[ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
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Selkris
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[ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
22 DGLS - Templo Jedi de Achillea
<< Despierta Selkris... >>
Abrí lentamente los ojos, no podía divisar mucho a parte del armario y del escritorio de mi habitación.
- ¿Qué... Qué ocurre? ¿Quién eres?
Un espectro apareció en la sala.
Se trataba del fantasma de mi viejo maestro Rastabage.
<< Selkris... Tienes una misión muy importante... Vístete rápido y ve con tu nave a... Boz... Pity... >>
Me restregué los ojos con las manos y el fantasma desapareció.
Estuve pensativo durante varios minutos, mientras me colocaba mis tradicionales túnicas oscuras y mi cinturón morado.
Abrí la puerta silenciosamente y salí de los pasillos de puntillas.
Efectivamente, no había nadie, debían de ser las cuatro de la madrugada.
Entré en el hangar del Templo mientras me despejaba.
- R4, prepara las coordenadas de Boz Pity.
- Bipbip.
La cabina del caza estelar se abrió y salté dentro.
Me coloqué el cinturón mientras R4 encendía los sistemas y los motores de la nave.
Extendí mi brazo y mediante la Fuerza abrí una de las compuertas secundarias del hangar para operaciones especiales de pocos miembros.
La nave ascendió medio metro aproximadamente, y salió disparada por la compuerta.
- ¿Las tienes ya, R4?
- Bip.
Cerré las cabinas mientras fijaba el salto al hiperespacio.
Pasó aproximadamente media hora, tiempo suficiente que aproveché para dormir un rato.
- BEEEEEEEEEEEEEEEEEEP. Me despertó el droide.
Nos encontrábamos frente al desolado mundo de Boz Pity.
La nave comenzó a descender sobre un descampado cerca de varios esqueletos gigantescos.
Abrí la cabina y salté de la nave poco antes de tocar el suelo.
- Emmh... Bien... ¿Y ahora qué hago? Pensé.
El fantasma de mi viejo maestro se volvió a aparecer.
<< Hay un cúmulo de energía oscura por aquí cerca... Si lo purgas, conseguirás una estupenda recompensa... >>
Y volvió a desaparecer el espectro de Rastabage.
Cerré los ojos y me guié por la Fuerza.
Pero lamentablemente al cabo de varios minutos me topé contra un esqueleto de uno de los múltiples esqueletos de los gigantes que habitarion hace milenios aquellas oscuras tierras.
- Se supone que tiene que estar aquí, pero aquí... solo está esta enorme calavera.
- Bipbip bep bop bipbip. Emitió el droide astromecánico.
- Puede ser... Vamos a ver...
Agarré el cráneo por uno de los dientes y levanté del suelo la parte frontal de la calavera.
Habían varios escalones que llevaban a un interior oculto por la oscuridad.
- R4, tú quedate vigilando la nave, no vaya a ser que venga algún contrabandista y quiera llevársela.
- Bipbip. Respondió el droide, dirigiéndose al caza.
Agarré un pequeño tronco que había tirado sobre unos matorrales cercanos, y lo coloqué bajo los dientes, para que hiciera de apoyo y el cráneo no se cayera mientras yo estuviera en el interior del lugar.
Me agaché un poco y bajé uno a uno los escalones.
Incluso con la Fuerza, se veía poco el interior.
No debía de usar mi sable láser para iluminarme porque quién sabe lo que podría haber allá dentro.
Al fondo observé una pequeña luz anaranjada, conforme iba bajando los escalones, la luz comenzó a extenderse por el lugar, hasta que finalmente toqué terreno plano.
En el centro de la sala había una mesa, clavada en el centro de la mesa, una espada de hierro, y a los lados de la mesa, sujetando la espada, dos encapuchados.
Tragué saliva, le eché dos cojones y caminé sigilosamente hacia delante.
- Buenas noches, Jeedai. Me dijo uno de ellos.
- Emmh... Hola... ¿Quiénes sois? Les pregunté.
- No... La pregunta es... ¿Quién eres tú?
- Selkris, Maestro Jedi, "encantado" de conocerles. Les respondí.
Los dos hombres comenzaron a susurrar, y su sonido estaba amplificado por todo el lugar, aunque yo no entendía nada.
Uno de ellos agarró la espada y me la lanzó hacia el cuello.
Yo, sin hacer mucho esfuerzo, la agarré por el mango.
- Gracias por el arma. Les respondí.
Uno de los encapuchados salió de la nada detrás mío, e intentó atravesarme con un sable láser de hoja rojiza la espalda.
Parecía ser que la espada estaba protegida por unos antiguos rituales arcanos llamados 'Alquimia Sith'.
- ¿Quiénes sois? Les pregunté.
- Dav. Dijo uno.
- Vad. Respondió el otro.
Eran oponentes fuertes, pero no le llegaban ni a la altura del barro a un Maestro Jedi, como mucho pondrían en jaque a un Caballero.
Y entonces, los dos desaparecieron entre las sombras.
Cerré los ojos y los visualicé mediante la Fuerza.
Tiré la espada al suelo, descolgué mi sable láser Makaliv y encendí su hoja morada.
Seguimos chocando durante varios largos minutos los sables láser, hasta que uno tuvo un fallo y le corté la mano.
- ¡HIJO DE PUTA! Gritaba en el suelo.
Le clavé el sable láser en el corazón al que yacía en el suelo, y ambos hombres desaparecieron dejando solo cenizas donde antes estaban sus cuerpos.
