[Roleo escrito] El templo de Lehon.

El templo se alzaba sobre la superficie de Lehon dejando una gran sombra a la par de la aurora ilumiandolo. El planeta se habia convertido raramente en un Vacio perfecto e interminable. Decenas de esclavos trabajaban en la terminacion del templo, y gotas de sudor recorrian sus cabezas advirtiendo que, para el final de la obra, su propio final seguramente llegaria. Sus cabezas se perdian del verdadero labor que los atareaba, contemplando el amanecer por ultima vez. Los rayos iluminaban el agua, y la marea golpeaba las rocas causando un hermoso sonido de armonia. Cada tanto un viento pasajero venia y los refrescaba, para seguir trabajando arduamente como lo habian estado haciendo durante los ultimos tres meses. Tenian hambre, habian comido muy poco ultimamente hasta el punto de que, muchos de ellos morian de inanición. Tres meses atras eran mas de mil, ahora, eran poco mas de cuarenta. Muchos habian muerto como consecuencia del Hambre, muchos otros por el cansancio, otros por los materiales toxitos implementados para la contruccion y en casos mas extremos... como consecuencia del suicidio. Esto no le preocupaba a Qhel, antiguo profeta Sith, pues sabia que para el final de la obra todo acabaria para ellos, de una u otra manera. Este los miraba dia y noche, sentado en una roca de frente a la contruccion, con las piernas cruzadas contemplando el avance producido. Habia instalado, tambien, una camara de lado al templo para que esta grabara la tardia labor hasta que esta finalizara. Todo seguia segun establecido el plan. Los esclavos continuaron trabajando. El viejo sentado en la roca giro su cabeza hacia atras, una humareda continuada por fuego se extendia a lo largo de la jungla. Se levanto este caminando y atravezo a paso lento la jungla hasta llegar al lugar de donde el fuego provenia. Delante de el se extendia un gran territorio, con grandes hangares de metal corroidos por el tiempo, naves destruidas y artefactos inutiles. Miro uno de los hangares en especial, una nave se mostraba aterrizando lentamente, mientras grandes llamaradas quemaban el suelo. El antiguo Sith camino hasta alli y la nave termino de descender abriendo una compuerta lateral. De esta bajo un sujeto Joven, corpulento y con tunicas de tonalidades marrones, propias de un Jedi. El viejo se detuvo y profirio unas palabras al sujeto:

-Has tardado.
-Me llamaste hace tres dias, estaba en el otro extremo de la Galaxia, ¿Como querias que llegara mas rapido?- Respondio el Jedi.
-Eso no importa, has tardado. Ahora sigueme, tenemos mucho de que hablar.
-Bien, pero permiteme preguntarte ¿Por que me has llamado?
-Todo a su debido tiempo, joven.

Ambos sujetos se dirigieron caminando, atravez de la Jungla, a donde se extendia la gran contruccion y sus obreros. En cuanto llegaron, el viejo volvio a sentarse en la piedra, e indico a uno de los esclavos que llevara una silla al Joven. Este no tardo mucho, dejole la silla al costado de la piedra y se largo, el Jedi se sento. El viejo cruzo las piernas nuevamente e indico a un Esclavo que se acercara para mas tarde pedirle algo:

-¿Recuerda la bolsa que le mostre esta mañana? Traigala.- Indico al esclavo.
-Muy bien señor.- Dijo el esclavo en un español abominable.
-Muy bien, permiteme contarte de que trata todo esto.- Dijo el viejo girandose hacia el Joven.
-Digame.
-Durante largos años pense en como podia yo, un simple Sith, que no realizo ninguna azaña ni nada por el estilo, perdurar en el tiempo como alguien importante. Esto se debio a que yo, como cualquier persona racional, no queria ser olvidado al morir, ¿Si no que sentido tiene la vida? Entonces, despues de largos meses, una idea vino a mi cabeza ¡Pum!.
-¿Contruir un templo?- Pregunto el Joven.
-¡No te me adelantes!- Dijo riendo y siguio- pero... exacto. Contruir un templo, en el planeta mas solitario que encontrase. ¿Te lo puedes imaginar? Este planeta, donde se alzo uno de los mas grandes imperios de todos los tiempos, ahora desierto, nulo. Pues bien, para ello utilice algunos de mis ahorros en comprar grandes cantidades de esclavos, Mil docientos cincuenta esclavos, si no estoy mal. Con los sobrantes de estos ahorros mios, compre los materiales para esta magnifica obra. Claro que no me alcanzaba para pagar todos los materiales, asi que por lo general hacia a los contrabandistas traer hasta aqui las cosas, y luego los asesinaba robandoles los productos. Entonces... ¡La contruccion empezo!. Ya llevan tres meses trabajando, no quedan muchos de ellos, seran cuarenta, o un poco mas. Tambien les dije que los mataria a todos, pero pensando que con esto no trabajarian, asegure que aquellos diez que mejor trabajasen, vivirian. Por supuesto que cumplire, yo nunca rompo una promesa.
-Eres un viejo loco.- Refirio el Joven.
-¡Ya lo se! Pero eso no es lo importante. Lo importante es, que tu te quedaras con mis objetos mientras yo me interno en mi templo y muero como consecuencia de los gases que seran desprendidos dentro del mismo. ¡Es una idea estupenda, magnifica! Es.... una estupidez.
-¿Y cual es el motivo de todo esto?
-Cuando hayas vivido tantos años como yo lo comprenderas.- Le respondio el viejo.
-Pero... ¿Y cuando vas a... suicidarte?
-¡Esta misma tarde, espero! Terminaran en tan solo una hora, calculo masomenos.
-Bien, entonces esperemos.- Respondio el Joven Jedi.
-¿En que academia estas ahora mismo?... hijo.
-Prefiero no decirtelo.
-Vale.... y que... ¿Ya eres padawan?
-No, aun no lo soy, pero pronto.
-Te deseo suerte.
-Que asi sea.

