[ROLEO+OBTENCIÓN] El ladrón de tumbas [Azeneth]

El ladrón de tumbas

Recuerdos oscuros

«Un castillo prácticamente embrujado y hechizado por el Lado Oscuro de la Fuerza alzaba una de sus torres en medio del bosque color rojizo, dando a lucir su supremacía entre las demás ruinas o refugios igualmente hechos de piedra. Aquel castillo con escritura rúnica alguna vez fue la sede de la Orden Sith, por lo tanto, muchos secretos escondía atrás de sus paredes, secretos de los mas oscuros, secretos jamás revelados, secretos que todavía esperaban un receptor que los guardase en su mente y que algún día se los confiara a su descendencia, y que este mismo a toda su generación que proximamente florecería. En sus entrañas, guardaba profundamente una celda oscura en la que toda una familia moría en vida, obteniendo el máximo grado de sufrimiento y de dolor. Se cuenta por las malas lenguas que, un día en el que el alba de Korriban se veía mas blanco de lo normal, un hombre cuyo nombre todos desconocían se filtró por el portón de piedra, penetrando la guardia y quizás todo el castillo. Desde aquel día, los gritos de sufrimiento que provenían de la celda bautizada como "La Oscuridad", dejaron de retumbar sus alrededores.»

La figura oscura de Xion se movía entre los pasadizos de una forma silenciosa, sigilosa, sin llamar la atención a sus alrededores y sin provocar ruido, excepto el de sus pasos. La oscuridad abundaba de una forma maravillosa en el lugar. Dejando de un lado la hermosa vista de la mas vil destrucción hecha por el mismo Lado Oscuro, tras penetrar cada fúnebre túnel y recorrer cada corredor de una forma rápida y silenciosa, llegaba a lo que parecía ser el centro único de las ruinas, donde estaría situada La Oscuridad. Parecía estar intacta ya que los cadáveres y calaveras permanecían en el mismo lugar de hace años. Antes de acercarse hasta la ventana en que se filtraba la luz, percibió un estruendor atrás de él, el cierre del portón de metal. Xion desconocía por completo aquel cuerpo, aquella cara, aquella vestimenta y aquel tono. Lo único que se le familiarizó fue el color amarillo brillante de sus ojos que resaltaba en las sombras. Reparó la presencia del mismo caballero que hace años lo había salvado del sufrimiento de la celda, parecía ser el mismo de antes, sin envejecer ni un año ni sin cambiar de atuendo, sin cambiar de tono de voz. Sin darse cuenta de sus actos, inconscientemente Xion retrocedió unos pasos hasta tal punto en que comenzó a tambalear, a un centímetro de caerse en el agujero oscuro de cientos de metros de profunidad. Se aferró de la mano firmemente, salvándose por aquel hombre una vez mas.

-Noche precisa para volver a los inicios, mi amigo -habló casi susurrando el caballero, esbozando una cordial sonrisa en el acto y dejando inmóvil solamente con la mirada a Xion-. Deberías venir mas seguido por aquí, ¿no crees?..

-Apártese si no quiere morir.

-Hmm.. -murmuró, pensativo-. No eres el mismo de antes, Xion.

-Pues no.

-Te dejaré ir, pero volverás. Créeme. Todos los que osan a entrar aquí sin mi invitación terminan volviendo y después nunca mas se sabe de ellos. Como me pasó a mi, Xion. Yo entré aquí sin autorización y nunca nadie mas supo de mi.

El ladrón de tumbas

Alma envenenada

El nublado día comenzaba con una fría niebla que se iba desplazando lentamente entre los pasadizos naturales hechos de árboles, consumiendo poco a poco aquel helado bosque del planeta Ziost. Tras haberse movido entre las tinieblas de una forma lenta y precisa, como si conociese aquel bosque al revés y al derecho, después de un arduo trabajo llegaba finalmente al lugar en que extrañamente, la paz reinaba. No sentía cólera por aquel hombre, lo único que sentía en aquel momento era simplemente, miedo. Antes de poder sentarse, descendió lentamente unos metros abajo, buscando la perfección y comodidad para tomarse un merecido descanso y poder observar con mayor claridad el paisaje de la niebla. Acto seguido, intentando apoyar su espalda contra uno de los árboles, fue cuando sintió una presencia de la fuerza, cerca. Menos de un kilómetro, menos de cien metros, estaba a sus alrededores.. cerca. Tan cerca que podía escuchar sus pasos acercarse hasta su posición. Lo que menos quería pensar, ahora se personificaba en otra escena, mas extraña y a la vez mucho mas peligrosa. Tras levantarse de su posición y empuñar su sable rojo, adoptaba una posición defensiva, esperando el primer movimiento del hombre, listo para luchar.

-De esta no sales vivo -exclamaba Xion, mientras observava a sus alrededores-. ¡Sal y da la cara!.

-Ya habrá tiempo para jugar, Xion. Ahora solamente venía a dejarte un recado, cara a cara.

Comenzó a correr a velocidades increíbles, intentando perder al hombre entre las tinieblas y los árboles, que a poco a poco, dejaba atrás. Luego de correr a velocidades increíbles y de penetrar el bosque completo, pensando en que se encontraba solo nuevamente, permaneció inmóvil durante unos segundos, esperando a que el hombre apareciese de nuevo y le colocase fin a todo esto. Se escondió atrás del árbol mas ancho y largo, quedando casi invisible por la espesa nieblina que se multiplicaba. Antes de que pudiese hacer otro movimiento, sintió el calor que emergía del sable de luz color rojo, que recorría lentamente su cuello, dejándole inmóvil durante segundos, sin poder pronunciar ni una palabra. Sin embargo, como este mismo se consideraba un luchador de casta, se agachó y esquivó el corte que rozaba su pelo, cortándolo algunos centímetros. Blandiendo su sable de forma impresionante, se agachó e intentó cortar las piernas del sujeto que portaba túnicas cafés. Luego de haberse movido hacia atrás, el mismo individuo, con una presición infinita pateó bruscamente el pecho de Xion. Una vez el devoto en el suelo, el sujeto desarmaba a Xion sin tener problemas ni oponer resistencia. ¿Piedad?..

-¡¿Que quieres de mi?! ¡¿Por que apareces justo ahora?! ¡¿Eh?!

-Necesito un sucesor con habilidades, Xion.

-No soy bueno con el sable y tampoco tengo conocimientos.

-Tú ya sabes cual es tu especialidad..

-Me prometí no volver a hacer eso hace años.

-Pues volverás, si quieres seguir viviendo.

-¿Como?

-Tienes una enfermedad, Xion, y solo yo se como sanarte.

-No me se tu nombre y quieres que trabaje para ti a cambio de sanarme.

-A mi solo me importa tu habilidad, Xion, solo tu habilidad.

Continuará

Algo corto, pero supongo que está bien para ser el principio...

No no, tranquilos. En este roleo solo intento mostrar un poco mas mi lento progreso escribiendo. No obtengo nada, solamente relato los sucesos de una amistad maldita y como mi personaje va desenmascarando a un personaje bastante extraño.

Suerte en Korriban. Esperemos que sepa como salir con vida jeje.
Es interesante, espero la continuación.

Parte dos hecha.

Si, abandonado. Planeo uno tipo novela bastante largo, a si que ya pueden cerrar tema.