Agarré la espada sith y la clavé en una de las paredes de piedra.
Ondeé el sable láser para poder observar más allá de lo que iluminaba el candelabro.
Al fondo de la sala había un pequeño altar con un cirio a cada lado, y sobre el altar, un pequeño objeto cúbico.
Tomé lo que parecía ser un holocrón, y este comenzó a vibrar bruscamente, y cayó de mis manos.
No llegó a tocar el suelo, estaba levitando mediante la Fuerza.
El holocrón se iluminó y salieron las holoproyecciones de varias personas.
- Ba-Ba-Bastila Shan... Tartamudeé.
- Saludos, Maestro Selkris, ¿qué le trae por aquí? Me preguntó la Maestra Bastila.
- Fu-fui envi-viado por mi ma-maestro Rastabage. Respondí algo nervioso.
- No temas, joven Jedi. Nosotros solo somos antiguos Maestros que actualmente protegemos el Noetikon de los Secretos, un holocrón que contiene conocimientos y secretos de Maestros Jedi que fueron redimidos del lado oscuro. Me informó el Maestro Jedi del centro, el Maestro Chamma.
- Nos has salvado de ser la pieza clave para un poderoso ritual del lado oscuro que podría corromper el planeta entero.. Cuando deses saber algo, solo invócanos. Dijo el Maestro Jesper Altex, antes de que las tres figuras desapareciesen.
Agarré el Noetikon y salí de la guarida. Había amanecido ya.
- R4, volvemos a Achillea.
- Bipbip. Respondió el droide astromecánico.
Continuará.
Obtengo:
Noetikon de los Secretos
<< Despierta Selkris... >>
Abrí lentamente los ojos, no podía divisar mucho a parte del armario y del escritorio de mi habitación.
- ¿Qué... Qué ocurre? ¿Quién eres?
Un espectro apareció en la sala.
Se trataba del fantasma de mi viejo maestro Rastabage.
<< Selkris... Tienes una misión muy importante... Vístete rápido y ve con tu nave a... Boz... Pity... >>
Me restregué los ojos con las manos y el fantasma desapareció.
Estuve pensativo durante varios minutos, mientras me colocaba mis tradicionales túnicas oscuras y mi cinturón morado.
Abrí la puerta silenciosamente y salí de los pasillos de puntillas.
Efectivamente, no había nadie, debían de ser las cuatro de la madrugada.
Entré en el hangar del Templo mientras me despejaba.
- R4, prepara las coordenadas de Boz Pity.
- Bipbip.
La cabina del caza estelar se abrió y salté dentro.
Me coloqué el cinturón mientras R4 encendía los sistemas y los motores de la nave.
Extendí mi brazo y mediante la Fuerza abrí una de las compuertas secundarias del hangar para operaciones especiales de pocos miembros.
La nave ascendió medio metro aproximadamente, y salió disparada por la compuerta.
- ¿Las tienes ya, R4?
- Bip.
Cerré las cabinas mientras fijaba el salto al hiperespacio.
Pasó aproximadamente media hora, tiempo suficiente que aproveché para dormir un rato.
- BEEEEEEEEEEEEEEEEEEP. Me despertó el droide.
Nos encontrábamos frente al desolado mundo de Boz Pity.
La nave comenzó a descender sobre un descampado cerca de varios esqueletos gigantescos.
Abrí la cabina y salté de la nave poco antes de tocar el suelo.
- Emmh... Bien... ¿Y ahora qué hago? Pensé.
El fantasma de mi viejo maestro se volvió a aparecer.
<< Hay un cúmulo de energía oscura por aquí cerca... Si lo purgas, conseguirás una estupenda recompensa... >>
Y volvió a desaparecer el espectro de Rastabage.
Cerré los ojos y me guié por la Fuerza.
Pero lamentablemente al cabo de varios minutos me topé contra un esqueleto de uno de los múltiples esqueletos de los gigantes que habitarion hace milenios aquellas oscuras tierras.
- Se supone que tiene que estar aquí, pero aquí... solo está esta enorme calavera.
- Bipbip bep bop bipbip. Emitió el droide astromecánico.
- Puede ser... Vamos a ver...
Agarré el cráneo por uno de los dientes y levanté del suelo la parte frontal de la calavera.
Habían varios escalones que llevaban a un interior oculto por la oscuridad.
- R4, tú quedate vigilando la nave, no vaya a ser que venga algún contrabandista y quiera llevársela.
- Bipbip. Respondió el droide, dirigiéndose al caza.
Agarré un pequeño tronco que había tirado sobre unos matorrales cercanos, y lo coloqué bajo los dientes, para que hiciera de apoyo y el cráneo no se cayera mientras yo estuviera en el interior del lugar.
Me agaché un poco y bajé uno a uno los escalones.
Incluso con la Fuerza, se veía poco el interior.
No debía de usar mi sable láser para iluminarme porque quién sabe lo que podría haber allá dentro.
Al fondo observé una pequeña luz anaranjada, conforme iba bajando los escalones, la luz comenzó a extenderse por el lugar, hasta que finalmente toqué terreno plano.
En el centro de la sala había una mesa, clavada en el centro de la mesa, una espada de hierro, y a los lados de la mesa, sujetando la espada, dos encapuchados.
Tragué saliva, le eché dos cojones y caminé sigilosamente hacia delante.
