The loneliness and death

Voren, el Sith desolado se encontraba en Kashyyyk, planeta conocido también como Mundo de los Wookiees, lugar salvaje y de naturaleza indómita. Zekk Tainted entreno a Voren desde joven, creando no solo un lazo de Maestro y aprendiz, sino que también un lazo de sangre. El joven sith siempre estuvo solo, desde su nacimiento en Ziost, hasta que Zekk Tainted logro persuadirlo y traerlo al lado oscuro. Desde niño Voren fue entrenado para convertirse en un Maestro Jedi, pero el miedo a la soledad lo condujo directamente al Lado Oscuro. Él siempre tubo obsesión de poder, era tal su interés que no le importo su propia vida a la hora de eliminar a los mimos Jedi que alimentaron su niñez. La masacre en el templo Jedi no fue una gran hazaña, pero dio el paso a Voren de demostrar que se tomaba en serio la obtención de poder y el derramamiento de sangre Jedi. Para Voren no fue fácil ni difícil, simplemente actuó recibiendo instrucciones de aquél Lord Sith que controlaba su mente ofreciendo recompensas inalcanzables, poder absoluto, inmortalidad.


El Clima en Kashyyyk era muy agradable, la oscura noche y los bosques inmensos adornaban la ceremonia Jedi. Habían dos Youglings apunto de recibir el cinturón Jedi y su sable de luz como premio por completar el entrenamiento Jedi. Uno de los Jedi era Voren, el cual estaba a punto de revelar su verdadera identidad. Cuando el Maestro a cargo de la ceremonia esta por finalizar, Voren se alzo gritando

- ¿No se dan cuenta?, la ira es la piedra angular de el poder, el Lado Oscuro ofrece un sin fin de beneficios.
- ¿Qué dices Voren?,
- La verdad, es hora de revelar mi identidad, soy un Sith

En ese momento Voren encendio su sable de luz, el coloro rojo carmesí de su cristal llamo la atención de él Maestro. Sin pensarlo atravesó el sable de luz por el abdomen del padawan a su lado. Cuando el Maestro quiso intervenir vino el verdadero desafío para el Joven Sith, quien gracias a la afinación que tenía con el lado oscuro detuvo la carrera del Maestro con rayos sith. El uso sin control de la energía que expulso Voren traería consecuencias y el las tenía claras. Cuando tuvo la certeza de que el Maestro Jedi y el joven Yougling estaban muertos comenzó su rumbo hacía el templo Jedi de Kashyyyk. La respiración de Voren comenzó a ser cada vez más rápida, gracias al uso de los rayos sith Voren presencio un desgaste físico importante. Mientras caminaba hacía el templo, pudo observar un grupo de Jedi que le seguían, el numero del grupo era importante, y eso reflejaba que ya no era un misterio su identidad falsa, y que la alerta se había activado. El grupo de Jedi rodeo a Voren, el encargado le pidió que soltara el sable. Voren no era estúpido, sabía que era imposible ganar con tal desgaste físico, así que apago su sable y se arrodillo ante los Jedi quienes no tardaron en apresarle. El Joven Sith fue trasladado muy rápidamente a las celdas del Templo de Kashyyyk. Finalmente los planes de Voren salían a la perfección. Como toda la atención estaba concentrada en él, las naves imperiales aterrizaron en el planeta sin ser vistas. De pronto, Voren escucho una voz en su mente

- Voren, bien hecho. Ya aterrizamos, y estamos organizando una masacre.
- Bien Maestro, estoy a su espera. Le comento que tuve que entregarme.
- No trates de escapar, déjalo todo en mis manos.

La invasión del templo estaba apunto de comenzar, pero las cosas no serían tan fácil como planeaban.

- Trasladaremos a Voren a Coruscant, lo antes posible.

Cuando Voren escucho a los guardias murmurar su traslado, advirtió mediante el uso de la telepatía a su maestro de que debían comenzar con el plan, pero su Maestro le dijo que no hiciera nada hasta estar arriba de la nave. Al siguiente día abrieron la celda de Voren, custodiado por dos Guardianes Jedi fue trasladado hasta un transportador. Cuando Voren entro en la nave pudo observar como las naves imperiales abandonaban el planeta. En es justo momento Voren no entendía nada, sintió un odio profundo por quién le había prometido el verdadero poder.

