【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
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【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Caelum Viciouss
Addy ~ Lightning ~ Satella
El susurro de las hojas vagaba por el inframundo mental de aquella peliroja que destacaría tanto entre republicanos. Aquel susurrar de los árboles roñozos y secos daría el eco en aquella mente perdida y vacía, una mente caída y sucumbida ante la propia oscuridad. Una mente confundida y desatando aquel odio y rabia sobre todos. Aquellos ocelos los cuales habrían perdido su camino iluminado se encontrarían totalmente cegados ante la propia oscuridad, la infinita oscuridad que sucumbiría el triste, débil & sólo corazón de aquella chica. Optophobia. En aquel momento era la simple optophobia, no quería abrir sus ojos y perderse aún más, sus manos aferradas contra su pecho, sujetando un pequeño trozo de un cristal desconocido para la mayoría de la gente, pero con un cálido recuerdo para ella, sería su último sujete a aquella luz que estaría impregnada en aquel perdido camino. Un camino lleno de niebla que cegaría todo a simples centímetros.
Aquella esencia desconcertada se presentaría en un salón apartado de todo. Ambas piernas cruzadas, sus manos posicionadas sobre sus piernas, sus manos posicionadas en sincronía, apoyando sus dedos índices entre sí, sus túnicas caerían alrededor de sí misma, cubriendo completamente su silueta. Sus cabellos rojos caerían alrededor de su rostro mientras que ambos ocelos estarían cerrados. Su frente estaría levemente fruncida, lo que sería la iluminación natural de aquel lugar tan monótono, tan sucio, tan muerto, estaría acabando. Sería el crepúsculo de la tarde lo único que acabaría en aquella habitación de enormes ventanales que daría a conocer aquella enorme esfera, aquella ciudad. Su mente perdida entre oscuros pensamientos, solo fingiría un pequeño hilo de luz que conectaría su bien con la realidad.
Su mayor deseo era ser alguien ejemplar, alguien con historia, alguien reconocida, alguien de bien. Quien pudiera enseñar y aprender al mismo tiempo, enseñar a combatir y mejorar en ello, corregir actitudes y corregirse, callar y silenciar, pero era su defecto, su gran defecto. Sabía hablar pero no actuar, sabía como corregir, pero no como aplicarlo. Defecto.
Sería cosa de minutos, pequeños minutos para que pronto se rellenara el ambiente con una presencia alterna a la propia, apartando que en un rincón se encontraría un bulto de pelajes oscuros, el cual subiría y bajaría ante su respiración, pronto aquel bulto alzaría una pequeña cabeza, con dos orbes de apagado color, moviendo sus orejas de lado a lado y seguidamente, a espaldas de aquella meditabunda usuaria de lo luminoso se abrirían unas grandes compuertas, dejando tras estas se encontraría el twi'lek de pieles violetas con aquellas destacadas lekkus rodeando su cuello. Una mirada pensativa y serena estaría describiendo aquellos orbes posados en la silueta sentada frente al enorme ventanal, sus brazos escondidos tras las túnicas marrones pronto comenzaría a avanzar por el lugar, con aquellos pasos que rellenarían el salón. El oscuro bulto fijaría aquellos cristalinos orbes que iluminarían sus oscuras tonalidades sobre el recién llegado, alzaría levemente su cabeza, abriendo sus fauces en lo cual soltaría un bostezo y volvería a tumbarse contra el suelo. El Maestro posado a espaldas de aquella chica, de la única Centinela presente en esos momentos y soltaría un suave suspiro, en lo cual, la joven separaría sus parpados con suavidad, sentiría pronto que los pasos de el recién llegado estarían alejándose. La centinela giraría levemente su rostro, clavando su vista en el twi'lek, pronto se levantaría y a los pocos segundos estaría siguiéndole. El animal que estaba presente en aquellos momentos tomaría rumbo detrás de aquella última en salir, sobre sus cuatro patas seguiría el camino de la chica en silencio. El salón quedaría totalmente desolado, dejándose cubrir por los últimos rayos de luz natural que podía entregar aquella posición, pronto todo oscurecería y volvería a aquellas noches monótonas y a la ves diferentes, llenas de movimiento.
Era solo cosa de segundos para que causara una colisión de emociones, el twi'lek al frente de la centinela, caminando de una manera silenciosa y firme, la chica con su mirada algo agachada, demostrando su poco ánimo por aquello y a su lado su compañero, quien aun estaría con aquella mirada penetrante hacia el Maestro. Coruscant por mucho fue un lugar más grande que donde residían antes, Achillea. Sus pasillos eran casi interminables en algunas situaciones y en otras eran los pasillos mas cortos que se podrían tocar. Tampoco tenía la naturaleza y tranquilidad que proporcionaba Achillea, un punto en contra por las simples meditaciones, no se podían ejercer de la misma manera que en contacto con los vivos. El Maestro Twi'Lek se habría detenido, su acompañante se habría posicionado a un lado de él pero manteniendo cierta distancia atrás de él, el animal se posicionaría a un lado de la Centinela y en ello, verían pasar a gran parte de lo que conformaría el ''Consejo Jedi'', pronto aquellos segundos se volverían la eternidad para la peliroja, sus ocelos cambiarían drasticamente de tonalidad, se volverían opacos, apagados, muertos. Sólo era necesidad de que uno de ellos hubiera estado ahí para cambiar el ánimo de la joven tan rápido. Aquel antiguo que en su supuesta juventud habría causado más problemas que los nuevos, que los recién integrados en aquella comunidad de la conocida Orden Jedi, aquel que solo proporcionaría más oprobios que lo contrario. Sus ocelos pronto se llenarían de rencor, de odio, de rabia e ira, estos quedarían fijos en aquel hombre mayor que llevaba con orgullo su rostro en alto, seguido de uno que otro iniciado, Padawan, Caballeros. Una pequeña barba, cabello largo y en cola, tes morena. Ella sintió que su aura cambiaba de una manera tan radical y no fue la única, el animal quedó mirando a quien al parecer sería su dueña y pronto los ojos de el twi'lek se posarían en ella.
Su odio, no, no era odio, era desprecio. Aquello no se basaba en la simple presencia de él, se basaba en aquellas acciones que en su mayoría fueron incorrectas o ante sus ojos era así, aquella actitud arrogante que solo causaba el repeler a su persona de la otra... No le gustaba, no le agradaba. Sus pensamientos cuantas veces habrían ido más allá de aquel Templo. Irse de aquellos muros que solo cometerían actos de corrupción, actos que el supuesto Consejo Jedi debería corregir, pero solo eran más y más problemas guiadas a una persona que por arrogancia y prepotencia caía en alguna que otra mala acción, equivocadas decisiones. Sus compañeros y ella misma eran conscientes de aquello pero nada, no podían hacer nada, solo podían ser el público de las aberraciones, el público de los errores y las caídas. Esos segundos fueron los peores hasta que desapareció, se retiró, sea lo que sea que haya pasado. El Maestro Walatero había estado consciente de aquella atmósfera tan pesada de parte de su enseñada, de su Centinela. Al parecer, tal vez ambos hubieran preferido alejarse de allí a paso largo, en lo que pronto llegarían al vestíbulo de aquel enorme templo de tan pocos miembros para rellenar aquellos grandes salones. Un grupo de Padawan estarían sentados cerca de uno de los enormes ventanales donde se posarían unas fuentes con alguna especie de escultura o estatua en el centro de este. Uno de ellos destacaría más que otros, uno de esos Padawan sería el aprendiz de la Centinela, este se levantaría rápidamente y correría hacia la peliroja con una sonrisa enorme, de oreja a oreja. Adellie pronto olvidaría todo lo sucedido o por lo menos sería así como sus pensamientos se alejarían y darían su atención a su padawan. No entablarían una conversación muy larga, un saludo, uno que otro comentario respecto a las clases de el aprendiz y su entrenamiento y al final, la simple despedida. El Maestro presente habría quedado algo sorprendido ante el cambio tan drástico de la chica frente a su aprendiz. Volverían a su camino, pero esta vez, el animal se quedaría con el grupo de Padawan evitando estorbar.
El escenario pronto cambiaría, el escenario tendría otro color, otra atmósfera, otro aura, otra tonalidad. Sería una habitación cerrada, no tendría ventanas, estaría simplemente iluminadas por la electricidad que proporcionaría el templo. Un pequeño mesón, alrededor de 8 sillas situadas en el lugar y habrían tres de ellas ocupadas, el Maestro Walatero se uniría y estarían cuatro de ellas ya ocupadas. La joven se situaría en el centro de el salón, las presencias allí... podría ser, tal vez... tuviera alguna idea de quienes fueran, pero aún nada, no reconocía a ninguno. Todos encapuchados, menos los recién llegados. La peliroja cruzaría sus brazos y sus ojos se fijaría en lo central, era casi la pared, pero estaba entre dos siluetas. Uno comenzaría la charla, una larga conversación, describiendo al parecer la situación en que se encontraría aquella misión que pronto estaría asimilándose a recuerdos, a teorías que ella tenía. Sus ojos demostraron cierta sorpresa al seguir escuchando la misión, era perfecta la ocasión, perfecto el momento. Aquello podía ser una excusa perfecta para lo que buscaba, para lo que quería, no demostró emoción alguna, su rostro serio, sin sentimiento ni expresión alguna. ~ Esta es tú misión, Centinela. ~ Fue la única frase que materializó al final de todo, cerraría sus ojos y soltaría una reverencia a los pocos superiores que respetaría en aquel lugar, los únicos superiores quienes habrían abierto sus brazos ante el grito de socorro de la peliroja. ~ No caeré, no fallaré. ~ Respondió, mientras se volteaba y se retiraba de el lugar.