- Buenas noches, Jeedai. Me dijo uno de ellos.
- Emmh... Hola... ¿Quiénes sois? Les pregunté.
- No... La pregunta es... ¿Quién eres tú?
- Selkris, Maestro Jedi, "encantado" de conocerles. Les respondí.
Los dos hombres comenzaron a susurrar, y su sonido estaba amplificado por todo el lugar, aunque yo no entendía nada.
Uno de ellos agarró la espada y me la lanzó hacia el cuello.
Yo, sin hacer mucho esfuerzo, la agarré por el mango.
- Gracias por el arma. Les respondí.
Uno de los encapuchados salió de la nada detrás mío, e intentó atravesarme con un sable láser de hoja rojiza la espalda.
Parecía ser que la espada estaba protegida por unos antiguos rituales arcanos llamados 'Alquimia Sith'.
- ¿Quiénes sois? Les pregunté.
- Dav. Dijo uno.
- Vad. Respondió el otro.
Eran oponentes fuertes, pero no le llegaban ni a la altura del barro a un Maestro Jedi, como mucho pondrían en jaque a un Caballero.
Y entonces, los dos desaparecieron entre las sombras.
Cerré los ojos y los visualicé mediante la Fuerza.
Tiré la espada al suelo, descolgué mi sable láser Makaliv y encendí su hoja morada.
Seguimos chocando durante varios largos minutos los sables láser, hasta que uno tuvo un fallo y le corté la mano.
- ¡HIJO DE PUTA! Gritaba en el suelo.
Le clavé el sable láser en el corazón al que yacía en el suelo, y ambos hombres desaparecieron dejando solo cenizas donde antes estaban sus cuerpos.
Agarré la espada sith y la clavé en una de las paredes de piedra.
Ondeé el sable láser para poder observar más allá de lo que iluminaba el candelabro.
Al fondo de la sala había un pequeño altar con un cirio a cada lado, y sobre el altar, un pequeño objeto cúbico.
Tomé lo que parecía ser un holocrón, y este comenzó a vibrar bruscamente, y cayó de mis manos.
No llegó a tocar el suelo, estaba levitando mediante la Fuerza.
El holocrón se iluminó y salieron las holoproyecciones de varias personas.
- Ba-Ba-Bastila Shan... Tartamudeé.
- Saludos, Maestro Selkris, ¿qué le trae por aquí? Me preguntó la Maestra Bastila.
- Fu-fui envi-viado por mi ma-maestro Rastabage. Respondí algo nervioso.
- No temas, joven Jedi. Nosotros solo somos antiguos Maestros que actualmente protegemos el Noetikon de los Secretos, un holocrón que contiene conocimientos y secretos de Maestros Jedi que fueron redimidos del lado oscuro. Me informó el Maestro Jedi del centro, el Maestro Chamma.
- Nos has salvado de ser la pieza clave para un poderoso ritual del lado oscuro que podría corromper el planeta entero.. Cuando deses saber algo, solo invócanos. Dijo el Maestro Jesper Altex, antes de que las tres figuras desapareciesen.
Agarré el Noetikon y salí de la guarida. Había amanecido ya.
- R4, volvemos a Achillea.
- Bipbip. Respondió el droide astromecánico.
Continuará.
Obtengo:
Noetikon de los Secretos
Selkris- Mensajes : 1726
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 110
Localización : Murcia
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
22 DGLS - Caza estelar de Selkris
El fantasma del Maestro Rastabage volvió a aparecer, pero esta vez en el interior de mi nave, sobre los paneles de navegación.
<< Selkris... Hay que terminar la recolección de los Neotikons... El Imperio Sith y la Academia Sith de Ygziir andan tras su búsqueda, lástima que sus integrantes no hayan vivido más de mil años como y no sepan el paradero de estos... >>
- Entendido, maestro. ¿Pero cuántos son?
<< Son tres... El Noetikon de los Secretos, que lo acabas de conseguir, protegidos por tres antiguos Maestros que cayeron en el Lado Oscuro pero que fueron redimidos... Y los otros dos ya los descubrirás cuando los consigas... >>
- Comprendo... ¿Cuál es mi siguiente misión? Le pregunté a mi viejo maestro.
<< Coruscant... Templo Jedi... >>
El espectro volvió a desaparecer.
- R4, siguiente destino: Coruscant.
R4 fijó las coordenadas de la antigua capital galáctica, y saltemos al hiperespacio.
Durante la hora que duró el viaje, estuve observando detalladamente el Noetikon de los Secretos.
Se trataba de un holocrón cúbico, de un color verdoso con signos e inscripciones doradas.
[...]
La nave aterrizó en una plataforma cercana al antiguo Templo Jedi.
Abrí la cabina y salí rápidamente de la nave.
- R4, quédate aquí. Le ordené.
- Bipbip. Respondió.
Caminé con firmeza hacia la entrada del antiguo Templo Jedi, las estatuas de los Cuatro Maestros estaban derruidas.
Frente al portón principal había un grupo de soldados imperiales.
- Deténgase.
- No.
- No se lo vuelvo a repetir. ¡DETÉNGASE!
Deslicé el sable láser a través de mi manga, lo encendí y acabé con los tres soldados que había al frente.
La alarma corrió por todas las instalaciones, soldados de la Legión 88 comenzaron a llegar hacia mi ubicación y a atacar.
Reflejé hacia ellos mismos los disparos conforme avanzaba al interior del Templo Jedi.
