[Obtención/Escrito] El Akaanati'Kar'Oya

"El Akaanati'kar'oya (La guerra de la vida y de la muerte) cuenta la historia de la creación y se remonta a las tribus de Taungs que invadieron Manda'yaim en el 7000 ABY, estos cuentos pertenecieron a la tradición oral mandaloriana por muchos años y no se tubo registro escrito de ellos hasta la reforma de Te Kandosii Mand'alor, quien tras recibir una visión sagrada en el planeta Shogun decidió que la guerra debería ser adorada y emprendió su cruzada por toda la galaxia. Lo mas probable es que el Akaanati'Kar'oya se tallara sobre piedra y que se pudiera transportar fácilmente dado el carácter nómada de los Mandalorianos. La ubicación actual de esas tablas de piedra es desconocida y el ultimo registro de ellas que se tiene es de las Guerras Mandalorianas, se rumorea que fueron destruidas durante la batalla de Malachor V por los Revanchistas tras la derrota inminente de Te Ani'la Mand'alor, sin embargo otra versión cuenta que fueron rescatadas y transportadas por remanentes mandalorianos al sector Mandalore. El reciente estallido de una nueva guerra civil entre Mando'ades ha obligado a la Mand'alor Chie Skirata y al  Tor'alor Donovan Fett pertenecientes al bando de Dxun a buscar el Akaanati'Kar'Oya y de esta forma evitar que los Dar'manda se hagan con tan preciada y poderosa reliquia. Para esta misión El sumo inquisidor ha escogido a su pupilo Khaine Ordo para que junto a un grupo de Guerreros Mandalorianos viajen al sector Mandalore y encuentren el Akaanti'Kar'Oya o lo que queda de el."

La cañonera tipo Teroch recogía su tren de aterrizaje y empezaba a ascender lentamente dejando atrás la espesa jungla de Dxun, dentro de ella se encontraba Khaine Ordo que estaba sentado en la parte trasera de la nave revisando su brazalete, mientras,  los otros tres Mandalorianos dentro de la cañonera se encargaban de pilotearla. Una vez fuera de la atmósfera de la luna, Esork Awud, capitán de la Cañonera Teroch fijo las coordenadas hacia el Sector Mandalore y en menos de un parpadeo desaparecieron en el hyperespacio.

Después de un largo viaje con algunas leves complicaciones lograron divisar Manda'yaim, aquel planeta que dio origen al pueblo Mandaloriano y que alguna vez fue la boyante capital del "imperio" Mando'ad. Khaine se levantó de su asiento y caminó hasta la cabina de mando, ahí pudo observar el planeta en todo su esplendor y aunque el había nacido en Ordo, de alguna forma sentía que estaba regresando a su hogar.
La cañonera empezó a descender aproximadamente a cuarenta y cinco grados al norte del ecuador, en la ciudad de Keldabe, la capital de Manda'Yaim. Las compuertas traseras se abrieron permitiendo al Ge'verd salir sobre la plataforma de aterrizaje, los otros guerreros abrieron un perímetro alrededor del carguero y se mantuvieron a la expectativa.
La ciudad no era mas que la sombra de lo que fue en antaño, la decadencia era notable, muchos edificios estaban abandonados y en estado deplorable, la guerra y la división entre el pueblo Mandaloriano obligo a muchos  a irse para no volver jamas.
Aun había pequeños enfrentamientos en las calles pero no eran de importancia para Khaine, su misión era otra.  Conforme el Ge'verd avanzaba mas y mas por las calles de Keldabe sentía una extraña sensación en el pecho, el ya había estado ahí antes, en un tiempo cuando la capital del imperio Mando'ad brillaba mas que nunca. Pero no podía dejarse dominar por esos nostálgicos sentimientos, debía seguir en la búsqueda del Akaanati'Kar'Oya.