Debía partir en el mismo momento, no tenía tiempo para despedirse o dar explicaciones, ni a su hermano ni a su padawan. Debía salir ya de el lugar porque era algo que había esperado hace bastante tiempo, quería encontrarlo. Quería encontrar a su antiguo Maestro. Pronto su presencia estaría en aquella habitación donde ella habría iniciado sus primeros inicios en el lugar, estaría arreglando sus pertenencias. Sus prendas no serían aquellas que utilizaría para ir a reuniones, no... estas serían sus antiguas prendas de Guerrera Sith, aquellos momentos de gloria en su camino con su antiguo mentor, Lettow Savant. Aquel mentor que por un tiempo tan limitado le enseñó todo y aun fuera de aquella tutela, aprendería de él. ~ Las apariencias engañan... ~ Susurraría para sí misma, mientras posaba aquel collar que con tanto recelo habría cuidado desde sus inicios de aquella agrupación de los llamados... ''Jedi'' . Pertenecía a un Maestro cuyas habilidades destacarían en la galaxia, un Maestro que daría a conocer sus grandes poderes por lo largo de la historia y que pronto se esfumaría o así podría sentirlo ella. Al ya estar lista, posaría su túnica marrón sobre sí misma, ocultando aquellas prendas antiguas de su vieja personalidad. Al retirarse de aquella pequeña habitación en las afueras se encontraría el Twi'lek esperándola quien al ya ver a su tuteleada lista siguió el camino directo a superficie. Pronto estarían ambos en superficie y en minutos solo quedaría uno, impregnando sus oídos con el último motor de nave en salir.
Su mayor deseo era ser alguien ejemplar, alguien con historia, alguien reconocida, alguien de bien. Quien pudiera enseñar y aprender al mismo tiempo, enseñar a combatir y mejorar en ello, corregir actitudes y corregirse, callar y silenciar, pero era su defecto, su gran defecto. Sabía hablar pero no actuar, sabía como corregir, pero no como aplicarlo. Defecto.
Sería cosa de minutos, pequeños minutos para que pronto se rellenara el ambiente con una presencia alterna a la propia, apartando que en un rincón se encontraría un bulto de pelajes oscuros, el cual subiría y bajaría ante su respiración, pronto aquel bulto alzaría una pequeña cabeza, con dos orbes de apagado color, moviendo sus orejas de lado a lado y seguidamente, a espaldas de aquella meditabunda usuaria de lo luminoso se abrirían unas grandes compuertas, dejando tras estas se encontraría el twi'lek de pieles violetas con aquellas destacadas lekkus rodeando su cuello. Una mirada pensativa y serena estaría describiendo aquellos orbes posados en la silueta sentada frente al enorme ventanal, sus brazos escondidos tras las túnicas marrones pronto comenzaría a avanzar por el lugar, con aquellos pasos que rellenarían el salón. El oscuro bulto fijaría aquellos cristalinos orbes que iluminarían sus oscuras tonalidades sobre el recién llegado, alzaría levemente su cabeza, abriendo sus fauces en lo cual soltaría un bostezo y volvería a tumbarse contra el suelo. El Maestro posado a espaldas de aquella chica, de la única Centinela presente en esos momentos y soltaría un suave suspiro, en lo cual, la joven separaría sus parpados con suavidad, sentiría pronto que los pasos de el recién llegado estarían alejándose. La centinela giraría levemente su rostro, clavando su vista en el twi'lek, pronto se levantaría y a los pocos segundos estaría siguiéndole. El animal que estaba presente en aquellos momentos tomaría rumbo detrás de aquella última en salir, sobre sus cuatro patas seguiría el camino de la chica en silencio. El salón quedaría totalmente desolado, dejándose cubrir por los últimos rayos de luz natural que podía entregar aquella posición, pronto todo oscurecería y volvería a aquellas noches monótonas y a la ves diferentes, llenas de movimiento.
Era solo cosa de segundos para que causara una colisión de emociones, el twi'lek al frente de la centinela, caminando de una manera silenciosa y firme, la chica con su mirada algo agachada, demostrando su poco ánimo por aquello y a su lado su compañero, quien aun estaría con aquella mirada penetrante hacia el Maestro. Coruscant por mucho fue un lugar más grande que donde residían antes, Achillea. Sus pasillos eran casi interminables en algunas situaciones y en otras eran los pasillos mas cortos que se podrían tocar. Tampoco tenía la naturaleza y tranquilidad que proporcionaba Achillea, un punto en contra por las simples meditaciones, no se podían ejercer de la misma manera que en contacto con los vivos. El Maestro Twi'Lek se habría detenido, su acompañante se habría posicionado a un lado de él pero manteniendo cierta distancia atrás de él, el animal se posicionaría a un lado de la Centinela y en ello, verían pasar a gran parte de lo que conformaría el ''Consejo Jedi'', pronto aquellos segundos se volverían la eternidad para la peliroja, sus ocelos cambiarían drasticamente de tonalidad, se volverían opacos, apagados, muertos. Sólo era necesidad de que uno de ellos hubiera estado ahí para cambiar el ánimo de la joven tan rápido. Aquel antiguo que en su supuesta juventud habría causado más problemas que los nuevos, que los recién integrados en aquella comunidad de la conocida Orden Jedi, aquel que solo proporcionaría más oprobios que lo contrario. Sus ocelos pronto se llenarían de rencor, de odio, de rabia e ira, estos quedarían fijos en aquel hombre mayor que llevaba con orgullo su rostro en alto, seguido de uno que otro iniciado, Padawan, Caballeros. Una pequeña barba, cabello largo y en cola, tes morena. Ella sintió que su aura cambiaba de una manera tan radical y no fue la única, el animal quedó mirando a quien al parecer sería su dueña y pronto los ojos de el twi'lek se posarían en ella.
Todo iba mal hasta ahora.
Su odio, no, no era odio, era desprecio. Aquello no se basaba en la simple presencia de él, se basaba en aquellas acciones que en su mayoría fueron incorrectas o ante sus ojos era así, aquella actitud arrogante que solo causaba el repeler a su persona de la otra... No le gustaba, no le agradaba. Sus pensamientos cuantas veces habrían ido más allá de aquel Templo. Irse de aquellos muros que solo cometerían actos de corrupción, actos que el supuesto Consejo Jedi debería corregir, pero solo eran más y más problemas guiadas a una persona que por arrogancia y prepotencia caía en alguna que otra mala acción, equivocadas decisiones. Sus compañeros y ella misma eran conscientes de aquello pero nada, no podían hacer nada, solo podían ser el público de las aberraciones, el público de los errores y las caídas. Esos segundos fueron los peores hasta que desapareció, se retiró, sea lo que sea que haya pasado. El Maestro Walatero había estado consciente de aquella atmósfera tan pesada de parte de su enseñada, de su Centinela. Al parecer, tal vez ambos hubieran preferido alejarse de allí a paso largo, en lo que pronto llegarían al vestíbulo de aquel enorme templo de tan pocos miembros para rellenar aquellos grandes salones. Un grupo de Padawan estarían sentados cerca de uno de los enormes ventanales donde se posarían unas fuentes con alguna especie de escultura o estatua en el centro de este. Uno de ellos destacaría más que otros, uno de esos Padawan sería el aprendiz de la Centinela, este se levantaría rápidamente y correría hacia la peliroja con una sonrisa enorme, de oreja a oreja. Adellie pronto olvidaría todo lo sucedido o por lo menos sería así como sus pensamientos se alejarían y darían su atención a su padawan. No entablarían una conversación muy larga, un saludo, uno que otro comentario respecto a las clases de el aprendiz y su entrenamiento y al final, la simple despedida. El Maestro presente habría quedado algo sorprendido ante el cambio tan drástico de la chica frente a su aprendiz. Volverían a su camino, pero esta vez, el animal se quedaría con el grupo de Padawan evitando estorbar.
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El escenario pronto cambiaría, el escenario tendría otro color, otra atmósfera, otro aura, otra tonalidad. Sería una habitación cerrada, no tendría ventanas, estaría simplemente iluminadas por la electricidad que proporcionaría el templo. Un pequeño mesón, alrededor de 8 sillas situadas en el lugar y habrían tres de ellas ocupadas, el Maestro Walatero se uniría y estarían cuatro de ellas ya ocupadas. La joven se situaría en el centro de el salón, las presencias allí... podría ser, tal vez... tuviera alguna idea de quienes fueran, pero aún nada, no reconocía a ninguno. Todos encapuchados, menos los recién llegados. La peliroja cruzaría sus brazos y sus ojos se fijaría en lo central, era casi la pared, pero estaba entre dos siluetas. Uno comenzaría la charla, una larga conversación, describiendo al parecer la situación en que se encontraría aquella misión que pronto estaría asimilándose a recuerdos, a teorías que ella tenía. Sus ojos demostraron cierta sorpresa al seguir escuchando la misión, era perfecta la ocasión, perfecto el momento. Aquello podía ser una excusa perfecta para lo que buscaba, para lo que quería, no demostró emoción alguna, su rostro serio, sin sentimiento ni expresión alguna. ~ Esta es tú misión, Centinela. ~ Fue la única frase que materializó al final de todo, cerraría sus ojos y soltaría una reverencia a los pocos superiores que respetaría en aquel lugar, los únicos superiores quienes habrían abierto sus brazos ante el grito de socorro de la peliroja. ~ No caeré, no fallaré. ~ Respondió, mientras se volteaba y se retiraba de el lugar.