- ¡A TODAS LAS UNIDADES, VAYAN A LA ENTRADA PRINCIPAL! Se oía en el interior del Templo.
Atravesé el portón principal, y detrás de mí cayó del techo un hombre de túnicas oscuras.
Se quitó la capucha, se trataba del Darth Lumen Gres.
- Viejo amigo, ¿buscabas esto? Me preguntó, sujetando un objeto cúbico, que parecía tratarse de uno de los dos Noetikons.
- Dámelo. Dámelo y la sangre no llegará al río.
- Jaja. Lo siento... ¿Pensabas que solo el estúpido fantasma de tu estúpido maestro sabía la localización de los Noetikons? Ygziir ha llegado antes...
Lancé mi sable láser hacia su pecho, y Lumen desapareció, seguidamente, como un boomerang, el sable láser volvió a mi mano.
Juraba que lo había matado, pues el Noetikon estaba intacto en el suelo.
Avancé rápidamente hacia él, y antes de agarrarlo, la figura de Lumen volvió a aparecer de entre las sombras y fue más rápido que yo.
- ¡Atrápame si puedes!
Lumen corrió al interior de los Archivos Jedi, y volcó varias estanterías para entorpecer mi carrera, pero las evitaba con soltura.
Atravesemos la Biblioteca del Templo, y salimos a varios pasillos.
Lumen se paró bruscamente, miró a la derecha, luego a la izquierda y corrió hacia en la última dirección.
En la esquina, al lado de una puerta que conectaba aquel pasillo con los salones de entrenamiento, se encontraba un hombre encapuchado de túnicas marrones.
- ¡Deténgalo! Le grité al hombre.
Lumen corrió hacia la puerta, yo estaba a punto de cogerle, pues Lumen era simplemente un viejo al que se le estaba a punto de salir la cadera /xD/
Pero entonces el hombre de túnicas marrones se quitó la capucha y mostró su rostro, se trataba del Lord Sith Lettow.
Lumen le lanzó el Noetikon y Lettow corrió en la dirección contraria.
- Cabrones... Pensé.
Volvimos a entrar en los Archivos Jedi, yo ya tenía una estrategia pensada.
Lettow corría hacia el otro extremo de la Biblioteca. Varias estanterías tiradas por Lumen seguían volcadas en el suelo.
Aproveché el entorno para atraer hacia mí una de la estanterías que había tirada en el suelo y que estaban a un escaso metro de Lettow.
Lettow se pegó una ostia, pero cayó con el hombro, lo que le permitió hacer una voltereta por el suelo y seguir corriendo.
Lettow miró atrás, y cuando movió el cuello para poder ver que estaba levitando una estantería y que estaba a punto de lanzarla contra él, la atraje hacia mí y Lettow salió disparado por los aires.
El Noetikon cayó al suelo.
Me impulsé mediante la Fuerza y me arrastré por el suelo para cogerlo antes de que Lettow pudiera reaccionar ante la situación, y viendo que Lettow había vuelto en sí, salté por uno de los ventanales de la Biblioteca.
Mientras caía, clavé el sable láser en la pared del Templo y fui forzando bruscamente la frenada.
Con la mano que sujetaba el holocrón, me remangué el brazo con el que sujetaba el sable láser y pulsé un botón.
- R4, estoy en una de las paredes del Templo, por fuera. Rastrea el dispositivo de mi muñequera y sácame de aquí.
- Bipbip. Respondió el droide.
A los dos minutos, mi caza llegó a mi ubicación y se colocó debajo mío.
Desclavé el sable láser de la pared y caí sobre la nave.
El fantasma de Rastabage volvió a aparecerse ante mí.
<< Vaya... Noetikon marrón con insignias verdes... Parece que se trata del Noetikon de la luz... Noab Hulis, Wole Vahn y Nomi Sunrider lo protegen... En él se encuentran sus místicos conocimientos de la Fuerza y del lado luminoso...>>
Continuará.
Imagen del Noetikon de la Luz y de sus guardianes:
Obtengo:
Noetikon de la Luz
El fantasma del Maestro Rastabage volvió a aparecer, pero esta vez en el interior de mi nave, sobre los paneles de navegación.
<< Selkris... Hay que terminar la recolección de los Neotikons... El Imperio Sith y la Academia Sith de Ygziir andan tras su búsqueda, lástima que sus integrantes no hayan vivido más de mil años como y no sepan el paradero de estos... >>
- Entendido, maestro. ¿Pero cuántos son?
<< Son tres... El Noetikon de los Secretos, que lo acabas de conseguir, protegidos por tres antiguos Maestros que cayeron en el Lado Oscuro pero que fueron redimidos... Y los otros dos ya los descubrirás cuando los consigas... >>
- Comprendo... ¿Cuál es mi siguiente misión? Le pregunté a mi viejo maestro.
<< Coruscant... Templo Jedi... >>
El espectro volvió a desaparecer.
- R4, siguiente destino: Coruscant.
R4 fijó las coordenadas de la antigua capital galáctica, y saltemos al hiperespacio.
Durante la hora que duró el viaje, estuve observando detalladamente el Noetikon de los Secretos.
Se trataba de un holocrón cúbico, de un color verdoso con signos e inscripciones doradas.
[...]
La nave aterrizó en una plataforma cercana al antiguo Templo Jedi.
Abrí la cabina y salí rápidamente de la nave.
