[Roleo de Glee Anselm+Obtención] Nuevos compañeros

Tras varias tareas y clases en Glee Anselm, mi maestro me designó una misión sencilla para mi. Esta consistía en viajar a Raxus Secundus y explorar el planeta, dar un informe sobre la fauna, la flora, el clima y las características del planeta.
El planeta estuvo regido por la CSI en su momento, pero ahora era un lugar pacífico y sin males, O eso creíamos.
Me despedí de mis amigos y me dirigí al hangar donde aguardaba una lanzadera. Abordé la misma y realice los procedimientos necesario para despegar, atravesé la atmósfera planetaria y llegue al espacio.
Mi droide astro mecánico R2 colocado en la parte superior de la nave colocó las coordenadas hiper espaciales y dimos un salto hasta el planeta.



Traspasé la atmósfera y las coordenadas me llevaron a un pequeño poblado del planeta, podía ver una hermosa fauna, un planeta boscoso y tranquilo que me impactó con su belleza.
Al no contar con un hangar tuve que descender la lanzadera a varios metros del poblado. Al lograr bajar y apagar los motores fui con mi droide al interior del poblado.
Charle con varios colonos, les pregunté sobre el planeta, su fauna, flora y sus características, mientras mi droide almacenaba toda la información. Decidí que quería explorar el planeta por mi cuenta así que me embarqué en una extensa caminata con R2.
El planeta era un paraíso, montañas, pasto, pájaros cantando, lagos , bosques paz y tranquilidad. Después de mas de una hora y bastante cansado me recosté a descansar varios minutos y contacté con Glee Anselm, les informé de lo que ví y me dijeron que regresara al Templo.

Me despedí y corté la transmisión, no quería volver todavía, quería recorrer este hermoso lugar, me llamaba mucho la atención y me agradaba. Por lo que decidí continuar la caminata.
Me alejé de la zona poblada, ya no quedaban hogares rurales por donde caminaba. Tras unos kilómetros caminados, llegué a ver una superficie metálica, cubierta por hojas y demás. Era bastante amplia pero yo no entendía nada, no había nada ahí. Lleno de curiosidad comencé a caminar sobre el suelo metálico y a los pocos segundos me di cuenta que había cometido un error.
El suelo que pisaba se desplomó enseguida y tuve una dura caída sobre una especie de máquina.
Mientras sufría una molesta agonía y dolor en mi espalda escuché que la maquina chisporroteó y largo un sonido.
Cuando el dolor disminuyó me reincorporé. No veía nada, la poca luz que ejercía la maquina y la grieta en el techo eran lo único que me alumbraba por lo que decidí encender mi sable.
Recorrí lo que parecía ser un viejo complejo repleto de droides incompletos y obsoletos, cuando de repente escuché un sonido que me puso los pelos de punta. Tres droides, mas altos que yo, habían encendido una especie de electrovara que emitía una especie de onda de color violeta, mientras dos droides mucho mas chicos y al parecer, menos inteligentes. Me apuntaron con sus blásters, Era hora de luchar.