Debía partir en el mismo momento, no tenía tiempo para despedirse o dar explicaciones, ni a su hermano ni a su padawan. Debía salir ya de el lugar porque era algo que había esperado hace bastante tiempo, quería encontrarlo. Quería encontrar a su antiguo Maestro. Pronto su presencia estaría en aquella habitación donde ella habría iniciado sus primeros inicios en el lugar, estaría arreglando sus pertenencias. Sus prendas no serían aquellas que utilizaría para ir a reuniones, no... estas serían sus antiguas prendas de Guerrera Sith, aquellos momentos de gloria en su camino con su antiguo mentor, Lettow Savant. Aquel mentor que por un tiempo tan limitado le enseñó todo y aun fuera de aquella tutela, aprendería de él. ~ Las apariencias engañan... ~ Susurraría para sí misma, mientras posaba aquel collar que con tanto recelo habría cuidado desde sus inicios de aquella agrupación de los llamados... ''Jedi'' . Pertenecía a un Maestro cuyas habilidades destacarían en la galaxia, un Maestro que daría a conocer sus grandes poderes por lo largo de la historia y que pronto se esfumaría o así podría sentirlo ella. Al ya estar lista, posaría su túnica marrón sobre sí misma, ocultando aquellas prendas antiguas de su vieja personalidad. Al retirarse de aquella pequeña habitación en las afueras se encontraría el Twi'lek esperándola quien al ya ver a su tuteleada lista siguió el camino directo a superficie. Pronto estarían ambos en superficie y en minutos solo quedaría uno, impregnando sus oídos con el último motor de nave en salir.
Parte II
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By; Alejovader
Korriban
Aquella misión sería un objetivo doble filo. Sabía a lo que iba, lo que quería y lo que obtendría. Su mente estaba centrada en aquello y a la ves era flexible a su alrededor. Ella habría llevado aquellas prendas de guerrera, ocupado de una manera bastante limitada sus espacios para las armas, no ir tan pesada y a la ves armada. Sables láser, la cuchilla que alguna vez su padre le dio, un pequeño morral con los útiles necesarios para ingeniárselas a donde iría; Korriban. Su nave fue el caza que su viejo mentor le habría proporcionado. No dio para mucho más cuando se habría retirado, sería un viaje largo, pesado y de batallar. Sería solo cosa de horas para que llegara a su destino... La peliroja al cruzar la atmósfera del planeta, no le habría costado mucho, no con las coordenadas que se le había proporcionado, encontrar un lugar en el cual aterrizar, una vieja y destruida plataforma, la cual al parecer, aún se podría usar.
- c:
Giró por la arena, esta quedaría impregnada en los diminutos orificios de las telas que comprenderían la túnica que vestiría la investigadora. La capucha recaería sobre el suelo mientras que sus cabellos serían dispersados en este, en un movimiento rápido y limpio, su mano diestra habría sido apoyada contra la arena, sobre su hombro mientras aplicaba fuerza en este para desplegar un salto y caer nuevamente de pie. La bestia de enormes brazos estaría golpeando el mismo lugar con sus fuertes brazos, de alguna manera, parecía distinta a las que alguna vez pudo observar en sus estudios. Por alguna extraña razón por su mente cruzó una vaga imagen de su mentor. Aquel ser que solo le enseñó el lado oscuro de las cosas y al mismo tiempo el lado iluminado, aquel ser que mantuvo un hilo de luz en aquella alma que estaba cayendo al propio vacío... Fue para entonces cuando sintió el roce de el nuevo golpe que recibiría de el wraid, una fracción de milésimas fue el resultado de que sus brazos se posicionaran defensivamente junto a sus costillas, impactando aquel zarpazo de el animal contra sus ante brazos y evitando un duro golpe contra su cuerpo. Nuevamente habría derrapado por las arenas de el lugar, sería cosa de segundos para que volviera a estar de pie, agitando sus brazos de manera leve, manteniendo aquel lugar observaría con atención a la criatura de curiosa fuerza. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de la chica, mientras su brazo zurdo se deslizaba a su arnés nuevamente, su mano caería sobre aquella arma de mayor tamaño que las normales y desprendería, alzándola y dejando ver aquellas dos hojas azuladas que se apreciarían de ambos lados de el cilindro metálico. Fue para entonces en lo que en un movimiento bastante rápido de la bestia donde volvería a embestir a la peliroja la cual apoyaría su rodilla en la arena y posicionaría la hoja frente a ella, esperando el golpe de su brazo el cual pronto impactaría y removería levemente a la joven luchadora por el débil suelo del cual se estaba apoyando. La hoja inferior de el sable quedaría incrustada a mitad de el grosor de el brazo de aquel animal, los ojos de la chica se abrirían de par en par al observar que el sable se hubiera quedado allí y al intentar quitarlo hubiera dado un intento fallido. Maldijo entre susurros mientras con ambas manos dispondría de tratar de quitar el sable, apagando ambas hojas tendría solamente éxito con la que estaría libre. De aquella herida no debió haber caído siquiera sangre, pero esto era peor; era una especie de aceite espeso de una tonalidad oscura que comenzaría a caer sobre el láser de el sable, este poco a poco se iría vaporizando. Adellie estaba totalmente horrorizada con aquello, tampoco veía acción de el animal, alguna respuesta de enojo, molestia... nada. Estaba ahí, observando a la usuaria que desprendía un aura liviano e iluminado, la guerrera no se quedaría allí parada, su reacción de momento fue completar el corte y terminar de alejarse de aquel wraid, fue para entonces cuando volvería a aplicar aquella fuerza sobre-humana y comenzaría a mover la hoja azulada. El sable le pesaba al punto de que su mano estaba marcando los huesos en sí, fue para entonces cuando se escuchó un gruñido proveniente de el animal. Maldijo entre dientes. Fue para entonces que su cuerpo se dividiría en dos fuerzas, una física y otra espiritual, una interna: su mano libre estaría alzada en dirección de el brazo libre de la bestia que se habría lanzado contra la chica y fue cuando su aura se convertiría en su escudo y estaría repelando el golpe de el wraid.
Su impulso fue la clave, habría empujado el brazo del animal lo suficientemente lejos como para terminar el corte de el brazo, impulsarse hacia un lado y alejarse de aquel. En un corte normal aquello tuvo que haber cicatrizado en el mismo corte por el láser pero no fue así, aquello comenzó a botar algo negro, un aceite espeso. La joven daría unos pasos atrás y se alejaría poco a poco hasta dar la vuelta y comenzar a correr de aquel lugar, alejándose más y más...
Tenía para entonces la posición actual. Sabía donde estaba su nave, sabía perfectamente donde se encontraba... pero ir hasta allá recorrería más peligro si se encontraba con más de lo mismo que habría pasado, tendría que recorrer aún más Korriban de lo que quería. Se habría cubierto nuevamente con su túnica, cubierto su rostro y comenzado a caminar de manera dificultosa ante las arenas. Sus pasos habrían sido largos y duraderos, se había alejado lo suficiente como para haber avanzado una gran distancia. En su sien recorrerían pequeñas gotas de sudor ante aquel esconder del sol, ignoraba totalmente su entorno, no se habría encontrado con ninguna especie de animal, de alguna presencia secundaria a la suya, de algún aura ''muerto''...
Una extraña sensación recorrió la espalda de la peliroja luego de unos minuto más de caminata, pronto sentiría unos pasos a gran velocidad dirigiéndose hacia su persona o eso sentía, aunque no sentía la energía de aquello, se habría dado vuelta de una manera rápida, posando su mano en su arnés y pronto una silueta caería sobre ella: en aquellos segundos la chica habría escuchado alguna especie de aviso, una alerta, pero no pudo descifrar el qué era. Sintió una risa conocida, una risa burlona que le era bastante familiar, en el momento que ella voltearía sus ojos, ya estando en la arena bajo aquella persona que se encontraría cubriéndola, se abrirían de par en par. Aquel silenciaría a la joven posando su dedo en los labios propios, haciendo el típico gesto de Shhh, en un movimiento amplio de brazos se haría cubrir con su túnica a ambos cuerpos postrados en el suelo ~ ¿Sorprendida? ~ Murmuró, observando de reojo bajo la tela que los cubría ~ Yo igual. No pensé que te encontraría en estos lugares. ~ Finalizó.
Pronto ambos se levantarían, mientras Adellie no le quitaría la mirada de encima a su nueva compañía, lo que serían sus sombras, a los pocos segundos desaparecerían ante la oscuridad de la noche ~ ¿Qué haces tú aquí? ~ Preguntó la chica. ~ Lo más seguro, lo contrario que tú ~ Respondió su compañía. ~ Sé a quien buscas, mi antigua Aprendiz... Sé por quién quieres ir y sé donde está ~ Miró sonriente... una sonrisa fría, macabra y sínica. Una sonrisa que ocultaba más que su simple interés de la situación. Adellie no entendía la situación. Él se había ido... era imposible que en esos momentos hubiera regresado como si nada... No tenía aquel hedor a putrefacto, no tenía ese aroma de tierra y huesos. ~ ¿C-Cómo...? ~ Tartamudeó. ''Él'' se acercaría y le tomaría de el brazo, alzándole su túnica. Un ardor habría sentido la usuaria del ashla en la zona de el ante brazo y una pequeña marca habría nacido de ella ~ Somos una unión. Sé la mayoría de las cosas que piensas. ~ Se mofó. La mente de la joven quedó con bastantes dudas al verlo presente, estaban los dos allí en medio de la nada o eso creía ella, en medio de un desierto gigante que en esos momentos no tenía idea de donde se podría encontrar, su duda principal era '' el por qué hizo eso al principio'' ¿Por qué? ... Antes de preguntárselo, el sujeto de pieles pálidas y facciones gastadas habría comenzado a caminar en lo cual pronto le haría un gesto a la joven. Eran luces opuestas, sí, pero sabían ambos con quienes trataban...
