[Roleo de Onderon + Obtención] Su’cuy gar, burc’ya…[Revisado-Zekk]

Me encontraba en mis aposentos del crucero Mandaloriano estacionado en Endor, cuando el Mandalore abrió la puerta y se puso a hablar conmigo:

Mandalore: Saludos, Fission.

Fission: Saludos, Mand’alor. –Dije mientras me ponía de rodillas para realizarle una reverencia para darle respeto-

Mandalore: Levante, tengo una misión para ti, y para tu nuevo rango, que por cierto, enhorabuena. Tiene que dirigirse al planeta Endor, con varios comandos de exterminación. Irán bien armados, tendrán que reclutar y aniquilar. Son sus dos únicas tareas, ¿Entendido?

Fission: Sí señor, ¿Cuándo partimos?

Mandalore: Las naves esperan en el hangar, dese prisa.

Fission fue rápidamente al hangar del crucero sujetando su rifle de precisión, y me colgaba la mochila a la espalda. Seguí rápidamente hasta llegar al hangar, donde vi varias naves de transporte de infantería y otras varias de artillería a punto de despegar, me subí lentamente al transporte y me coloqué con mis compañeros de la misión, los cuales me saludaron y yo, serio, comencé a redactarles sus órdenes, y el que las incumpliese, sería eliminado.



Las naves no tardaron en despegar y salimos del crucero, dirigiéndonos a Endor, al llegar, aterrizamos en un claro bastante amplio donde se podía maniobrar, detectamos cuatro zonas de población bastante grandes, esas eran nuestras prioridades, me llegó una noticia diciendo que más tarde nos llevarían refuerzos por si acaso. Tras terminar de oírla, nos pusimos a caminar, no caminamos mucho hasta encontrar la primera ciudad. Cuando llegamos, observé a mi compañero Kredent, que él decidió que teníamos que hacer un ataque rápido, entrar y matarlos a todos, yo pensé en destruir sus defensas primarias, ya que la ciudad no era muy grande. Colocamos las torretas lanzamisiles en donde estábamos, activándolas. El ingeniero Reddom estaba con los controles, cuando yo, avisé al crucero de que soltara un droide espía, el cual, con su capacidad de infiltración, recorrió toda la ciudad por el aire mientras detectaba estructuras importantes, las defensas primarias, etc. Entonces todo lo que vió el droide se traspasó al visor del casco del ingeniero, y preparó las torretas. Comenzó a disparar los misiles de Concusión, los cuales impactaban en los blancos primarios, mientras el enemigo yacía desconcertado y aturdido, la infantería, bajamos la ladera que nos separaba y comenzamos a cargar fuertemente contra los pocos soldados clones y guardias que estaban preparados para luchar, matamos a casi toda la zona oeste pronto, mientras que secuestraban a algunos hombres para convertirlos a la doctrina del Resol’Nare. Los mandalorianos, cuando tardaron en rematar a los muertos de la zona Oeste, comenzaron a llegar convoys de tropas, hacia nosotros. Las torretas destruyeron la gran mayoría, pero nosotros seguíamos con los restantes, los cuales, sus ataques eran inútiles, mientras la moral del enemigo bajaba, decidí bajárselas mas, ordené que todos los supervivientes militares fueran colgados de las farolas de la gran carretera que comunicaba con el resto de la ciudad. Cuando ya no habían mas huecos, quemamos el resto. De repente, una gran cantidad de Cañoneras LAAT de una base clon cerca de la ciudad, comenzamos a reagruparnos ya que no podíamos con tal cantidad de soldados clones. Aguantamos cuanto pudimos, pidiendo refuerzos por radio, estuve varios minutos esperando, viendo como compañeros caían, hasta que se oyó un fuerte ruido.



Breveas momentos después, unos misiles teledirigos impactaron contra las cañoneras LAAT que sobrevolaban la zona, haciéndolas estallar y estrellándose contra sus propios hombres. Sonreí y suspiré al oír dicha alarma, ya que era nuestra salvación. Cuando dejó de sonarse el ruido, se notaba como habían leves movimientos sísmicos causados por grandes pasos. Los clones nos dejaron de lado y se giraron, observando el trayecto de los misiles, dirigiéndose hacia su posición. Entonces se vio en el claro la gran máquina de combate mandaloriana “El titán del mand’alor” Los clones, estaban asustados y la mayoría en shock, los que no lo estaban, comenzaron a disparar contra la máquina rápidamente, aunque sus disparos eran inútiles, no desistieron. Siguió acercándose lentamente hacia los impotentes clones, a los que nosotros comenzamos a matar por detrás. Al aniquilarlos y que la maquina llegase.



La máquina, al llegar preparó sus armas y comenzó a disparar contra el resto de la ciudad, mientras este reducía la ciudad a cenizas, nosotros nos llevábamos los tanques ligeros y a la infantería hacia la otra ciudad. Estubimos caminando durante dos horas hasta llegar. Al llegar, entramos rompiendo el muro que rodeaba la ciudad, y disparando contra todo lo que se movía o tenía armas. Entonces, un misil salió disparado de una azotea hacia mi tanque, en lo que yo y mis hombres, que estábamos encima, saltamos de este. El misil destruyó el tanque, pero nosotros seguimos disparando y matando soldados. Un grupo de guardias se metieron en una casa, donde se atrincheraron y con una ametralladora pesada nos impedía movernos. Rápidamente salí de mi cobertura dando una gran voltereta hacia delante, cuando apunté rápidamente hacia el guardia con mi brazalete, lanzando un minicohete. El minicohete se metió en el cañón, atascando en el arma. El soldado, ignorando esto, disparó haciendo que el minicohete explotara junto con el arma, y matando a los soldados de ahí. Rápidamente salimos disparando, mientras que los civiles corrían a sus casas o huían de la ciudad. Los soldados no tardaron mucho en darse cuenta de su inmediata derrota, así que se rindieron, salvo algunos insurgentes que estaban en las terrazas de edificios con fusiles estropeados o sin mucha potencia. Ordené que un tanque apuntara contra estos. Cuando disparó, observé como caían escombros al suelo e incluso algunos miembros mutilados. Los soldados restantes, de rodillas y con las manos en la nuca. No sabíamos qué hacer con ellos, así que optamos por lo más fácil. Nos los llevamos con nosotros, vendados y atados. Al llegar a la siguiente ciudad, a la penúltima, Vestimos a los soldados con armaduras mandalorianas de compañeros caídos, les atamos blasters y rifles a las manos, y los lanzamos hacia adelante. Comenzamos a disparar al aire, por lo que por el miedo al pensar que estaban siendo ejecutados, salieron corriendo rápidamente hacia en frente, justo donde estaba la tercera ciudad. Al no saber que le es esperaba, y los de la ciudad, ya estaban preparados para el ataque, comenzaron a disparar contra los soldados clones de su propio bando.

CONTINUARÁ

OBTENCIÓN [DE MOMENTO]: 10 escuadrones de 40 hombres de comandos de exterminación mandaloriano (Solo roleo, para la ficha de Onderon)

Me gustó el roleo Jaster , espero continuación