- R4, quédate aquí. Le ordené.
- Bipbip. Respondió.
Caminé con firmeza hacia la entrada del antiguo Templo Jedi, las estatuas de los Cuatro Maestros estaban derruidas.
Frente al portón principal había un grupo de soldados imperiales.
- Deténgase.
- No.
- No se lo vuelvo a repetir. ¡DETÉNGASE!
Deslicé el sable láser a través de mi manga, lo encendí y acabé con los tres soldados que había al frente.
La alarma corrió por todas las instalaciones, soldados de la Legión 88 comenzaron a llegar hacia mi ubicación y a atacar.
Reflejé hacia ellos mismos los disparos conforme avanzaba al interior del Templo Jedi.
- ¡A TODAS LAS UNIDADES, VAYAN A LA ENTRADA PRINCIPAL! Se oía en el interior del Templo.
Atravesé el portón principal, y detrás de mí cayó del techo un hombre de túnicas oscuras.
Se quitó la capucha, se trataba del Darth Lumen Gres.
- Viejo amigo, ¿buscabas esto? Me preguntó, sujetando un objeto cúbico, que parecía tratarse de uno de los dos Noetikons.
- Dámelo. Dámelo y la sangre no llegará al río.
- Jaja. Lo siento... ¿Pensabas que solo el estúpido fantasma de tu estúpido maestro sabía la localización de los Noetikons? Ygziir ha llegado antes...
Lancé mi sable láser hacia su pecho, y Lumen desapareció, seguidamente, como un boomerang, el sable láser volvió a mi mano.
Juraba que lo había matado, pues el Noetikon estaba intacto en el suelo.
Avancé rápidamente hacia él, y antes de agarrarlo, la figura de Lumen volvió a aparecer de entre las sombras y fue más rápido que yo.
- ¡Atrápame si puedes!
Lumen corrió al interior de los Archivos Jedi, y volcó varias estanterías para entorpecer mi carrera, pero las evitaba con soltura.
Atravesemos la Biblioteca del Templo, y salimos a varios pasillos.
Lumen se paró bruscamente, miró a la derecha, luego a la izquierda y corrió hacia en la última dirección.
En la esquina, al lado de una puerta que conectaba aquel pasillo con los salones de entrenamiento, se encontraba un hombre encapuchado de túnicas marrones.
- ¡Deténgalo! Le grité al hombre.
Lumen corrió hacia la puerta, yo estaba a punto de cogerle, pues Lumen era simplemente un viejo al que se le estaba a punto de salir la cadera /xD/
Pero entonces el hombre de túnicas marrones se quitó la capucha y mostró su rostro, se trataba del Lord Sith Lettow.
Lumen le lanzó el Noetikon y Lettow corrió en la dirección contraria.
- Cabrones... Pensé.
Volvimos a entrar en los Archivos Jedi, yo ya tenía una estrategia pensada.
Lettow corría hacia el otro extremo de la Biblioteca. Varias estanterías tiradas por Lumen seguían volcadas en el suelo.
Aproveché el entorno para atraer hacia mí una de la estanterías que había tirada en el suelo y que estaban a un escaso metro de Lettow.
Lettow se pegó una ostia, pero cayó con el hombro, lo que le permitió hacer una voltereta por el suelo y seguir corriendo.
Lettow miró atrás, y cuando movió el cuello para poder ver que estaba levitando una estantería y que estaba a punto de lanzarla contra él, la atraje hacia mí y Lettow salió disparado por los aires.
El Noetikon cayó al suelo.
Me impulsé mediante la Fuerza y me arrastré por el suelo para cogerlo antes de que Lettow pudiera reaccionar ante la situación, y viendo que Lettow había vuelto en sí, salté por uno de los ventanales de la Biblioteca.
Mientras caía, clavé el sable láser en la pared del Templo y fui forzando bruscamente la frenada.
Con la mano que sujetaba el holocrón, me remangué el brazo con el que sujetaba el sable láser y pulsé un botón.
- R4, estoy en una de las paredes del Templo, por fuera. Rastrea el dispositivo de mi muñequera y sácame de aquí.
- Bipbip. Respondió el droide.
A los dos minutos, mi caza llegó a mi ubicación y se colocó debajo mío.
Desclavé el sable láser de la pared y caí sobre la nave.
El fantasma de Rastabage volvió a aparecerse ante mí.
<< Vaya... Noetikon marrón con insignias verdes... Parece que se trata del Noetikon de la luz... Noab Hulis, Wole Vahn y Nomi Sunrider lo protegen... En él se encuentran sus místicos conocimientos de la Fuerza y del lado luminoso...>>
Continuará.
Imagen del Noetikon de la Luz y de sus guardianes:
Obtengo:
Noetikon de la Luz
Selkris- Mensajes : 1726
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 110
Localización : Murcia
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Ambas obtenciones válidas.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Cortos como para tal reliquias que quieres.
Buen roleo en todo caso.
Buen roleo en todo caso.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
22 DGLS - Nave de Selkris
Rastabage me contó sobre aquellos tres maestros que respaldaban el Noetikon de la Luz, y finalmente me dijo:
<< Tu siguiente misión será en Mos Zabu... Para conseguir el Noetikon deberás de provocar una pérdida... La pregunta es... ¿Humana o material? >>
Tragué saliva.
La esencia de Rastabage volvió a desaparecer.
- R4, ya has oído, destino: Tatooine.