Su impulso fue la clave, habría empujado el brazo del animal lo suficientemente lejos como para terminar el corte de el brazo, impulsarse hacia un lado y alejarse de aquel. En un corte normal aquello tuvo que haber cicatrizado en el mismo corte por el láser pero no fue así, aquello comenzó a botar algo negro, un aceite espeso. La joven daría unos pasos atrás y se alejaría poco a poco hasta dar la vuelta y comenzar a correr de aquel lugar, alejándose más y más...
Tenía para entonces la posición actual. Sabía donde estaba su nave, sabía perfectamente donde se encontraba... pero ir hasta allá recorrería más peligro si se encontraba con más de lo mismo que habría pasado, tendría que recorrer aún más Korriban de lo que quería. Se habría cubierto nuevamente con su túnica, cubierto su rostro y comenzado a caminar de manera dificultosa ante las arenas. Sus pasos habrían sido largos y duraderos, se había alejado lo suficiente como para haber avanzado una gran distancia. En su sien recorrerían pequeñas gotas de sudor ante aquel esconder del sol, ignoraba totalmente su entorno, no se habría encontrado con ninguna especie de animal, de alguna presencia secundaria a la suya, de algún aura ''muerto''...
Una extraña sensación recorrió la espalda de la peliroja luego de unos minuto más de caminata, pronto sentiría unos pasos a gran velocidad dirigiéndose hacia su persona o eso sentía, aunque no sentía la energía de aquello, se habría dado vuelta de una manera rápida, posando su mano en su arnés y pronto una silueta caería sobre ella: en aquellos segundos la chica habría escuchado alguna especie de aviso, una alerta, pero no pudo descifrar el qué era. Sintió una risa conocida, una risa burlona que le era bastante familiar, en el momento que ella voltearía sus ojos, ya estando en la arena bajo aquella persona que se encontraría cubriéndola, se abrirían de par en par. Aquel silenciaría a la joven posando su dedo en los labios propios, haciendo el típico gesto de Shhh, en un movimiento amplio de brazos se haría cubrir con su túnica a ambos cuerpos postrados en el suelo ~ ¿Sorprendida? ~ Murmuró, observando de reojo bajo la tela que los cubría ~ Yo igual. No pensé que te encontraría en estos lugares. ~ Finalizó.
Pronto ambos se levantarían, mientras Adellie no le quitaría la mirada de encima a su nueva compañía, lo que serían sus sombras, a los pocos segundos desaparecerían ante la oscuridad de la noche ~ ¿Qué haces tú aquí? ~ Preguntó la chica. ~ Lo más seguro, lo contrario que tú ~ Respondió su compañía. ~ Sé a quien buscas, mi antigua Aprendiz... Sé por quién quieres ir y sé donde está ~ Miró sonriente... una sonrisa fría, macabra y sínica. Una sonrisa que ocultaba más que su simple interés de la situación. Adellie no entendía la situación. Él se había ido... era imposible que en esos momentos hubiera regresado como si nada... No tenía aquel hedor a putrefacto, no tenía ese aroma de tierra y huesos. ~ ¿C-Cómo...? ~ Tartamudeó. ''Él'' se acercaría y le tomaría de el brazo, alzándole su túnica. Un ardor habría sentido la usuaria del ashla en la zona de el ante brazo y una pequeña marca habría nacido de ella ~ Somos una unión. Sé la mayoría de las cosas que piensas. ~ Se mofó. La mente de la joven quedó con bastantes dudas al verlo presente, estaban los dos allí en medio de la nada o eso creía ella, en medio de un desierto gigante que en esos momentos no tenía idea de donde se podría encontrar, su duda principal era '' el por qué hizo eso al principio'' ¿Por qué? ... Antes de preguntárselo, el sujeto de pieles pálidas y facciones gastadas habría comenzado a caminar en lo cual pronto le haría un gesto a la joven. Eran luces opuestas, sí, pero sabían ambos con quienes trataban...
Parte III
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Meidän Shadow
Ambos se encontrarían sentados entre unas ruinas de alguna edificación antigua, era como una especie de torre o algo así lo que se pudo apreciar. Estarían alejados, rodeando una fogata que habría hecho el sujeto. Entre las ruinas no se podrían encontrar a menos que fueran sabuesos del lado oscuro lo cual estaba por lo lejos, la llama era la separación de las dos esencias. Uno de ellos estaría cubierto por una especie de máscara, túnicas gastadas y oscuras con suaves tonalidades violetas, mientras que la segunda estaría con la capucha a medio poner dejando ver el rojo de sus cabellos. En la mente de la joven comenzaría a divagar la imagen de la pequeña marca que habría aparecido cuando él la había tomado con tanta fuerza, una marca que hizo arder levemente su brazo y luego desaparecería al ya él soltarla. De ella escaparía un suspiro de simple nerviosismo sus dedos estarían moviéndose en una especie de fila en su rodilla mientras se mantenía abrazada a estas. El silencio era incómodo, causaba cierto vacío en su cuerpo, como si nuevamente tuviera esa relación tan cercana con él aun sabiendo que ya era un tiempo pasado aquello.
El sujeto se habría movido levemente, ella de inmediato prestaría atención a las acciones de él pero volvería a ser la estatua que había sido todo ese rato. Adellie simplemente dudaba de su presencia, aun así, trató de agudizar más sus sentidos, sus habilidades, todo lo aprendido. Nada. No había rastro de aquel occiso que alguna vez fue pero al mismo tiempo, era difícil descifrar lo que era, parecía un cuerpo deshabitado, como si fuera simplemente automatizado o solo fueran memorias en piel y huesos. Trató de observar si sus prendas se levantaban siquiera unos centímetros por la respiración; no logró ver más allá que la quietud de su cuerpo, sus prendas eran demasiadas sueltas para lograr ver de más.
~ Me gustaría saber qué miras tanto ~ Soltó él. Pronto su cabeza se alzaría con el mismo movimiento de la máscara formada al parecer en huesos o algún otro material natural ~ A ti ~ Respondió manteniendo su vista sobre los huecos de la máscara que dejaban el brillo de los ojos cansados y algo más del enmascarado ~ ¿No sigo igual? ~ Pareció una especie de mofa, pero ¿cómo saberlo? Aún estaba cubierto, aún permanecía como si fuera una estatua, un no viviente... ¿No viviente? ¿Era posible? ~ No sé ¿qué piensas tú? ~ Contra preguntó, no alcanzó a oír la respuesta de él, en un movimiento inconsciente habría apoyado su frente contra sus rodillas, cerrado sus ojos y se entregó ante sus pensamientos.
Levanta. Fueron las palabras que retumbaron en la vacía mente de la joven, de pronto sus ojos se abrirían de golpe y notaría que estaría recostada contra una ruina, no era la misma posición que habría mantenido la última vez en la cual estuvo consciente de sus acciones. Se sentó apoyada contra dicha ruina, su mirada cayó en el enmascarado que se encontraría a unos metros de ella con un objeto esférico en su mano zurda, el cual movería de lado a lado en la misma. Pronto ella se levantaría y daría un par de pasos cerca de donde él estaba, su mirada caería en lo esférico que estaría siendo contemplado por ''él''. ~ Curioso ~ Dijo por fin, mientras alzaba su rostro dejando ver los cuencos de la máscara los cuales desprenderían un resplandor dirigido hacia la peliroja ~ Jamás pensé que volvería a usar esto ~ Tomó una leve pausa mientras soltaba un crudo respiro ~ Después de haberlo ''tomado prestado'', pensé que no lo volvería a tocar ~ Alzó su mano, una huesuda mano que recaería en una tonalidad blanca y en la misma suciedad. Ella alzaría su diestra para tomar el objeto y su mirada de curiosidad caería pronto ~ ¿Qué es? ~ Preguntó en el mismo momento en que descubriría lo que era. Ambos responderían en el mismo segundo - Un mapa -, pronto sus manos comenzarían a presionar los círculos que causarían el proyector al aire, no era grande, era de un tamaño medio y perfecto para localizarse dentro de lo cercano ~ Mira ~ Alzó la esquelética mano, con su dedo índice pulsaría una de las imágenes la cual se expendería. La peliroja quedaría algo sorprendida ante aquello, pronto el mapa sería un plano básico de lo que sería Korriban ~ Este holo-proyector esférico puede ser programado según lo que tu quieras, pero debe estar en esos temas antes de ser usado... No sé si me explico ~ Miró de reojo a la chica ~ Sí, entiendo... o eso creo ~ Guardaron el silencio por unos momentos, el enmascarado comenzaría a realizar uno que otro movimiento en el mapa, señalando detalles donde se encontraría el planeta donde estarían ellos, él estaría explicándole puntos donde ella debería ir, donde quien buscaba estaría donde al parecer le había marcado en el mismo mapa. Pronto aquel proyector se apagaría, volvería a lo esférico y el ahora encapuchado daría unos pasos alejándose de la peliroja, para luego observarle de reojo mediante los cuencos de la máscara ~ Tú debes ir allí, si quieres ir por él. Yo no puedo acompañarte más de lo que te he señalado anteriormente ~ Era cierto, él había dado un punto final a donde podría llegar acompañando a la Centinela. Era el momento para seguir, ambos estaban dispuesto a lo máximo de su camino, él solo sería un guía y un escudo, ella sería quien caería más allá de lo profundo, más allá de una simple penumbra.
