[ROLEO DE ACHILLEA] Las regiones desconocidas

21 DGLS - Regiones desconocidas

Por fin habíamos conseguido el dominio de las regiones desconocidas gracias a la ayuda de un viejo colega llamado Tharev'oro Nuruodo, que ostentaba el cargo de Comandante en jefe de la Ascendencia Chiss.
Tharev fue el mediador entre la Academia Jedi de Achillea y la Ascendencia Chiss, gracias a él pudimos firmar un pacto en el que nosotros protegeríamos sus dominios a cambio de que dejaran atrás su xenofobia a las diversas razas de la Galaxia.
Un equipo conformado por varios miembros del Consejo Jedi de la Academia y otros cargos altos fueron dispersados por las regiones desconocidas para negociar con los gobernadores de los diversos planetas.

[...]

Me encontraba reunido con los demás miembros del equipo en el hangar de un Crucero estelar de la República.
- Es hora de separarnos. Yo me encargaré de Mugg Fallow, tengo una cuenta pendiente con cierto único "habitante" de ese planeta. Dije antes de partir en un caza Eta-2 actis.
Mugg Fallow, un planeta aún más viviente que Zonama Sekot, controlado por el Mnggal-Mnggal. Según la Biblioteca Chiss de Csilla, el Mnggal-Mnggal ocupaba alrededor del 95% de la superficie de Mugg Fallow, solo estaban visibles algunos continentes sin vida.
El Mnggal-Mnggal había puesto una flota de barcos abandonados alrededor del planeta como si fuese un anillo, y controlaba los barcos con "pilotos" zombies. Sin duda, ese ser era un verdadero peligro para las demás especies.


Imagen del Mnggal-Mnggal (es la sustancia negra)

Por fin, al rato de saltar al hiperespacio me encontraba delante de aquella "cosa". Estuve observándola durante un rato, como decía en la Biblioteca Chiss, efectivamente, el Mnggal-Mnggal ocupaba casi toda la superficie del planeta.
- Maldita sea, detectó mi presencia. Me dije a mí mismo, tomando el control de la nave de nuevo.
Varias naves fantasmas se acercaban hacia mí, muy lentamente, pero se acercaban.
Esperé lo suficiente a que el velero Gree se acercara, para ahorcar al zombie que pilotaba la nave, la cuál comenzó a caer poco a poco.
Cuando me di cuenta, varias estelas de lodo negro se acercaban a mi nave.
- ¡Maldita sea! Grité, haciendo un movimiento brusco con la nave antes de que uno de los pedazos del Mnggal-Mnggal se estampara contra el cristal de mi nave.
Esquivé las siguientes embestidas del Mnggal-Mnggal haciendo giros y acrobacias con la nave.
Dejé que mi fiel droide astromecánico tomase los controles de la nave otra vez, mientras yo me colocaba un traje especial negro que me cubría todo el cuerpo y un casco, también negro.
Me desabroche el cinturón, cerré los ojos y pegué las dos palmas de las manos, mientras la nave manipulada por mi droide astromecánico se acercaba a la superficie del infectado planeta Mugg Fallow.
El Mnggal-Mnggal comenzó a pegarse a mi nave, y entonces...
Una onda de aura verde salió a gran velocidad desde el interior de la nave, y los pedazos de Mnggal-Mnggal que había acoplados a mi nave y los que, en fín, estaban a mi alrededor, salieron disparados por los aires, siendo destruidos. El aura de energía siguió creciendo, y a su paso iba eliminando enemigos, hasta que llegó a un punto en el que no pudo crecer más, se redujo hasta volver en un abrir y cerrar de ojos, y volvió a salir disparada, esta vez aún más rápido, pero menos intensa.
Pero el Mnggal-Mnggal seguía reproduciéndose y extendiéndose y al fin y al cabo solo había eliminado un 5% de la superficie.
- Vaya... Pensé que eras más fácil de vencer, pero ya veo que no...
Volví a tomar los mandos de la nave y ascendí de nuevo hasta salir de la atmósfera del planeta infectado para seguir en la órbita y observar a mi enemigo desde el exterior.

