[Roleo de Ygziir] ¿Emociones? ¡Já!

por Invitado Dom Ene 29, 2012 8:50 pm

Prólogo.
Ygziir.

Thurr, descansaba en una de las habitaciones de la base imperial en Ygziir, éste muchacho tenía un largo pelo negro como la noche, unos ojos llenos de ira y sufrimiento, de color rojo óscuro y en el centro una especie de rojo burdeos. Vestía una larga túnica roja burdeos que llegaba hasta los tobillos, además tenía una armadura óscura y con algunos rasguños, símbolos de una gran batalla. No era muy alto; sin embargo su corpulencia le hacía uno de los más temibles soldados del lugar. Era valiente y despierto, decidido, frío y calculador. La gente al verle, notaban como éste había sufrido de dolor, y no era menos, desde pequeño había sido abandonado de padres hasta que le recogió el soldado Ghort que ahora mismo es el Capitán Ghort. Como de costumbre, el soldado Thurr iba a reflexionar sobre su día en uno de los miradores de la base.
Terminando sus trabajos, el cabo Gnesí se acercó a Thurr y le dijo:

- ¿Otra vez pensando en ella...?
- Sí señor, no puedo dejar de amarla un segundo, ésto es una tortura para mí, me siento distante a ella y lo nota... Siempre me quedo paralizado cuando la veo, mi corazón late más que nunca y a la vez... pienso... que debo separarme de ella. Pero es tan fuerte el sentimiento que siento que me impide hacerlo.
- ¿Sabes qué mañana habrá torneo junto con los de la academia de Ygziir, no?
- Sí, pero me siento incapaz de luchar contra tal dama, me volvería loco hacerle un mínimo rasguño, creo que no participaré en ese acto.
- ¡Estás loco! Reflexiona por favor, al Gran Almirante no le gustaría ver ese actitud en uno de los mejores soldados que tiene en sus filas.
- Bueno, hasta mañana...

Tras terminar la charla con el cabo Gnesí volví a mi camarote. Todo estaba como siempre limpio y ordenado, una leve sonrisa caracterizaba el rostro de mi compañero, que éste no sabía nada de lo sucedido. Era extraño su sonrisa era rara, no era como antes, parecía que estaba tramando algo pero no quería provocarle ni insultarle así que empecé a pensar en ella esperando a que el sueño se apoderará de mí.

Ella era más o menos de la misma estatura que yo, tenía un liso cabello rojo intenso y algún que otro cabello índigo, vestía sencillas túnicas de color negro con el símbolo de la Orden Sith en blanco, predominando éste. Era inteligente, tenía un gran dominio del sable láser, sabía utilizar la fuerza cuando verdaderamente se debía utilizar, además era Devota, sabía un poco de la alquimia sith y bastante de las épocas gloriosas de éstos. Los demás le tenían aprecio, nunca una devota había tenido tanto dominio con el sable láser y tanta imaginación con la fuerza como ella.

Nos acercábamos al día del torneo, las lanzaderas imperiales salían de la base imperial directas a la Academia, Thurr ya pronto vería a Nikky.
Las tropas imperiales formaron un desfile militar delante de la base, ya habíamos bajado y el capitán mirándome me dijo que me inclinase ante los Lores.

- Amor mío, no temas, sé guardar un secreto.