Ambos dieron inicio a seguir, él iba delante de la ahora encapuchada, él era el guía, él le recomendaba lo que debía y lo que no debía hacer. Él sabía las sorpresas que estarían dentro de la edificación, entre ambos caían murmullos, comentarios, diálogos. ~ Entiendo... Lo más seguro es que no aparezcan de primera ¿no? ~ Su respuesta fue física, negó con la cabeza ~ No, o no espero eso realmente ~ Seguía caminando mientras pasaba por una que otra roca y alguna ruina caída ~ Y si aparecen, no pelees, corre y busca a quien debes buscar. Siempre aparecerán más de uno y te costará liberarte... ~ Se detuvo de golpe, en lo que pronto observaría de reojo a la joven ~ Y no dudo que tu estés relativamente capacitada para salir de ese lugar con vida o por lo menos encontrarte con él con vida. ~ Soltó una risa tétrica. Una risa sombría que demostraría la curiosidad por saber lo que sería de ella, lo que sería de sus largos entrenamientos, de sus habilidades, de su valor. ~ Y lo haré ~ Respondió mientras daba unos pasos frente a él, quedaría dos pasos delante de él donde contemplaría una edificación algo caída, una que otra ruina rodeando la entrada la cual estaría a un paso relativamente libre, sin contar las muchas piedrecillas que se lograrán apreciar ~ Este es tu camino ahora, Khaylla ~ Sarcasmo. Era el real sarcasmo de su parte al llamarle así, odiaba ese nombre, odiaba esa persona, Khaylla no existía, ya no. ~ Te tragarás ese nombre la próxima vez que nos encontremos.
El sujeto se habría movido levemente, ella de inmediato prestaría atención a las acciones de él pero volvería a ser la estatua que había sido todo ese rato. Adellie simplemente dudaba de su presencia, aun así, trató de agudizar más sus sentidos, sus habilidades, todo lo aprendido. Nada. No había rastro de aquel occiso que alguna vez fue pero al mismo tiempo, era difícil descifrar lo que era, parecía un cuerpo deshabitado, como si fuera simplemente automatizado o solo fueran memorias en piel y huesos. Trató de observar si sus prendas se levantaban siquiera unos centímetros por la respiración; no logró ver más allá que la quietud de su cuerpo, sus prendas eran demasiadas sueltas para lograr ver de más.
~ Me gustaría saber qué miras tanto ~ Soltó él. Pronto su cabeza se alzaría con el mismo movimiento de la máscara formada al parecer en huesos o algún otro material natural ~ A ti ~ Respondió manteniendo su vista sobre los huecos de la máscara que dejaban el brillo de los ojos cansados y algo más del enmascarado ~ ¿No sigo igual? ~ Pareció una especie de mofa, pero ¿cómo saberlo? Aún estaba cubierto, aún permanecía como si fuera una estatua, un no viviente... ¿No viviente? ¿Era posible? ~ No sé ¿qué piensas tú? ~ Contra preguntó, no alcanzó a oír la respuesta de él, en un movimiento inconsciente habría apoyado su frente contra sus rodillas, cerrado sus ojos y se entregó ante sus pensamientos.
Levanta. Fueron las palabras que retumbaron en la vacía mente de la joven, de pronto sus ojos se abrirían de golpe y notaría que estaría recostada contra una ruina, no era la misma posición que habría mantenido la última vez en la cual estuvo consciente de sus acciones. Se sentó apoyada contra dicha ruina, su mirada cayó en el enmascarado que se encontraría a unos metros de ella con un objeto esférico en su mano zurda, el cual movería de lado a lado en la misma. Pronto ella se levantaría y daría un par de pasos cerca de donde él estaba, su mirada caería en lo esférico que estaría siendo contemplado por ''él''. ~ Curioso ~ Dijo por fin, mientras alzaba su rostro dejando ver los cuencos de la máscara los cuales desprenderían un resplandor dirigido hacia la peliroja ~ Jamás pensé que volvería a usar esto ~ Tomó una leve pausa mientras soltaba un crudo respiro ~ Después de haberlo ''tomado prestado'', pensé que no lo volvería a tocar ~ Alzó su mano, una huesuda mano que recaería en una tonalidad blanca y en la misma suciedad. Ella alzaría su diestra para tomar el objeto y su mirada de curiosidad caería pronto ~ ¿Qué es? ~ Preguntó en el mismo momento en que descubriría lo que era. Ambos responderían en el mismo segundo - Un mapa -, pronto sus manos comenzarían a presionar los círculos que causarían el proyector al aire, no era grande, era de un tamaño medio y perfecto para localizarse dentro de lo cercano ~ Mira ~ Alzó la esquelética mano, con su dedo índice pulsaría una de las imágenes la cual se expendería. La peliroja quedaría algo sorprendida ante aquello, pronto el mapa sería un plano básico de lo que sería Korriban ~ Este holo-proyector esférico puede ser programado según lo que tu quieras, pero debe estar en esos temas antes de ser usado... No sé si me explico ~ Miró de reojo a la chica ~ Sí, entiendo... o eso creo ~ Guardaron el silencio por unos momentos, el enmascarado comenzaría a realizar uno que otro movimiento en el mapa, señalando detalles donde se encontraría el planeta donde estarían ellos, él estaría explicándole puntos donde ella debería ir, donde quien buscaba estaría donde al parecer le había marcado en el mismo mapa. Pronto aquel proyector se apagaría, volvería a lo esférico y el ahora encapuchado daría unos pasos alejándose de la peliroja, para luego observarle de reojo mediante los cuencos de la máscara ~ Tú debes ir allí, si quieres ir por él. Yo no puedo acompañarte más de lo que te he señalado anteriormente ~ Era cierto, él había dado un punto final a donde podría llegar acompañando a la Centinela. Era el momento para seguir, ambos estaban dispuesto a lo máximo de su camino, él solo sería un guía y un escudo, ella sería quien caería más allá de lo profundo, más allá de una simple penumbra.
Ambos dieron inicio a seguir, él iba delante de la ahora encapuchada, él era el guía, él le recomendaba lo que debía y lo que no debía hacer. Él sabía las sorpresas que estarían dentro de la edificación, entre ambos caían murmullos, comentarios, diálogos. ~ Entiendo... Lo más seguro es que no aparezcan de primera ¿no? ~ Su respuesta fue física, negó con la cabeza ~ No, o no espero eso realmente ~ Seguía caminando mientras pasaba por una que otra roca y alguna ruina caída ~ Y si aparecen, no pelees, corre y busca a quien debes buscar. Siempre aparecerán más de uno y te costará liberarte... ~ Se detuvo de golpe, en lo que pronto observaría de reojo a la joven ~ Y no dudo que tu estés relativamente capacitada para salir de ese lugar con vida o por lo menos encontrarte con él con vida. ~ Soltó una risa tétrica. Una risa sombría que demostraría la curiosidad por saber lo que sería de ella, lo que sería de sus largos entrenamientos, de sus habilidades, de su valor. ~ Y lo haré ~ Respondió mientras daba unos pasos frente a él, quedaría dos pasos delante de él donde contemplaría una edificación algo caída, una que otra ruina rodeando la entrada la cual estaría a un paso relativamente libre, sin contar las muchas piedrecillas que se lograrán apreciar ~ Este es tu camino ahora, Khaylla ~ Sarcasmo. Era el real sarcasmo de su parte al llamarle así, odiaba ese nombre, odiaba esa persona, Khaylla no existía, ya no. ~ Te tragarás ese nombre la próxima vez que nos encontremos.
- Obtengo:
+ Mapa - Proyector esférico
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Relan
Mientras ella iba corriendo hacia dicho lugar, el oscuro ser le seguía a espaldas a un paso lento. Sería para entonces cuando sentiría el sonido del sable encender, no era el suyo, era el de él. Su mirada recaería de reojo a sus espaldas, sobre su hombro y observaría aquella cabellera rubia ceniza desgastada con los años, una piel pálida y unos ojos llenos de pasión y vida. Un color rojo intenso recaería en aquel sable que estaría protegiendo las espaldas de la peliroja, se habría detenido derrapando, alzando levemente las arenas sobre sus pies los cuales quedarían medianamente enterrados - ¡Vete! - Gritó el oscuro mientras se giraba, dándole la espalda a la peliroja mientras sostendría su sable láser y comenzaría a ser el escudo de los sabuesos oscuros quienes se habrían activado como si fueran alguna especie de robot. Ella sintió un algo extraño en aquella petición de aquel sujeto que en esos momentos era su protector, nuevamente. Inmediatamente siguió corriendo y sería en un abrir y cerrar de ojos cuando uno de los sabuesos aparecería frente a ella, enseñando aquellos enormes dientes desgarradores -¡Sigue corriendo! - Volvió a escuchar, mientras una figura aparecería frente a ella con el as de luz rojizo que nuevamente bloquearía a uno de estos animales.
La peliroja volvería a correr, buscaría la entrada con la mirada y seguiría tratando de olvidar lo último que tal vez sería de él.
La peliroja volvería a correr, buscaría la entrada con la mirada y seguiría tratando de olvidar lo último que tal vez sería de él.
- c:
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- c:
El peso de el salvado era mínimo, estaba en sus peores condiciones y solo sería cosa de minutos para que pudieran salir de ahí. La peliroja sabía perfectamente que el pálido de cabellos blancos no era el mejor amigo del calor y esto sería lo más esforzado que haría en aquellos momentos. Adellie solo murmuraba, a pesar de que él no le escuchaba transmitía aquella sensación preocupada hacia él con el simple tacto de tenerlo en su espalda, de alguna u otra forma, deseaba tener a alguien más con ella para que le ayudase pero solo ella podía ayudarse a sí misma y a Relan. Pronto nacería aquella sensación de poder en ella, confianza.
Al ya retirarse de las puertas comenzaría a avanzar por las pesadas arenas en las cuales sus pies terminarían enterrados la mayor parte del tiempo que daría los pasos, solo el quedaría saltar sobre piedras o las columnas caídas, y así fue, saldría de aquel agujero y trataría de alejarse lo máximo posible de el lugar con el cargo de su espalda. Solo era capaz de murmurar que faltaba poco, que no era mucho lo que quedaba, que debía aguantar. Pronto ella sentiría entre su cansancio y dolor una extraña sensación de mareo en lo cual su vista cambiaría a una más borrosa ~ ¿Qué..? ~ Efectivamente, aquellos bichos que habrían realizado variados cortes al parecer poseían alguna especie de veneno o parecido, sería cosa de rato para que esto último dejara a Adellie inconsciente.