Continuará.

OFF ROL:
Esto será un roleo grupal de Achillea, y con grupal me refiero a grupal, un roleo de academia como dios manda, a partir de este capítulo, algunos miembros de Achillea irán colocando capítulos sobre sus viajes a diversos planetas de las regiones desconocidas para que se sumen a la República Galáctica e ir dominando las regiones desconocidas roleramente, aunque en realidad ya estén dominadas por Achillea.

Que buen Roleo Maestro me gusto demasiado >=) yo quiero aparecer en uno

21 DGLS - Regiones Desconocidas.

Éramos un grupo reunido en el hangar de uno de los Cruceros de
la República, ahora sobre las Regiones Desconocidas, el misterioso
sector de la galaxia en el que Achillea había situado su atención.
Nuestra misión: establecer contacto con los líderes de cada planeta de
las Regiones Desconocidas, para buscar la tregua con la República. Tras
finalizar cada uno con los preparativos, Selkris Tankard, miembro del
consejo de Achillea, alzó la voz:
- Es hora de separarnos. Yo me encargaré de Mugg Fallow, tengo una
cuenta pendiente con cierto único "habitante" de ese planeta.

Y uno a uno, empezando por Selkris, fuímos
subiendo cada uno a nuestras respectivas naves. Yo me adentré en una
nave proporcionada por el Consejo de Achillea, que tenía introducidas
las coordenadas de Lao-mon, el planeta al que tenía que viajar. Despegué
y salí del hangar al mismo tiempo que las demás naves, y mientras
preparaba el salto al hiperespacio, una voz resonó en mi
intercomunicador.
- Buena suerte a todos.

Y mi nave saltó al hiperespacio. Mientras me
desplazaba por la galaxia, no podía evitar estar preocupado; mi fuerte
nunca había sido la diplomacia, de eso solían encargarse otros, y la
idea de poder fastidiar nuestra misión me preocupaba bastante.
Apenas hube salido del hiperespacio, tuve ante mí un planeta rebosante de flora y fauna, lo cual al menos me alegró la vista.




Entré en la atmósfera de Lao-mon, y mi nave,
automáticamente se asentó en una plataforma de aterrizaje, que,
seguramente con el paso de los años, había sido cubierta casi en tu
totalidad por el musgo y las hiedras. Bajé de mi nave, con un sable
láser en mi cinturón, otro en mi manga izquierda, y el Migrador de Almas
en mi mano derecha. En la distancia, lo que parecía ser un antiquísimo
templo, deslumbraba la vista, irguiéndose sobre un frondoso bosque que
no permitía ver entre sus árboles.

21 DGLS - Mugg Fallow

Una flota de naves fantasmas se acercaron raudamente hacia mi caza.
Solté las manos de los mandos de la nave y extendí los brazos.
- Plaf... Prouff... Crash... Kaboom... Se escuchó al poco tiempo.
Los restos de los veleros Gree cayeron en el vacío.
- Necesito una forma de vencer al Mnggal-Mnggal - pensé -, vamos imaginación, invéntate algo eficaz.
Y entonces se me ocurrió una estrategia, cuyo inicio ya había usado anteriormente varias veces, pero aun así era infalible.
Me quité las lentillas.



Cerré mis ojos, y mi mente comenzó a "viajar" hacia el Mnggal-Mnggal, como si de pronto pudiese ver a kilómetros de distancia.
El Mnggal-Mnggal fijó su mirada en mí, al igual que yo en él.
El pobre no sabía lo que se le venía encima, posiblemente no sabía que su final estaba cerca.
Habíamos cruzado nuestras miradas, comenzó el espectáculo.

[...]

Yo soy un Jedi peculiar, al igual que diversos usuarios del lado oscuro con solo mirar ya pueden destruir a alguien, yo con una sola mirada ya puedo hacer que mis oponentes entren en ilusiones creadas por mí mismo mediante la Fuerza.
Mis ojos negros tienen algo que ver.

[...]