- Bipbip. Respondió el droide.
R4 fijó las coordenadas de Tatooine y yo bajé una de las palancas de los paneles de la nave, provocando así el salto al hiperespacio.
Pasó alrededor de una hora y media, mientras tanto aproveché para estudiar el Noetikon.
Bajé una palanca que había debajo del sillón de mi nave, y este se deslizó hacia atrás, dejando más espacio en mi nave para poder activar el Noetikon.
Extendí el brazo en el que portaba el holocrón, y cerré los ojos.
El holocrón comenzó a emitir una luz verde y se abrió.
Aparecieron las figuras de tres Maestros: el miraluka Noab Hulis, Wole Vahn y posiblemente la primera Jedi en ostentar el título de Maestra de la Orden, Nomi Sunrider.
- Saludos Maestros, me presento, soy el Maestro Jedi Selkris.
- Buenas, ¿para qué nos has invocado? Me preguntó el Maestro Wole Vahn.
- Sinceramente, para nada, pero ya que están deseo preguntarles una cosa. Verán... Hace poco dos amigos míos, que también son, bueno eran, Maestros Jedi, cayeron al Lado Oscuro.
- Comprendo... Y quieres saber la forma de traerlos de vuelta, ¿no? Me preguntó la figura de la Maestra Nomi Sunrider.
- Efectivamente.
- El tiempo pondrá las cosas en su sitio. El destino decidirá si ellos han nacido para ser Maestros de la Orden o sirvientes al Lado Oscuro - respondió el Maestro Noab Hulis -. Por lo que tú mejor preocúpate en que no caigan más compañeros en la oscuridad, que como ya dije antes, el tiempo pondrá las cosas en su sitio.
- Sabias palabras, Maestro Hulis. Muchas gracias por su atención. Les contesté.
- Cuando necesites algo, ya sabes. Finalizó la conversación la figura holoproyectada de la Maestra Sunrider, antes de que las tres esencias volvieran al Noetikon.
[...]
La nave salió del hiperespacio y descendió sobre la no muy poblada ciudad de Mos Zabu.
Aterricemos en la plataforma principal de la ciudad y salí del caza.
- Quédate vigilando la nave, R4.
- Bipbip. Respondió el droide.
Me adentré entre el bullicio de los habitantes de Mos Zabu.
- ¿Y qué pinta un Holocrón tan importante como el tercer Noetikon en un sitio como este?
Era tarde, alrededor de las ocho de la noche.
En el centro de la pequeña ciudad había un mercado donde los ciudadanos vendían, compraban e intercambiaban productos.
- ¡EUREKA! Grité.
La gente de mi alrededor me miró como si estuviera loco o algo así.
Corrí hacia el mercado de la ciudad y comencé a revisar uno por uno todos los puestos.
- Frutas... Ropa... Pescado... Carne... Verduras... Golosinas y frutos secos... ¡Maldita sea! ¿Dónde está el Noetikon?
Volví a revisar uno a uno todos los puestos y nada, no me había dejado ninguno en el primer conteo.
Me giré varias veces, no fuera a ser que hubiese algún otro puesto separado de esos seis.
Y entonces me percaté de que gente entraba y salía de una casa con la puerta abierta que daba a unas escaleras oscuras.
- Mmmh. ¿Quizás algún brujo que se dedica a buscar y vender reliquias? Pensé.
Podría ser una opción, me eché la capucha y caminé aparentando estar tranquilo hacia el interior de la vivienda, pero en realidad no lo estaba.
¿Y si quizás ese hombre se tratara de un Sith?
Podría ser otra opción.
O quizás podría ser una persona normal y corriente.
Avancé aparentando también normalidad y bajé los escalones de la casa.
Varias antorchas iluminaban el interior de esta.
Llegué hasta una oscura sala donde había una mesa, que ocupaba casi toda la habitación, varios sillones alrededor.
Me senté en uno de los sillones y tragué saliva, no sabía lo que me esperaba.
Al otro lado de la mesa había una cortina azul marino que ocupaba casi toda la pared.
Una mano agarró la cortina y tiró de ella hacia la derecha, encogiéndola a un lado.
Apareció una twi'lek de piel roja.
- ¿Quéh deseah? ¿Quiereh que te lea la mano? ¿Que le eche lah cartah? ¿Quiereh comprá argún amuleto de la suerteh? ¿O quiere maldesir a alguien?
- Ummh... A ver... Muéstreme los amuletos de la suerte, o bueno, mejor todos los amuletos que tenga.
La twilek sacó de debajo de la mesa una bandeja con numerosos extraños objetos y me los fue presentando uno a uno.
Me fijé en un objeto desde el primer momento en el que la vidente posó la bandeja sobre la mesa.
Se trataba de un objeto cúbico negro con inscripciones grises y blancas.
Sin duda alguna se trataba del tercer Noetikon.
Señalé el Noetikon y le dije:
- Me gustaría comprarle ese objeto.
La twi'lek sacó de su cinturón una pequeña libreta con los precios de todos los artefactos.
- El Cubo de loh Lamentoh cuesta... 2.000 datarioh.
- Perfecto. No hay problema.
Metí la mano en mi túnica y saqué mi cartera.
- Ahí tienes cuatro billetes de 500 datarios, que viene a ser eso.
- Péfecto.. Me dijo la twi'lek, entregándome el Noetikon y guardándose los billetes en el canalillo.