Ella sintió dos nuevas presencias, su estado no era el mejor y ya estaban fuera del lugar, habían avanzado, se habían alejado, sabía donde debía ir, pero sería cosa de rapidez y de suerte el llegar en una sola pieza. Risas burlonas, macabras, eso era lo que lograba escuchar, solo se dignaría a seguir corriendo, dar saltos para seguir avanzando y sería en lo que pronto una voz tenebrosa rellenaría el silencio - ¿Dónde vas con tanta prisa, niña? - En un giro rápido, la peliroja desprendería el sable láser dual que poseería en su arnés y lo encendería en el acto en lo que pronto se giraría manteniendo el equilibrio con gran dificultad y aquel as de luz azul chocaría con uno rojo intenso y tras este se encontraría un enmascarado que dejaría ver dos cuencos con una luz amarilla que daría a conocer sus ojos perdidos en la oscuridad. Se encontraba débil, pero su corazón era lo que le daba fuerzas. Su brazo libre estaría sujetando a Relan sobre su espalda, mientras que el que empuñaba el sable estaría manteniendo a orillas al nuevo integrante, el cual pronto retrocedería al ella aplicar fuerza suficiente como para empujarlo. No quería gastar aún más tiempo. Dio un salto de impresionante altura, cayendo a metros de él, ¿sería a quienes se refería Relan cuando salieron de allí? Tal vez sí, tal vez no, no quería descubrirlo a palabras, pero debía salir de allí. Observó como el ser volvía a su posición y comenzaría la carrera tras su presa. La Centinela se limitaría a seguir su camino a una gran velocidad, evitando más problemas. Nuevamente apagaría el sable, lo colgaría y en un intento de escapar, giraría sobre su eje, alzando su mano libre liberando una gran energía que elevaría una gran capa de arena y daría retroceso al Sith. Punto a favor. Siguió.
Estaban llegando, observaba a la lejanía su nave y no sentía mayor riesgo a sus espaldas, pero sabía que aquello no terminaría, sintió miedo, otra vez. Tenía miedo de perder a su padre en ese lugar, en sus brazos, con ella cuidándolo, sentía miedo de fallar la misión más peligrosa que tal vez puso hacer. Adellie solo trataba de mantenerlo despierto, le hablaba de una manera telepática, pero eran débiles sus conexiones, solo empezando por él, sabía perfectamente que él no estaba en condiciones para mantenerse consciente, observaría de reojo y no vería nada sospechoso, su mano libre sería el apoyo perfecto para abrir la cabina de la nave e ingresar el cuerpo de su padre inconsciente ya en aquellos momentos, cuando ella, ya casi lista, se iba a ingresar a la nave sentiría una presión sobre su cuello, pronto la presión comenzaría a causar un molestar para respirar y sería finalmente levitada por la fuerza de aquel sujeto. Una fuerza macabra, fría, devastadora, llena de ira y odio, sus ojos recaerían en una figura no muy lejana con su brazo alzado y su otro brazo manteniendo el sable de tonalidad roja. Adellie con dificultad alzaría su mano y desplegaría una impresionante presión contra el cuerpo ajeno que lo despediría a la lejanía y ella caería sobre sus rodillas, tosiendo y tratando de volver a re-establecer su respiración. Se levantaría, desplegaría su sable láser y encendería ambas hojas. Había comenzado la batalla.
Corrió hacia él con rapidez, el ente oscuro en un intento de mantenerla alejada ya re-incorporado habría lanzado su sable láser en dirección directa hacia la peliroja, quien pronto estaría en los aires girando y evadiendo el sable láser, y en lo que él lo atraería, ella estaría agachada para volver a incorporarse y alzar ambas hojas azules y desprender un corte directo sobre el pecho de el sujeto. Él retrocedería y alzaría su arma para bloquear el corte y evitar un segundo ataque. Adellie apoyaría su mano en el rostro de él con decisión y emprendería una descarga eléctrica sobre el rostro de el sujeto. Su cuerpo se separaría de la arena y saldría derrapando por esta misma hacia atrás - ¡Insolente! - Gritó con furia mientras su mano libre estaría en la máscara quemara que desprendería un olor del mismo. No respondió, corrió hacia él, mientras correspondía el sujeto y en un salto rápido, la joven Centinela se encontraría sobre él y sentiría aquel mal estar que le estaba invadiendo desde que los bichos de la cueva le habrían atacado. Maldijo en un susurro y fue para entonces cuando tendría ya encima la hoja roja de el Sith, en un movimiento desesperado su sable bloquearía un corte mortal que tal vez pudo haberle costado la vida si no se hubiera despertado a tiempo. Cayó contra el suelo, manteniendo el sable ajeno a la raya. Manteniendo el silencio la peliroja, alzaría sus piernas y patearía el estómago de su contrincante, alejándolo de una manera desprevenida, sería una fuerza de piernas lo que la ayudaría a volver a su posición anterior - Morirás. - Dijo finalmente Adellie impulsándose contra el Sith tambaleado y girando sobre su propio eje con un pequeño salto y realizando un profundo corte en su pecho, ya cayendo ella, tocando la arena su mano libre recaería en el pecho ajeno y sería un impulso de la energía propia de la chica que haría retroceder por completo al sujeto. Estaría en el suelo con signos vitales, pero sería cosa de tiempo para que vinieran por él algún animal y lo consumiera entre sus fauces. Su vista de nublaría nuevamente, debía volver lo más rápido que podía y lo hizo. Se encontraba cerca de la nave, había dejado moribundo al sujeto y era solo cosa de regresar, quería salir de ese infernal planeta. Una vez dentro de su salida, habría dado una última mirada a las arenas de Korriban, elevándose poco a poco, su mirada recaería en el cuerpo caído del Sith que al parecer se encontraría con otro sujeto, el segundo dejaría ver su sable encendido y realizaría un frío corte en el cuello de su compañero '' Tu incompetencia costó caro ''.
Una vez en la galaxia era solo mandar las coordenadas de donde se encontraban ambos, heridos. Relan en una extrema gravedad y ella no sabía en qué condiciones se encontraría: envenenada, paralizada, no sabía. Habría activado piloto automático de aquel caza sith que alguna vez perteneció a su mentor, a quien le habría salvado en ese mismo planeta en menos de un día. Horas. Habían pasado horas cuando habría dado frutos las coordenadas mandadas a Coruscant, ya se encontraban cerca de el lugar y una gran flota se encontraría en terrenos republicanos, se escucharía la radio de la nave tratar de comunicarse con la peliroja débil. - Adellie. Adellie, responda. Investigadora. - la nave habría seguido el curso de la enorme flota, ingresó en esta y finalmente aterrizó. Ella al sentir el aterrizar de su nave se habría entregado al cansancio. Alguien abrió la cabina de su nave, sentía los murmullos, los gritos de ayuda que exigían algunos, no tenía interés en sí misma, tenía interés en su padre, se re-activaría y sus ojos desorbitados recaerían en Relan, quien ya no se encontraba donde lo recordaba y pronto lo observaría sobre una camilla con los sanadores de el lugar - Llévenlo a enfermería - Escuchó la chica. Pronto sentiría ella que la tomaban en brazos, que la sacaban de el asiento, sentía que la movían para llamar su atención, para mantenerla despierta - Adellie, por favor, no cierres los ojos, Adellie... - Esa voz. La voz de el Maestro Kiffar; Gios Jisaid. Sintió un leve flashback al encontrarse así con él, no era primera vez que él la sacaba de la nave en aquellas condiciones. - ¡Ade! - Otro grito. Un grito conocido. - Hay que llevarla a enfermería, Maestro. - Fue lo último que escucho para cuando se entregaría a sus pensamientos. Sabía que se encontraba con sus compañeros, su familia, cerca de casa, ahora solo quería descansar.
Al ya retirarse de las puertas comenzaría a avanzar por las pesadas arenas en las cuales sus pies terminarían enterrados la mayor parte del tiempo que daría los pasos, solo el quedaría saltar sobre piedras o las columnas caídas, y así fue, saldría de aquel agujero y trataría de alejarse lo máximo posible de el lugar con el cargo de su espalda. Solo era capaz de murmurar que faltaba poco, que no era mucho lo que quedaba, que debía aguantar. Pronto ella sentiría entre su cansancio y dolor una extraña sensación de mareo en lo cual su vista cambiaría a una más borrosa ~ ¿Qué..? ~ Efectivamente, aquellos bichos que habrían realizado variados cortes al parecer poseían alguna especie de veneno o parecido, sería cosa de rato para que esto último dejara a Adellie inconsciente.
Ella sintió dos nuevas presencias, su estado no era el mejor y ya estaban fuera del lugar, habían avanzado, se habían alejado, sabía donde debía ir, pero sería cosa de rapidez y de suerte el llegar en una sola pieza. Risas burlonas, macabras, eso era lo que lograba escuchar, solo se dignaría a seguir corriendo, dar saltos para seguir avanzando y sería en lo que pronto una voz tenebrosa rellenaría el silencio - ¿Dónde vas con tanta prisa, niña? - En un giro rápido, la peliroja desprendería el sable láser dual que poseería en su arnés y lo encendería en el acto en lo que pronto se giraría manteniendo el equilibrio con gran dificultad y aquel as de luz azul chocaría con uno rojo intenso y tras este se encontraría un enmascarado que dejaría ver dos cuencos con una luz amarilla que daría a conocer sus ojos perdidos en la oscuridad. Se encontraba débil, pero su corazón era lo que le daba fuerzas. Su brazo libre estaría sujetando a Relan sobre su espalda, mientras que el que empuñaba el sable estaría manteniendo a orillas al nuevo integrante, el cual pronto retrocedería al ella aplicar fuerza suficiente como para empujarlo. No quería gastar aún más tiempo. Dio un salto de impresionante altura, cayendo a metros de él, ¿sería a quienes se refería Relan cuando salieron de allí? Tal vez sí, tal vez no, no quería descubrirlo a palabras, pero debía salir de allí. Observó como el ser volvía a su posición y comenzaría la carrera tras su presa. La Centinela se limitaría a seguir su camino a una gran velocidad, evitando más problemas. Nuevamente apagaría el sable, lo colgaría y en un intento de escapar, giraría sobre su eje, alzando su mano libre liberando una gran energía que elevaría una gran capa de arena y daría retroceso al Sith. Punto a favor. Siguió.