Mugg Fallow y el Mnggal-Mnggal habían aparecido en otro lugar, ahora estaban solos, no había nada a su alrededor, habían desaparecido las naves abandonadas pilotadas por los zombies, ni siquiera había estrellas en el "firmamento".
Entonces aparecí yo de la nada.
Y volvió a aparecer otro yo.
Y otro.
Y así sucesivamente.
El Mnggal-Mnggal se vio rodeado de centenares de Selkris falsos.
Levitaron a toda velocidad hacia Mugg Fallow, el Mnggal-Mnggal estaba preparado para absorberlos, pero algo raro ocurrió.
Los Selkris falsos traspasaron el Mnggal-Mnggal y desaparecieron en el interior del planeta.
Y la ilusión terminó.
Mientras el Mnggal-Mnggal se estaba preparando para derrotar a los Selkris espectrales en mi "dimensión" imaginaria y en la realidad, yo me encontraba buscando los shatterpoints de la criatura.
Por cada cien células, por lo menos siete estaban indefensas.
Sabiendo que esa parte del Mnggal-Mnggal tiene cientos de miles de decillones (un decillón equivale a sesenta veces el número 10), por lo menos había miles y miles de trillones de células que podían ser aprovechadas para destruir al Mnggal-Mnggal mediante la Fuerza como si fuese una simple gema Corusca.
- Ya he encontrado tu punto débil, puta.
(Seguía llevando el traje especial negro y el casco, ojo)
Salí de mi nave y levité mediante la Fuerza hacia el Mnggal-Mnggal.
Conforme me acercaba a él, fui extendiendo mis brazos y concentrándome en mi misión: destruirlo.
Si el plan no funcionaba, Achillea iba a perder a un Maestro Jedi, pero la esperanza era lo último que se perdía.

[...]

Ya quedaba poco, estaba a escasos metros del lodo negro, alias "Mnggal-Mnggal"
La criatura estaba esperando a que me uniera a ella para poder absorber mi esencia y tomal el control de mi cuerpo.
Varias extremidades líquidas me agarraron los brazos.
- Has caído en mi trampa, idiota. Dije en voz baja.
Comencé a centrar mis ataques de la Fuerza en las células indefensas.
El Mnggal-Mnggal comenzó a moverse extrañamente, y las células nombradas anteriormente comenzaron a iluminarse.
- Y una pizca de fuego. Le dije, antes de usar la pyrokinesis contra mi oponente.
Las células indefensas fueron exterminadas masivamente.
Y gracias a que esas células habían desaparecido, otras muchas células se habían vuelto indefensas, y fueron convertidas en cenizas gracais a la pyrokinesis.
Casi todo el Mnggal-Mnggal comenzó a arder.
El planeta parecía que se había convertido en una pequeña estrella.
- Y el toque final, Crucitorn.
Las heridas de la criatura comenzaron a aumentar y su dolor iba más allá de lo desconocido.
Por primera vez comenzó a emitir fuertes gritos agudos mientras se chamuscaba.
Finalmente, el cerebro del Mnggal-Mnggal (la mierda con la que me estoy enfrentando) fue reducida a millones de kilos de cenizas, que las esparcí mediante la Fuerza hacia el vacío interplanetario.

Puse un pie sobre el planeta, un planeta muerto, que estaba de un color gris muy oscuro debido a la presencia del Mnggal-Mnggal durante millones y millones de años.
Luego el otro pie.
- Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la Galaxia. Dije.
Y entonces el planeta comenzó a temblar.
Comenzó a salir lodo negro por las grietas de la tierra muerta.
Me elevé mediante la Fuerza varias decenas de metros.
- ¡NO! ¡NO PUEDE SER! ¡MALDITA SEA! Grité.

[...]

Y entonces lo comprendí todo.
Los propios Celestiales le tenían miedo al Mnggal-Mnggal.
Puso en jaque al mismísimo Imperio Infinito, a los Gree, a los Lugubraa, a los Croke e incluso a la Ascendencia Chiss.
Y destruyó el Imperio Viis.
¿Y ahora va a venir un Maestro Jedi mindundi a pararle los escurridizos pies al Mnggal-Mnggal?
No, qué va, era imposible.
Lo mejor era poner en cuarentena Mugg Fallow lo más rápido posible.

