manija, propia de un herrero antiguo abrí la puerta paralelamente a la derecha, inclinándome tan solo un poco por su denso peso. Hice lo mismo con la otra. Ante mi se abrió un paisaje singular, hermoso, extravagante. Me adentré en ella y la puerta se cerro a mi paso, a cada paso, una gota de rosio depositada en el césped, caía. Una y otra vez, una y otra, una y otra. Un interminable circulo de placer para mi joven oído. Seguí caminando.
De a poco los otros iniciados iban viendo mi paso, poniendo diferentes caras de sorpresa, quizá por ser desconocido. No sentían miedo, almenos hacia a mi, estaba desarmado y aun ellos siendo jedis, eran apenas jovenes y no lograban alcanzar aquella gran sensación de ineptitud completa hacia el miedo. Me incliné, habia
encontrado un objeto singular y lugubre.
-Debe ser mi dia.- Dije a mis adentros contemplando una dorada y brillante moneda. Me la guardé repentinamente y me levante.
Segui caminando, contemplando no solo la vegetación si no la fauna, propia de la humanidad, del universo. Para aquel tiempo, para mi, todo era una dulce musica esperando por ser contemplada, escuchada, admirada.
Llegue sin darme cuenta a los pasillos interiores. Debo admitirlo, el paisaje no cambio mucho. Habia bajado tan solo una escalera y tras una puerta la vegetacion era la misma, el habiente tambien, nada cambiaba. Me encentré a algunas personas, que se paraban a verme, confundidas sin saber si atacar o no, y siguiendo sus principios como jedis tan solo seguian caminando.
Depronto, nuevamente sin darme cuenta, me encontraba en una habitacion a la que habia entrado cruzando una puerta metallica enmarcada con madera vieja. Vi algunos uniformes de batalla, unos pocos sables usados, algunas túnicas diferenciales, algunos arcaicos nuevos esperando para ser usados, y finalmente, una tunica para un joven iniciado como en ese tiempo yo era.
Escuche por detras mio un sable y luego mirando a la pared delante mio, un débil brillo.
-¿Quien eres?- Escuche una voz.
Me di vuelta lentamente y respondi como me dio la voz, algo ronca por tal momento incomodo.
-S...Soy euderan señor. Mi nombre es Euderan, mas bien. Vine aqui a aprender, soy... un iniciado.
-Bien. Pues, mi nombre es rodrigo.- Dijo riendo- Un placer. Sere uno de tus tutores en el camino de la iluminacion.
-Oh... pues... ¡Hola!- Le respondi- Un placer igualmente.
-Sigueme porfavor, Euderan.
Apago su sable de forma amable y delicada. Empecé a seguirlo, a nuestro paso, mas y mas jovenes iban apareciendo de forma curiosa, intentando descrubrir un enigma que no fue. Seguimos caminando. Luego de unos minutos y de forma minuciosa, logramos llegar pasando entre personas y mas personas a una sala amplia. A decir verdad, una de las pocas que no estaba cuvierta, o almenos aun, por la vegetacion. Al parecer, un aula nueva.
Luego de unos minutos esperando en la puerta de aquella aula, yo y aquel caballero nuevo en mi memoria, entramos y el mismo me presento a los demas. Un aula repeta de expertos y sabios, de caballeros y guardianes, de jovenes y aprendices, y aun mas, repleta de sabiduria. Me coronaron como nuevo, mediante una supuesta medalla, mas bien una insignia, de la orden jedi.
Luego de unos momentos, se me dio la orden de retirarme. Sali caminando de aquel gran lugar, volvi a aquella enorme jungla en los adentrios de la academia, y me quede contemplando aquel hermoso rosio, frio e irrefutable.
FIN
Obtengo:
Ropaje de iniciado jedi.
Moneda de plata.
Medallon con simbolo de la orden jedi.
Última edición por Euderan. el Jue Feb 02, 2012 7:47 pm, editado 2 veces
Demagal- Mensajes : 290
Fecha de inscripción : 04/01/2012
Edad : 28
Rediable- Mensajes : 1701
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 31
Re: [Roleo de Ossus + Obtencion] Húmedo como el rosio matutino. [Revisado]
Obtenciones validas.
Se recuerda que es un roleo de paso a padawan por lo tanto es valido, incluyendo que son cosas de poco valor respectivamente.
Para la próxima recuerda hacer los roleos un poco más largos y fíjate en la ortografía.
Un Saludo.
Se recuerda que es un roleo de paso a padawan por lo tanto es valido, incluyendo que son cosas de poco valor respectivamente.
Para la próxima recuerda hacer los roleos un poco más largos y fíjate en la ortografía.
Un Saludo.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
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