Agarré el holocrón y me dirigí hacia las escaleras.
- Muchas gracias.
- De nadah preciosoh.
Subí las escaleras y salí de la vivienda.
No había pasado mucho tiempo, como mucho quince minutos.
Guardé el Noetikon en mi cinturón y corrí hacia la plataforma donde se situaba mi nave.
Llegué a mi nave, donde estaba R4, aburrido.
- Lo siento, es que no encontraba el lugar.
- Beeep. Respondió el droide.
La cabina del caza se abrió y entré dentro.
Agarré la cabina y la bajé, hasta que se oyó un pequeño "clack" en el interior de la nave, lo que significaba que se había cerrado correctamente.
Saqué de mi cinturón los tres Noetikon's y los dejé sobre los paneles de la nave.
Agarré el último que había conseguido, extendí el brazo con el que lo sujetaba, cerré los ojos, y una luz blanca comenzó a iluminar el holocrón.
Otras tres figuras fueron holoproyectadas a través del holocrón, pero sin embargo esta vez se trataba del Maestro Tharis Orne y de los mismísimos Arca Jeth y Vandar Tokare.
- Saludos Maestros, soy el Maestro Jedi Selkris, les he invocado para hacerles una pregunta.
- Buenas tardes, Selkris. Formúlala. Me contestó el Maestro Tharis Orne.
- ¿**** ** **** ** ********?
[...]
Los tres Noetikon's fueron llevados a la cámara con mayor seguridad de la Estación Centinela, protegida por paredes y puertas blindadas de hierro mandaloriano y por campos de energía, cuyos generadores están protegidos también por paredes de este tan resistente material.
FIN
Obtengo:
Noetikon de la Ciencia
Rastabage me contó sobre aquellos tres maestros que respaldaban el Noetikon de la Luz, y finalmente me dijo:
<< Tu siguiente misión será en Mos Zabu... Para conseguir el Noetikon deberás de provocar una pérdida... La pregunta es... ¿Humana o material? >>
Tragué saliva.
La esencia de Rastabage volvió a desaparecer.
- R4, ya has oído, destino: Tatooine.
- Bipbip. Respondió el droide.
R4 fijó las coordenadas de Tatooine y yo bajé una de las palancas de los paneles de la nave, provocando así el salto al hiperespacio.
Pasó alrededor de una hora y media, mientras tanto aproveché para estudiar el Noetikon.
Bajé una palanca que había debajo del sillón de mi nave, y este se deslizó hacia atrás, dejando más espacio en mi nave para poder activar el Noetikon.
Extendí el brazo en el que portaba el holocrón, y cerré los ojos.
El holocrón comenzó a emitir una luz verde y se abrió.
Aparecieron las figuras de tres Maestros: el miraluka Noab Hulis, Wole Vahn y posiblemente la primera Jedi en ostentar el título de Maestra de la Orden, Nomi Sunrider.
- Saludos Maestros, me presento, soy el Maestro Jedi Selkris.
- Buenas, ¿para qué nos has invocado? Me preguntó el Maestro Wole Vahn.
- Sinceramente, para nada, pero ya que están deseo preguntarles una cosa. Verán... Hace poco dos amigos míos, que también son, bueno eran, Maestros Jedi, cayeron al Lado Oscuro.
- Comprendo... Y quieres saber la forma de traerlos de vuelta, ¿no? Me preguntó la figura de la Maestra Nomi Sunrider.
- Efectivamente.
- El tiempo pondrá las cosas en su sitio. El destino decidirá si ellos han nacido para ser Maestros de la Orden o sirvientes al Lado Oscuro - respondió el Maestro Noab Hulis -. Por lo que tú mejor preocúpate en que no caigan más compañeros en la oscuridad, que como ya dije antes, el tiempo pondrá las cosas en su sitio.
- Sabias palabras, Maestro Hulis. Muchas gracias por su atención. Les contesté.
- Cuando necesites algo, ya sabes. Finalizó la conversación la figura holoproyectada de la Maestra Sunrider, antes de que las tres esencias volvieran al Noetikon.
[...]
La nave salió del hiperespacio y descendió sobre la no muy poblada ciudad de Mos Zabu.
Aterricemos en la plataforma principal de la ciudad y salí del caza.
- Quédate vigilando la nave, R4.
- Bipbip. Respondió el droide.
Me adentré entre el bullicio de los habitantes de Mos Zabu.
- ¿Y qué pinta un Holocrón tan importante como el tercer Noetikon en un sitio como este?
Era tarde, alrededor de las ocho de la noche.
En el centro de la pequeña ciudad había un mercado donde los ciudadanos vendían, compraban e intercambiaban productos.
- ¡EUREKA! Grité.
La gente de mi alrededor me miró como si estuviera loco o algo así.
Corrí hacia el mercado de la ciudad y comencé a revisar uno por uno todos los puestos.
- Frutas... Ropa... Pescado... Carne... Verduras... Golosinas y frutos secos... ¡Maldita sea! ¿Dónde está el Noetikon?
Volví a revisar uno a uno todos los puestos y nada, no me había dejado ninguno en el primer conteo.
Me giré varias veces, no fuera a ser que hubiese algún otro puesto separado de esos seis.
Y entonces me percaté de que gente entraba y salía de una casa con la puerta abierta que daba a unas escaleras oscuras.
- Mmmh. ¿Quizás algún brujo que se dedica a buscar y vender reliquias? Pensé.