Las horas pasaron, y los esclavos todavia trabajaban. Los dos sujetos se habian quedado inmobiles en sus lugares, hablando cada tanto de su vida y de lo que habian echo con ella. A veces el viejo reia y levantaba sus manos en una mala inerpretacion y su Joven hijo, a quien solo habia visto unas pocas veces en su vida lo veia, quieto en su lugar, pensante. Uno de los esclavos se acerco al viejo y le dio la bolsa que habia pedido.

-Tardaste demasiado. Idiota.- Le dijo y lo aniquilo desprendiendo rayos de sus manos mientras veia el interior de la bolsa.
-¿Por que lo has echo?- Grito el Jedi.
-Era necesario, morir ahora, morir despues ¿Cual es la diferencia?
-El vivir unos momentos mas.

Los dos hombres volvieron a callar y vieron la contruccion. Minutos mas tarde, el sol empezaba a ocultarse y delante de ellos, el ultimo bloque estaba siendo colocado. Los esclavos bajaron de a poco, caminaron en fila y se pusieron delante del Viejo. La obra habia sido terminada. El viejo los miro fijamente y prendio el sable. De una punta a la otra, camino asesinando a algunos y dejando vivir a otros. Algunos intentaron escapar, y murieron en el intento. Diez fueron los que quedaron, como se habia prometido. El viejo saco una gran bolsa y se la dio a uno de los esclavos. Posteriormente le dio una especie de llave, la cual tenia un boton rojo en el centro.

-Eh aqui diez mil dactarios, dividanlo entre ustedes diez. Aqui tambien estan las llaves de la nave, pueden salir de aqui cuando quieran. La mayor paga que les dare, es su libertad, sepan apreciarla. Ahora vallanse antes de que me arrepienta.

Los esclavos corrieron hacia los hangares rapidamente dejando solo al Viejo y al Joven. Delante de ellos se extendia el Templo ya terminado. El viejo extendio su brazo y entrego la bolsa al Joven. Posteriormente le hablo.

-No es mucho, pero me acompañaron en la vida. Aprende a usarlos.
-Asi sera, te lo prometo.
-Muy bien... ahora dime... ¿Como te llamas? Nunca me has dicho tu nombre.
-Mi madre me puso tu nombre, y su apellido. Mi nombre es Qhel Wyrik, y soy iniciado del Templo Jedi de Endor.
-Tengo miedo.
-¿De que? Papa...
-De la muerte.
-No necesariamente debes activar hoy los gases toxicos. No necesariamente debes acabar con todo hoy.
-Si debo.
-No, no debes hacerlo. Este es uno de los mas bellos y desolados planetas, tienes todo el tiempo que desees para disfrutarlo. Vive y disfrutalo.
-Me lo pensare, ahora vete.

El viejo se sento en la roca nuevamente, cerro los ojos y dejo que su hijo se fuera. El Jedi subio a la nave y despego dejando atras a la construccion, y a su padre. El viejo tomo un control de su tunica, y presiono un boton. Su plan habia sido completado, el templo se derrumbaba delante de el, y su hijo, viendo esto, creeria que el habria muerto. Todos sus lazos y amistades se habian roto, el ya no existia. El viejo estaba vivo, pero muerto.



//Este roleo deja en exponente que de ahora en mas usare un nuevo personaje: Qhel Wyrik, "Hijo" de mi actual personaje. Las pertenencias fueron transferidas a este. Sin embargo, mi personaje antiguo no murio, asi que no se desesperen. Mi personaje antiguo, ahora mismo quedo barado en Lehon, sin modo de escapar.

Me gusto el roleo felicitaciones

SOY EL PRIMER COMENTARIO WIIII!

Muchas gracias Me gusto el pixel art de mi firma e_e Me quedo todo pro.