Estaban llegando, observaba a la lejanía su nave y no sentía mayor riesgo a sus espaldas, pero sabía que aquello no terminaría, sintió miedo, otra vez. Tenía miedo de perder a su padre en ese lugar, en sus brazos, con ella cuidándolo, sentía miedo de fallar la misión más peligrosa que tal vez puso hacer. Adellie solo trataba de mantenerlo despierto, le hablaba de una manera telepática, pero eran débiles sus conexiones, solo empezando por él, sabía perfectamente que él no estaba en condiciones para mantenerse consciente, observaría de reojo y no vería nada sospechoso, su mano libre sería el apoyo perfecto para abrir la cabina de la nave e ingresar el cuerpo de su padre inconsciente ya en aquellos momentos, cuando ella, ya casi lista, se iba a ingresar a la nave sentiría una presión sobre su cuello, pronto la presión comenzaría a causar un molestar para respirar y sería finalmente levitada por la fuerza de aquel sujeto. Una fuerza macabra, fría, devastadora, llena de ira y odio, sus ojos recaerían en una figura no muy lejana con su brazo alzado y su otro brazo manteniendo el sable de tonalidad roja. Adellie con dificultad alzaría su mano y desplegaría una impresionante presión contra el cuerpo ajeno que lo despediría a la lejanía y ella caería sobre sus rodillas, tosiendo y tratando de volver a re-establecer su respiración. Se levantaría, desplegaría su sable láser y encendería ambas hojas. Había comenzado la batalla.
Corrió hacia él con rapidez, el ente oscuro en un intento de mantenerla alejada ya re-incorporado habría lanzado su sable láser en dirección directa hacia la peliroja, quien pronto estaría en los aires girando y evadiendo el sable láser, y en lo que él lo atraería, ella estaría agachada para volver a incorporarse y alzar ambas hojas azules y desprender un corte directo sobre el pecho de el sujeto. Él retrocedería y alzaría su arma para bloquear el corte y evitar un segundo ataque. Adellie apoyaría su mano en el rostro de él con decisión y emprendería una descarga eléctrica sobre el rostro de el sujeto. Su cuerpo se separaría de la arena y saldría derrapando por esta misma hacia atrás - ¡Insolente! - Gritó con furia mientras su mano libre estaría en la máscara quemara que desprendería un olor del mismo. No respondió, corrió hacia él, mientras correspondía el sujeto y en un salto rápido, la joven Centinela se encontraría sobre él y sentiría aquel mal estar que le estaba invadiendo desde que los bichos de la cueva le habrían atacado. Maldijo en un susurro y fue para entonces cuando tendría ya encima la hoja roja de el Sith, en un movimiento desesperado su sable bloquearía un corte mortal que tal vez pudo haberle costado la vida si no se hubiera despertado a tiempo. Cayó contra el suelo, manteniendo el sable ajeno a la raya. Manteniendo el silencio la peliroja, alzaría sus piernas y patearía el estómago de su contrincante, alejándolo de una manera desprevenida, sería una fuerza de piernas lo que la ayudaría a volver a su posición anterior - Morirás. - Dijo finalmente Adellie impulsándose contra el Sith tambaleado y girando sobre su propio eje con un pequeño salto y realizando un profundo corte en su pecho, ya cayendo ella, tocando la arena su mano libre recaería en el pecho ajeno y sería un impulso de la energía propia de la chica que haría retroceder por completo al sujeto. Estaría en el suelo con signos vitales, pero sería cosa de tiempo para que vinieran por él algún animal y lo consumiera entre sus fauces. Su vista de nublaría nuevamente, debía volver lo más rápido que podía y lo hizo. Se encontraba cerca de la nave, había dejado moribundo al sujeto y era solo cosa de regresar, quería salir de ese infernal planeta. Una vez dentro de su salida, habría dado una última mirada a las arenas de Korriban, elevándose poco a poco, su mirada recaería en el cuerpo caído del Sith que al parecer se encontraría con otro sujeto, el segundo dejaría ver su sable encendido y realizaría un frío corte en el cuello de su compañero '' Tu incompetencia costó caro ''.
Una vez en la galaxia era solo mandar las coordenadas de donde se encontraban ambos, heridos. Relan en una extrema gravedad y ella no sabía en qué condiciones se encontraría: envenenada, paralizada, no sabía. Habría activado piloto automático de aquel caza sith que alguna vez perteneció a su mentor, a quien le habría salvado en ese mismo planeta en menos de un día. Horas. Habían pasado horas cuando habría dado frutos las coordenadas mandadas a Coruscant, ya se encontraban cerca de el lugar y una gran flota se encontraría en terrenos republicanos, se escucharía la radio de la nave tratar de comunicarse con la peliroja débil. - Adellie. Adellie, responda. Investigadora. - la nave habría seguido el curso de la enorme flota, ingresó en esta y finalmente aterrizó. Ella al sentir el aterrizar de su nave se habría entregado al cansancio. Alguien abrió la cabina de su nave, sentía los murmullos, los gritos de ayuda que exigían algunos, no tenía interés en sí misma, tenía interés en su padre, se re-activaría y sus ojos desorbitados recaerían en Relan, quien ya no se encontraba donde lo recordaba y pronto lo observaría sobre una camilla con los sanadores de el lugar - Llévenlo a enfermería - Escuchó la chica. Pronto sentiría ella que la tomaban en brazos, que la sacaban de el asiento, sentía que la movían para llamar su atención, para mantenerla despierta - Adellie, por favor, no cierres los ojos, Adellie... - Esa voz. La voz de el Maestro Kiffar; Gios Jisaid. Sintió un leve flashback al encontrarse así con él, no era primera vez que él la sacaba de la nave en aquellas condiciones. - ¡Ade! - Otro grito. Un grito conocido. - Hay que llevarla a enfermería, Maestro. - Fue lo último que escucho para cuando se entregaría a sus pensamientos. Sabía que se encontraba con sus compañeros, su familia, cerca de casa, ahora solo quería descansar.
- Aclaración:
- Relan es salvado por Adellie, vuelve a Coruscant, es tratado y está re-activo en el rol, como dijo en su roleo
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Hasta una próxima, Coruscant
«No soy Sith, no comparto su sangre»
Sus ojos de abrirían de golpe mientras retomaría una posición sentada al haber despertado de una manera tan brusca. Observaría alrededor y se percataría que estaría en la sala de enfermería, sentiría un ardor en su abdomen y seguidamente en su hombro. Así es, serían los arañazos efectuados por las criaturas pasadas, nuevamente su mirada recaería en la cama de al lado, estaría totalmente desordenad pero no habría nadie en ella, cerraría sus ojos y suspiraría lentamente, tratando de recordar lo último, lo cual era su simple llegada a la gran flota de Coruscant. Se habría levantado de donde se encontraba, sus prendas eran prácticamente las mismas que llevaba antes, pero limpias y sus cabellos estarían revueltos sobre su cabeza. Comenzaría a caminar directo a la salida luego de percatarse que ninguna de sus pertenencias se encontraba en la sala, en eso, a unos pasos de la puerta, entraría un sanador. Un Maestro de túnicas marrones, cabellos rubios y mirada serena - ¿Ya estás despierta? – Preguntó mientras entraba al lugar - ¿No sientes molestia alguna? – Siguió con una voz tranquila, mientras sus brazos se ocultaban dentro de sus túnicas – Sí y no – respondió de seguido, dejando pasar su mano zurda por su cabeza lo cual logró despejarse su rostro de los desordenados. – Entiendo – Siguió el maestro mientras se hacía a un lado y bajaría al vista – Supongo que tienes cosas que hacer ¿no? – Dio el paso libre a la Centinela quien seguiría su camino tras las puertas abrirse por el censor propio de estas.
Pronto iría a su pequeña habitación, haría lo necesario para cambiarse completamente de aquellas prendas rotas y de mala presentación. No tardaría mucho para quedar completamente lista y seguir a lo que iba, sabía que debía presentarse ante el concejo al resultado de su acción a espaldas del Concejo, así es, aquello no era lo que el Concejo había pedido, aquello fue una acción de la joven a voluntad propia de ella, algo que había deseado hacer pero no había estado preparada mentalmente, se sentía débil, pero no de su fuerza, si no de su mente.