Podría ser una opción, me eché la capucha y caminé aparentando estar tranquilo hacia el interior de la vivienda, pero en realidad no lo estaba.
¿Y si quizás ese hombre se tratara de un Sith?
Podría ser otra opción.
O quizás podría ser una persona normal y corriente.
Avancé aparentando también normalidad y bajé los escalones de la casa.
Varias antorchas iluminaban el interior de esta.
Llegué hasta una oscura sala donde había una mesa, que ocupaba casi toda la habitación, varios sillones alrededor.
Me senté en uno de los sillones y tragué saliva, no sabía lo que me esperaba.
Al otro lado de la mesa había una cortina azul marino que ocupaba casi toda la pared.
Una mano agarró la cortina y tiró de ella hacia la derecha, encogiéndola a un lado.
Apareció una twi'lek de piel roja.
- ¿Quéh deseah? ¿Quiereh que te lea la mano? ¿Que le eche lah cartah? ¿Quiereh comprá argún amuleto de la suerteh? ¿O quiere maldesir a alguien?
- Ummh... A ver... Muéstreme los amuletos de la suerte, o bueno, mejor todos los amuletos que tenga.
La twilek sacó de debajo de la mesa una bandeja con numerosos extraños objetos y me los fue presentando uno a uno.
Me fijé en un objeto desde el primer momento en el que la vidente posó la bandeja sobre la mesa.
Se trataba de un objeto cúbico negro con inscripciones grises y blancas.
Sin duda alguna se trataba del tercer Noetikon.
Señalé el Noetikon y le dije:
- Me gustaría comprarle ese objeto.
La twi'lek sacó de su cinturón una pequeña libreta con los precios de todos los artefactos.
- El Cubo de loh Lamentoh cuesta... 2.000 datarioh.
- Perfecto. No hay problema.
Metí la mano en mi túnica y saqué mi cartera.
- Ahí tienes cuatro billetes de 500 datarios, que viene a ser eso.
- Péfecto.. Me dijo la twi'lek, entregándome el Noetikon y guardándose los billetes en el canalillo.
Agarré el holocrón y me dirigí hacia las escaleras.
- Muchas gracias.
- De nadah preciosoh.
Subí las escaleras y salí de la vivienda.
No había pasado mucho tiempo, como mucho quince minutos.
Guardé el Noetikon en mi cinturón y corrí hacia la plataforma donde se situaba mi nave.
Llegué a mi nave, donde estaba R4, aburrido.
- Lo siento, es que no encontraba el lugar.
- Beeep. Respondió el droide.
La cabina del caza se abrió y entré dentro.
Agarré la cabina y la bajé, hasta que se oyó un pequeño "clack" en el interior de la nave, lo que significaba que se había cerrado correctamente.
Saqué de mi cinturón los tres Noetikon's y los dejé sobre los paneles de la nave.
Agarré el último que había conseguido, extendí el brazo con el que lo sujetaba, cerré los ojos, y una luz blanca comenzó a iluminar el holocrón.
Otras tres figuras fueron holoproyectadas a través del holocrón, pero sin embargo esta vez se trataba del Maestro Tharis Orne y de los mismísimos Arca Jeth y Vandar Tokare.
- Saludos Maestros, soy el Maestro Jedi Selkris, les he invocado para hacerles una pregunta.
- Buenas tardes, Selkris. Formúlala. Me contestó el Maestro Tharis Orne.
- ¿**** ** **** ** ********?
[...]
Los tres Noetikon's fueron llevados a la cámara con mayor seguridad de la Estación Centinela, protegida por paredes y puertas blindadas de hierro mandaloriano y por campos de energía, cuyos generadores están protegidos también por paredes de este tan resistente material.
FIN
Obtengo:
Noetikon de la Ciencia
Selkris- Mensajes : 1726
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 110
Localización : Murcia
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Que cojones..?
Es una gitana la twi'lek?
Y eso de que se pego una ostia Lettow?
Me cagoh' en la putana
Buen roleo antonio.
Es una gitana la twi'lek?
Y eso de que se pego una ostia Lettow?
Me cagoh' en la putana
Buen roleo antonio.
Arrow Tainted- Mensajes : 1278
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 30
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Obtención Valida.
Relan- Mensajes : 1758
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Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Perdon se me olvido añadir que perdía 2.000 dactarios en el ultimo capitulo al comprar el Noetikon a la twilek gitana xD
Selkris- Mensajes : 1726
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 110
Localización : Murcia
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Selkris escribió:Perdon se me olvido añadir que perdía 2.000 dactarios en el ultimo capitulo al comprar el Noetikon a la twilek gitana xD
Ok Valido.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
gran roleo pero ponles colores :c
Neguer.- Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 21/08/2011
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
No había leído esto. Vi que obtienes los noetikons con suma facilidad... Lástima que los Legalizadores los hayan dejado ir tan fácil.
Invitat- Invitado
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Bonito roleo anton, se nota que los haces de un movil xD
Dragerion- Mensajes : 940
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Localización : In your dream
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
¿Por qué revivís un tema de hace más de año y medio?
Darth Sentrum- Mensajes : 3241
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [ROLEO + OBTENCIONES] Noetikon
Mira el comentario de Faith.Darth Sentrum escribió:¿Por qué revivís un tema de hace más de año y medio?
Vozher- Mensajes : 868
Fecha de inscripción : 29/07/2012
Localización : Chile
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