Cuando todo estuvo listo, la nave despego del planeta. El viaje comenzaba de Kashyyyk a Coruscant. Voren no conocía nada de aquél planeta, solo había escuchado historias del pasado. Mientras todos ponían atención al salto de la nave hacia el hiperespacio una explosión se sintió en toda la nave. Soldados imperiales estaban invadiendo la Nave. Los Jedi actuaron rápidamente tratado de repeler el fuego que ejercían los imperiales quienes continuaron hasta encontrar la celda de Voren.
Cuando la encontraron lo sacaron rápidamente. Mientras abandonaban la nave, continuaban enfrentando a los Jedi, pero dos imperiales iban colocando bombas por toda la nave. Los imperiales lograron poner a Voren a salvo y fue en ese momento cuando la Nave Jedi exploto.

Así fue como Voren se encentro con su Maestro Sith, quién le explico el cambio repentino de los planes. Kashyyyk se salvo de la masacre que habían planeado, aunque eso, ya era tema del pasado.

- Desde hoy, tus objetivos serán otros, deberás comprender el lado oscuro, y obtener todo el poder que puedas de mi.



El frío ambiente del planeta Ziost despertó a Voren de un profundo sueño en el que había entrado mientras viajaba con su Maestro. La corteza blanca de hielo cubría el paisaje hasta donde la vista de Voren podía ver. Él estaba solo y lo único que le hacía compañía era un sable de Luz. De pronto un Holograma se activo -"Voren, deberás sobrevivir a los salvajes desafíos que te propondrá este planeta, es hora de demostrar tu fortaleza, y tu lazo con el lado Oscuro de la fuerza"- Desde ese momento comenzó la verdadera aventura de soledad. El poder sobrevivir era fundamental, pero sin alimento ni agua para un Sith Humano era imposible. Si bien este es el planeta natal de Voren, el no conocía sobre su Fauna menos si existiera vida en ese planeta. El Joven Sith estaba nervioso, el realmente no sabía si estaba listo para tal extremo de recorrer solo un planeta desconocido.

La oscuridad y el frío se imponían ante Voren cada vez más y le hacían difícil poder pensar en su próximo objetivo. Lo importante ahora era sobrevivir a las bajas temperaturas del planeta Ziost. Explorar el planeta a oscuras no era una buena idea, por lo que Voren busco una cueva donde poder refugiarse del frío y ocultarse de quién sepa que cosa podría aparecer frente a él. Así fue como descanso hasta la mañana siguiente, donde decidido salio de la cueva para explorar el lugar. Como era común todo estaba cubierto de Hielo, y no se veía ningún tipo de civilización. Mientras avanzaba observando todo el lugar se escuchaban voces, gritos de soledad, gritos sin consuelo, ¿de donde provienen? era la inquietud de Voren quién sin descansar continuaba caminando por el helado y montañoso planeta Ziost. A lo lejos pudo observar una gran montaña, los gritos se sentían mas fuertes en la falda de la montaña.

Lentamente comenzó el joven Sith a subir la montaña, mientras más subia, los gritos no solo retumbaban en sus oídos sino que ahora estaban en su mente, lo que le causaba un gran dolor. Voren llego a tal punto en donde no pudo continuar, los gritos bloquearon por completo su sistema nervioso lo que lo dejo paralizado. Lentamente cayo al suelo, todo se torno oscuro, los gritos habían desaparecido pero él no podía moverse.

- Tranquilo Joven Sith, aun no estas muerto.
- ¿Qué sucede?, siento que el lado oscuro absorbe por completo mis energías.
- Así es, el lado oscuro te consume rápidamente, ¿no era lo que anhelabas?
- Solo quiero poder.
- ¿Acaso no es poder el lado oscuro?,
- Debo comprobarlo.
- Deja que él te lo demuestre, deja que él te domine.
- ¿entonces dejo que me consuma?
- Tu sabes muy bien que hacer joven Voren

Tal fue la conexión que tuvo Voren en ese momento que pudo hablar con un Espíritu de un antiguo Sith. Aunque él jamas pudo darse cuenta de lo que había logrado. La conexión estaba activa, y Voren poco a poco comenzaba a recuperar parte del movimiento de su cuerpo. Cuando tuvo la mayor parte del control se sentó y cruzándose de brazos comenzó a buscar respuestas sobre el poder meditando.