Finalmente fue llamada, se encontraba vestida de ropajes claros, una túnica de tonalidad cremosa. El templo se encontraba más vacío de lo que acostumbraba la peliroja, no estaban esos murmullos que se sentirían en cada lugar, tampoco las voces que presumían aquellas habilidades que iban adquiriendo con los entrenamientos, ni mucho menos discusiones o peleas ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Qué era lo que pasaba en esos momentos? Había sido llamada finalmente, pero ella había estado caminando en dirección hacia el Concejo mucho antes de que lo hicieran, todo estaba tan apagado… Tan muerto. Sus manos cayeron en su capucha y procedería a cubrirse el rostro con esta misma, solo la sombra que hacía esta sería lo que cubrirían sus ojos y a los lados recaerían sus rojos mechones. Pronto cruzaría unas enormes y elegantes puertas que a sus lados habrían dos grandes pilares con pequeños detalles que darían aquel toque lujoso y elegante. Las puertas se abrirían ante un censor, justo cuando Adellie estaría frente, ante la entrada ya liberada observaría un semi-círculo con una que otra silueta sentada sobre unos sitiales, se adentraría ante silenciosos pasos y se posicionaría en el centro del enorme salón que a espalda de los sentados se podrían apreciar enormes ventanales – Adellie – Diría uno apenas entraría ella – Maestro – Respondió la pelirroja. Su voz fue hostil, algo pesada y se pudo apreciar el enojo en el solo nombrar a la Investigadora – Vayamos al grano. – Se escuchó otro – ¿Cuál fue la razón de tu acción a nuestras espaldas? – Finalizó. Bajó su cabeza levemente, pensaba qué responder, cual sería su excusa… ¿Excusa? No. No había ninguna, era su deber, era su Maestro, su padre. Alzaría la mirada y se quitaría su capucha, dejando ver su rostro – Era mi Maestro – Dijo finalmente con una mirada llena de confianza y decisión – Es mi padre. – Apretaría sus manos como puños de impotencia ante aquellos que no podían ver lo que ella sentía. – No lo dejaría ahí, sabiendo que podía estar vivo y lo estaba – Seguía – Tampoco me arrepiento de lo que hice. No murió y está aquí – Se escuchó un suspiro de alguno de ellos – Es comprensible – Dijo finalmente uno de ellos. No se podía apreciar con exactitud quien hablaba y quien no, todos estaban con sus túnicas, uno de ellos estaba presentado en un holograma y la habitación con el mínimo de luz y el contraste de lo que entraba no ayudaba mucho. – Aún así debes hacer lo que se te a pedido – Alzó el rostro uno de ellos y la chica pudo identificarlo inmediatamente. Cabellos amarrados, una barba, pieles morenas. – Será lo último que me verán hacer como su Centinela – Dijo desafiante. Sintió un ambiente de tensión por segundos – Solo hazlo y termina. – No quiso escuchar más, dio como terminado su trabajo, se giró y se retiró del salón con un peso en sus hombros mientras dejaba el lugar.
Recorrió la mitad del templo solo de alejarse del lugar aquel, en toda su caminata no encontraría nada ni nadie ¿Dónde estaban todos?
Pronto su comunicador sonaría, sin dudarlo contestaría y sería un mensaje de voz de un personaje bastante conocido para ella, unas palabras flojas caerían en los oídos de la chica y pronto su mirada caería en la confusión ¿qué le estaba diciendo? – Entiendo – Luego de haber escuchado lo suficiente, cortó sin despedida ajena ni propia. Ya estaba todo finalmente decidido en su mente, todo se había ordenado y todo estaba siendo planeado.
Se retiró inmediatamente a su habitación, extrañamente sentía que había sido removida de algún modo, que alguien había entrado y lo pudo afirmar al fijarse que su sable estaba en otro lugar al que acostumbraba, eso era una señal de lo que había dicho aquel mensaje. Nuevamente, era prepararse para salir y terminar lo que había empezado de una vez.
Sintió una tristeza enorme dentro de ella, un mal estar, un peso sobre su pecho, a los segundos le costaría respirar y cerraría sus ojos, apoyándose contra la pared mientras trataría de controlar aquello que le estaba ocurriendo. En sus pensamientos caería una imagen borrosa: Un planeta lleno de vida, plantas, animales y entre tantos árboles apreciaría a gente conocida, en lo cual, pronto volvería a su realidad. Ahogaría en un respiro su volver a la realidad y ya daría comienzo al plan de su mente, sabía lo que pasaría, sabía lo que haría.
Estaba todo listo, un morral en sus espaldas, de las dos naves que poseía, solo se encontraba una y esa era el Interceptor que le habían regalado, miró a sus espaldas por última vez y observaría a un sujeto, a su sorpresa, de pieles violetas. Por unos segundos ella bajaría su mirada y él se acercaría de una manera lenta – Maestro. – Dijo a secas la chica. Él respondería con un cerrar de ojos y un suspiro flojo.
«Nosotros nacimos para ser libres, para vivir el día a día, para explorar y experimentar. Nosotros fuimos escogidos para cambiar, no para seguir un formato militar que solo causaría odio y rencor. Lo que hacemos en nuestro momento, en nuestras vidas, dejará su marca hasta que esta sea eliminada por otro»
Cubriendo su rostro con su capucha, se habría adentrado a la nave, mientras era seguida por los ojos del segundo en el lugar. Cerrando la cabina comenzaría activar los motores y sistemas, comenzando a ascender poco a poco, guardaría los trenes de aterrizaje y despegaría de aquel lugar…
- Aclaración:
- Adellie deja el templo de Coruscant
≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈≈
Valor.
- ¡ANTES DE LEER:
- El roleo lo he escrito en otro post porque excedí el límite de palabras en este post. Saludos y gracias por su comprensión!
Última edición por Satella el Lun Oct 21, 2013 5:20 am, editado 9 veces
Satella- Mensajes : 1351
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Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Good History my little friend
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
PD: Muy buen roleo
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Hermoso en todas sus facetas como siempre. Felicidades también por expresar lo que se vive día a día n_n. Un abrazo y un beso Tiare <3
Bergkamp- Mensajes : 1782
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Buen roleo
Beitom- Mensajes : 363
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 32
Localización : En mi solitaria casa ok men
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
me gusta siempre como relatas tiarecilla y tu forma de rolear es sobresaliente, felicidades y espero la continuacion de la historia j3j3. muacks
Dara Vatara- Mensajes : 815
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 29
Localización : Chile
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Hola.
Me agradó, me gustan los relatos caóticos... donde una luz se proyecta siempre habrá oscuridad...
Muy bueno... pero quiero ver como termina todo...
Me agradó, me gustan los relatos caóticos... donde una luz se proyecta siempre habrá oscuridad...
Muy bueno... pero quiero ver como termina todo...
Darth Veek Tainted- Mensajes : 2233
Fecha de inscripción : 31/10/2011
Localización : Alpirsbach
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
La influencia del sr cocos está presente en esta obra, muy bueno!
Lettow- Mensajes : 774
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 27
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Lo sigo atentamente.
Vozher- Mensajes : 868
Fecha de inscripción : 29/07/2012
Localización : Chile
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Tu forma de rolear me gusta, sobre todo porque es algo "único" tienes tu forma de hacer las cosas y bueno nada más que decir, muy buen roleo ;')
Sharet Giett- Mensajes : 1649
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 25
Localización : Venezuela
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Muy buen roleo, lo estaré siguiendo con atención.
El mejor que he leido por aca, la verdad.
El mejor que he leido por aca, la verdad.
Rudcheart- Mensajes : 1322
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
rabo! rabo! rabo para todos.!
lBentom- Mensajes : 90
Fecha de inscripción : 05/09/2011
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Me gusta tu forma de relatar y la estética.
Espero el resto.
Espero el resto.
Invitado- Invitado
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Pues yo no te diré "muy buen roleo" ni "que bonito roleo" ni "oh dios, cásate conmigo mi amol"... No... Yo diré BUEN ESCRITO, BUENA NARRACIÓN, BUENA HISTORIA.
pd: flipada ok
pd: flipada ok
Zekk Tainted- Mensajes : 894
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 31
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Muy bonito roleo, señorita Caelum. Espero ver como sigue.
Stryfe- Mensajes : 726
Fecha de inscripción : 17/09/2012
Edad : 26
Vozher- Mensajes : 868
Fecha de inscripción : 29/07/2012
Localización : Chile
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Tampoco esperaba a que me dijeras todo eso, pero gracias.Drizzt Do'Urden escribió:Pues yo no te diré "muy buen roleo" ni "que bonito roleo" ni "oh dios, cásate conmigo mi amol"... No... Yo diré BUEN ESCRITO, BUENA NARRACIÓN, BUENA HISTORIA.
pd: flipada ok
Si es tanto el pedazo de mierda, simplemente evita esos comentarios.Stryfe escribió:Vuelvo de un viaje y me encuentro con este pedazo de mierda.
Muy bonito roleo, señorita Caelum. Espero ver como sigue.
____________________--
II Parte.
Satella- Mensajes : 1351
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
La llamada de Korriban es fuerte, es la llamada de los muertos. Buena continuación, demasiado ki el man que sale al último, supera el millón men
Lettow- Mensajes : 774
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 27
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Buen roleo adellie.
Voemg Xyleth- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 03/03/2013
Edad : 24
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
dios, cuándo editaste esto que no lo vi en ningún post???.
Por otro lado, como siempre buenísima la narración y la estética, los pantallazos de habbo también me gustaron a pesar de que son pocos quedan bien. Lo sigo atentamente jeje te quiero <3
Por otro lado, como siempre buenísima la narración y la estética, los pantallazos de habbo también me gustaron a pesar de que son pocos quedan bien. Lo sigo atentamente jeje te quiero <3
Bergkamp- Mensajes : 1782
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Espero ver como sigue la III parte, buena intriga tiene
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
igual no te pesca ni en bajá.Mike Shan escribió:Hermoso en todas sus facetas como siempre. Felicidades también por expresar lo que se vive día a día n_n. Un abrazo y un beso Tiare <3
ahreloco
PD: BUEN ROLEO, FELICIDADES. BESOS.
Dara Vatara- Mensajes : 815
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 29
Localización : Chile
Re: 【Roleo/Obtención】≈ Ruidos.
Parte III
OK RELAN, ESTAMOS LISTOS.
OK RELAN, ESTAMOS LISTOS.
Satella- Mensajes : 1351
Fecha de inscripción : 18/08/2011
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