Continuará

OFF ROL: Mola tu comienzo Jensa

Me desperté temprano ese día puesto que tendríamos una reunión en el hangar de el planeta. Podría ser asignado a una nueva tarea, o alguien se despediría de nosotros. Reciéntemente yo había regresado de un largo viaje por distintos planetas y sitios históricos, donde coleccioné ciertos artefactos que prolongarían la vida de la orden Jedi. Mi conexión con la fuerza se había agudizado luego de aprender tanto sobre los Whills. Ahora no temía nada, sólo la extinción de nuestra especie, que podría ser una ''profecía'' dictada en uno de los libros que recolecté.

Llegué al hangar, listo y vestido con mis túnicas marrones, al cinturón mis sables y en el cuello mi cristal blanco, como siempre. Estaba ya el maestro Tankard esperando para proporcionarnos la información de nuestro planeta.



TO BE CONTINUED

Un roleo cooperativo...me gusta...

21 DGLS - Mugg Fallow

El Mnggal-Mnggal había vuelto otra vez a ocupar todo el planeta, era imposible destruirlo.
Comprendí que el cerebro del ser estaba en el interior del planeta, posiblemente la criatura había corrompido el propio núcleo del planeta.
Nadie sabía los límites del poder del Mnggal-Mnggal.


Mugg Fallow (imagen no oficial). Las sustancias negras son el Mnggal-Mnggal.

Yo seguía levitando mediante la Fuerza en la órbita del planeta.
« Tómalas. En el futuro podrás salvar hasta un planeta con ellas.
Recordé esa frase de la Maestra Aing-Tii Po'Tamil.
Volví de la misma manera, levitando con la Fuerza, hacia mi nave, y busqué una pequeña bolsa de cuero que solía estar junto con otros chismes entre la parte metálica del interior de mi caza y el asiento.
Revolví media nave pero por fin encontré la bolsa.
La abrí y saqué cuatro objetos que tenían más o menos una forma alargada y ahuevada.

Spoiler:

Volví a salir del caza y cerré la compuerta.
Mi droide astromecánico no paraba de seguir mis movimientos con su "ciber-vista".
- No podré destruirte pero si detenerte. Le dije al Mnggal-Mnggal, aunque sabía que no hablaba mi idioma y no me iba a responder.
Lancé al "aire" los artefactos Aing-Tii y dejé que se dispersaran alrededor de Mugg Fallow.
Esperé a que estuvieran alineados unos con otros y que estuvieran donde los vértices de un tetraedro.
Entonces utilicé la Fuerza.
No sabía como hacer para que se alinearan las reliquias, pero esa era la única forma de salvar Mugg Fallow que se me vino a la cabeza.
Los objetos comenzaron a girar, se pararon bruscamente y se abrieron a la vez.
Salieron varios hilos de un color púrpura que unieron los cuatro artefactos, y después se formaron cuatro paredes.



Fin de la primera parte de Selkris.

21 DGLS - Regiones Desconocidas - Lao-mon

A paso rápido, me interné en ese espeso bosque. Ya iba preocupado; yo solía ser mucho de utilizar el sable láser, y tenía que pactar la paz con los habitantes de este planeta, o sea, que podía liársela a Achillea con mucha facilidad. De repente, una vibración en mi cinturón me sacó de mi trance. Llevé mi mano a mi cinturón, y de él extraí el holocomunicador, y apenas lo hube activado, la figura de Sobek, mi Maestro, se formó delante mía. Este, me habló: Bueno, Coen, ¿cómo vas? No quería que viera que mentía, por lo que le respondí con sinceridad: Pues... la verdad es que estoy un poco intranquilo, es mucha responsabilidad para mí. Él, con una sonrisa, me respondió: Lo harás bien, ahora déjame decirte algo. En Lao-mon habitan unos seres llamados Shi'ido. Son unos seres capaces de alterar su estructura genética, tomando la forma de cualquier otro objeto. A su planeta no suele ir nadie, y seguramente ya sepan que estás aquí. Te recomiendo dejarte capturar sin oponer resistencia, así al menos serás llevado hasta lo que sería "su consejo" y allí podrías informarles sobre la tregua que Achillea quiere pactar con ellos.