Una gigantesca edificación se alzaba en el horizonte, de arquitectura antigua y con dos Guerreros Taung de varios pies de altura resguardando su entrada, destinados a mantenerse ahí por toda la eternidad, inmóviles, muertos, de piedra. Khaine abrió las grandes puertas del recinto empujándolas con ambas manos, rompiendo el perturbador silencio del templo.
Una vez dentro, observó estupefacto la magnificencia de aquel lugar, incontables batallas se hallaban pintadas en lo alto de las cúpulas mientras que la luz reflejada en las vidrieras daba vida a la historia temprana del pueblo Mandaloriano. Después de un tiempo en aquel lugar se percato de que no estaba solo, Khaine dirigió su mirada hacia un asiento de alto respaldo que se encontraba sobre una tarima, ahí reposaba una figura enigmática que poseía una antigua armadura cruzada, parecía inmóvil, el Ge'verd se acercó hasta el con cautela y se dio cuenta de que el sujeto aun respiraba, le retiró el casco dejando ver el rostro de un hombre, pálido y marcado por los años, con ojos lechosos que se perdían en el vació.

- ¿Quien eres? - Murmuró aquel demacrado hombre.

- Soy Khaine Ordo, de Dxun, un Mandaloriano como usted. He venido a buscar el Akaanati'Kar'Oya- Respondió el Ge'verd ante la pregunta.

- El Akaanati'Kar'Oya hmm... ¿Que te hace pensar que yo se donde esta?- Volvió a cuestionar el anciano.

- Usted es un guardián del legado, esta aquí para proteger las reliquias de Manda'Yaim, así que dígame donde se encuentran las piedras en nombre del Mand'alor- Dijo Khaine alzando la voz, desafiante.

- ¿Mand'alor? Ja!, cuantos se hacen llamar de esa forma hoy día, no hay nadie digno de reclamar el Akaanati'kar'oya, los tiempos de gloria de los Mando'ades acabaron ya, ahora solo son una manada de bárbaros en armadura que luchan entre si. Pero si tanto deseas tal reliquia pues ven por ella- Vociferó el cruzado mientras se levantaba torpemente de su asiento y desenfundaba una Beskad.

Los movimientos del guardián eran torpes y lanzaba estocadas al aire debido a su ceguera, khaine esquivaba los ataques con relativa facilidad moviéndose hacia atrás, durante un momento sintió pena por aquel hombre pero vio reflejado en el un verdadero espíritu Mandaloriano, inagotable, inalcanzable, inmortal.
El Ge'verd llevó su mano al cinturón y desenfundó un blaster, le retiro el seguro apuntando a la pierna de su adversario. Sin dudar haló del gatillo repetidas veces y observó como el otro perdía el equilibrio y caía sobre sus rodillas. Aun abatido sobre el suelo el cruzado estiraba su brazo para alcanzar la beskad había soltado al caer, Khaine se acerco y pateó la espada lejos de el.

- Te he derrotado guardián, ahora dime, donde esta el Akaanati'Kar'Oya - Dijo el Ge'verd mientras apuntaba a la cabeza del anciano con el Blaster.

El hombre se reincorporó como pudo y se arrancó una llave que colgaba de su cuello, estiró su mano temblorosa señalando una estatua del dios Kad Ha'rangir. Khaine arrebato las llaves de las manos del cruzado y dirigió su mirada a la estatua.

- Estar aquí fue todo un honor, ahora te daré una muerte digna - Khaine disparó a la cabeza del cruzado mientras recitaba estas palabras.

Con el blaster de nuevo en su lugar, Khaine Ordo se acercó a la estatua señalada con anterioridad observándola minuciosamente, se dio cuenta que el pedestal que sostenía al dios tenía una abertura. Introdujo la llave en ese orificio y la giró, la estatua empezó a temblar moviéndose de lugar. Ahora se podía observar un agujero y dentro de el unas tiras de lienzo envolviendo algo. El Ge'verd introdujo sus manos y sacó el objeto envuelto, lo colocó sobre el suelo y procedió a descubrirlo. Se asombró al ver que se trataba de un antiguo libro encuadernado en cuero y no de unas piedras talladas como decía la leyenda, se negó a abrirlo, prefería que la Mand'alor lo viera primero.

- Capitán la misión ha sido llevada con éxito, le enviare mi posición en breve para la extracción -

Obtengo:
El libro del Akaanti'Kar'Oya

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Yo me encargo.

EDIT: Es válido, felicidades.