Coloqué mi sable en posición defensiva, tenía que implementar el Soresu.  Después de tantos años de entrenamiento Jedi y con mentalidad de ser algún día un Guardian Jedi, casi dominaba por completo el sistema de entrenamiento del Templo.
Pero esto era un simulacro, era vivir o morir. Estaba nervioso pero a la vez emocionado, era mi primer combate a muerte.
No iba a defraudar a mi maestro y con confianza y concentración comencé a retroceder y a desviar los disparos de los otros dos droides, esperando el momento oportuno. Alejándome de esos gigantes con palos, desviaba los disparos y con precisión intentaba reflectar los disparos para intentar derribar a los mismos. Por suerte lo logré y el primer droide cayó al suelo tras recibir su propio proyectil, estas chatarras no eran muy inteligentes y enseguida derribé al último.
Bien, ahora tenía que ocuparme de los otros, sabía que tenía que implementar otra estrategia, estos droides parecían ser mas listos y con instinto asesino que los otros, ondeaban sus varas mostrando habilidad y destreza. Sus varas me intimidaban mucho, eran mucho mas largas que mi sable.
Mi maestro me había perfeccionado en el makashi, pero ellos eran tres mi maestro se cansó de repetirme que el makashi solo debía usarlo cuando era un enemigo solo y nada de blásters  , me iban a dejar hecho moco de bantha si lo usaba. Tenía que usar el Soresu. Este no me agradaba mucho, era muy defensivo y aburrido pero ahora me alegro de haberlo entrenado.
Al acercarse comenzaron a arrojarme varios golpes con sus varas que por un pelo pude desviar. Me cai al suelo y en ese instante comprendí que si seguía así iba a morir.
Me reincorporé y apunté con las palmas de mis manos a dos de ellos para arrojarlos lejos mediante la fuerza.
Claro, podrán tener esas varas tan bonitas y usarlas tan bien, pero ellos no tenían la Fuerza.
El combate pasó de tres contra a uno a uno contra uno, tenía unos instantes antes de que los otros dos se reincorporaran, era ahora o nunca, era hora del makashi.
Tomé mi sable con una mano y desvié las primeras estocadas con facilidad, aproveché el momento y tiré un tajo al pecho del droide que acabó con el.
Los otros dos ya estaban bastante cerca mío, yo estaba muy fatigado y cansado, yo solo iba a morir.
Pero yo no estaba solo, R2 estuvo presenciando la batalla todo este tiempo.
Con mis últimas fuerzas le grité que hiciera algo con la máquina que nos habíamos topado, era mi única esperanza.
R2 se movió al instante y tomé mi sable con ambas manos, intenté bloquear y desviar los ataques con mis pocas fuerzas.
Yo me sentía vulnerable y cansado, sabía que iba a morir, que todo mi entrenamiento Jedi había sido una pérdida de tiempo, que había fracasado.
Cuando de repente ambos droides dejaron de atacarme., al parecer R2 lo había logrado.
Cuando regresó pude divisar una especie de escalera que ascendía, supuse que era la salida, le dije a R2 volvamos a casa y después de subir la escalera, había dejado ese mundo oscuro y volví a ese mundo de paz y tranquilidad, al sentir el pasto rozarme las piernas y sentir el sol que me golpeaba, me tiré al suelo sin dudarlo.
Había pasado un largo rato cuando volví a abrir los ojos, el sol ya estaba cayendo.
Me levanté y vi que los droides estaban a unos metros míos, al principio me asusté pero después vi que no eran hostiles.
Me di media vuelta y con R2 seguimos caminando pero noté que estos me seguían.
No se que había hecho mi droide pero estos dos me seguían, como si fuera su nuevo amo o como si me espiaban, solo había una forma de saberlo.
Les grité "En guardia" y ambos enseguida y con elegancia y simpleza ondearon sus vibrovaras.
Imagínense mi emoción, a pesar de casi haberme matado, sentía admiración por la forma de moverse y atacar, además de la capa que llevaban. Con tan solo imaginarme la cara de mis compañeros cuando vieran a mis nuevos amigos.
Fuí lo mas rápido que pude hasta la nave y junto a mis tres droides me despedí de los colonos y tras un corto viaje arribé a Glee Anselm.

Regreso a casa.

Al llegar ya estaba oscureciendo, informé al consejo y a mi maestro sobre lo sucedido y mis nuevos amigos.
Ellos no vieron ningún problema en que los conservara, les expliqué que los utilizaría para entrenamiento personal y protección.
Ya había pasado mas de un día de mi aventura en Raxus Segundus, aprovechaba mi tiempo libre en entrenar el makashi y el soresu con mis magnaguardias. Haber estado tan cerca de la muerte me había traumado y aprovechaba siempre que podía para entrenar mi combate con el sable.
Quería convertirme en el mejor duelista de la galaxia y mis nuevos amigos iban a ayudarme a lograrlo.
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Obtengo: 2 Magnaguardias con electrovaras.

Link de ficha:

Spoiler:

Me has echo sonreír así que genial, ha sido curiosete el roleo, y has logrado muy bien el ambiente de luminosidad anaranjada y paz natural.

En revisión.

¡No está nada mal! Me gustó bastante tu forma de narrar el combate y como supiste mantener tus límites, ya que al utilizar La Fuerza te cansaste rápidamente. Es fácil derrotar a droides y más tratándose de un usuario sensible aunque derrotar a los magnaguardias es complicado y más aún siendo un Padawan. No obstante, narraste bien como el droide astro mecánico desactivó correctamente a los droides y los programó para que te obedezcan. No hay mucho que corregir, tan solo ten cuidado con la repetición de palabras ''... habían encendido una especie de electrovara que emitía una especie de onda...'' ahí un ''especie'' sobra. La obtención es válida, espero ver mucho más de ti en el futuro. Un saludo.

Los magnaguardia realmente no son para entrenar o ayudarte a progresar. Son máquinas ideadas para asesinar sensibles a la fuerza tal como los antiguos droides Krath.

Un saludo, interesante roleo.

Malakir escribió:Los magnaguardia realmente no son para entrenar o ayudarte a progresar. Son máquinas ideadas para asesinar sensibles a la fuerza tal como los antiguos droides Krath.

Un saludo, interesante roleo.

Bueno yo tengo entendido que se puede bajar el nivel de descarga de su electrovara, para que solo den una leve descarga y no una mortal, no creo que no pueda entrenar con ellos, pero bueno da igual jaja.
Un saludo y gracias