Sus últimas palabras resonaron en mi cabeza: "déjate capturar". ¿Dejarme capturar, yo? ¿Estábamos locos? No me iba a quedar más remedio, pues no se me ocurría una solución mejor. Cuando me dispuse a responderle a Sobek, este ya había desaparecido del holocomunicador. Lo guardé, y me interné en el bosque, atravesando el linde. Debería tardar poco en llegar a esa especie de fortaleza, unos diez minutos, pero debía estar alerta de todos modos.

Y así estuve caminando unos minutos, cuando de repente, un ruido rompió el silencio de mis pisadas sobre el suelo, y miré a mi alrededor. Solo árboles, y una gran roca delante mía. De repente, vi movimiento delante mía, a escasos metros entre los árboles. Esperé mirando fijamente, y de los árboles emergieron seis criaturas color beige. Sus rostros estaban completamente desfigurados, y su cuerpo lleno de bultos. Avancé medio metro y me oculté detrás de la gran roca, y de mi manga, extraí el sable láser, ya de forma inconsciente. Me disponía a encenderlo, cuando una mano me agarró la muñeca, y poco a poco, comenzó a extenderse por encima de mi mano. Yo asustado busqué a ese ser deforme, pero vi que esa mano emergía no de un ser deforme, sino de la roca que tenía pegada en la espalda.



Mi sable escapó de mis manos, y la mano de la roca desapareció con mi sable. Yo me quedé mirando la roca, medio atontado, y para cuando quise darme cuenta, estaba rodeado de esos bichos asquerosos. Tenía otro sable láser en mi cinturón, pero no sabía si utilizarlo o no. El silencio inundó la situación, hasta que uno de los seres habló en un idioma extraño, un idioma que no llegué a entender, por lo que me giré a él y dije: ¿Cómo? El ser se mantuvo callado unos segundos, y me respondió: ¿Qué has venido a hacer a este planeta, Arkaniano? ¿Como ese ser había sido capaz de averiguar mi descendencia? Ese tema no me ocupaba mucho, por lo que le respondí: He venido a pactar una alianza entre los habitantes de Lao-mon y la República. El silencio volvió, y se mantuvo ahí durante unos segundos, hasta que los Shi'idos empezaron a hablar entre sí en lo que seguramente sería su idioma.

Y así estuvieron casi un minuto, hasta que el que me habló antes, dijo: Está bien, vendrás con nosotros, pero me temo que de momento no podremos dejarte suelto, así que informaremos al Consejo de Sabios, y que ellos decidan si quieren avanzar en este tema, y si no, te irás, ¿de acuerdo? Me paré un momento a pensar: si aceptaba, estaría constantemente vigilado por los Shi'idos, y más aún, en lo que seguramente sería su base. Pero yo aún portaba un sable láser y el Migrador de Almas, por lo que si la cosa salía mal, podría huir perfectamente. De acuerdo.Y se formó un círculo a mi alrededor, y comenzamos a avanzar, y al poco rato, llegamos a la puerta de un gran castillo aplacado sobre una montaña.


Las puertas se abrieron a nuestro paso, y nos internamos en un gran vestíbulo iluminado por unas luces que emergían del techo. A nuestro alrededor un gran número de puertas nos rodeaban, y no solo puertas, también un número considerable de Chi'idos, que se quedaron mirándonos el tiempo que estuvimos allí. Uno de los Chi'idos que me rodeaba me hizo un gesto para que le siguiera, y se dirigió a una de las puertas medianas, yo lo seguí de cerca, y observé su interior, nada más abrir él la puerta. Parecía una habitación, tenía una cama y un foco en el techo que iluminaba toda la sala, y una estantería que varios libros. Yo entré con desconfianza, y apenas hube entrado, me dijo: Espera aquí, voy a tener que encerrarte, son nuestras normas con los extranjeros. En cuando el Consejo me comunique su decisión, vendré y te abriré, y ahí ya se verá si vienes o te vas. Y cerró la puerta.

Muy buen roleo, te felicito