[Roleo de Ossus] El camino de la Fuerza
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[Roleo de Ossus] El camino de la Fuerza
Es el segundo trabajo que hago, asi que no sean muy duros a la hora de criticar e.e...hay partes que que no se entenderan muy bien ya que hay un relato antes que este, que lo colgo hace poco Nye Swan, pero es lo minimo. Ojala haya quedado bueno
Paso mucho tiempo para que me acostumbrara a la Academia Jedi de Ossus. Su estilo de vida era totalmente distinto a como creía yo. Meditar, estudiar mucho y tratar de llevar una vida de ermitaño. Así es como lo veía yo.
Venía a que me instruyeran en el dominio del sable de luz, a hacer movimientos arriesgados, saltos descomunales o a lanzar poderes inimaginables, como ya los había visto en diferentes Padawans cuando iba a ver alguna de sus prácticas…pero nada de eso pasaba. Todo era ir a la biblioteca a echarle un repaso a los libros y practicar con mis compañeros Younglings con palos de madera…de madera. Fue por eso que un día al ver que unos de mis buenos amigos de la Academia se convertía en Padawan, me decidí a pedirle su sable arcaico:
-Felicitaciones por el ascenso que obtuviste Logan – le dije
-Gracias Sabrack…me han brindado el dichoso sable azul, el cual representa la habilidad – me respondió, pero con una cara que parecía no del todo feliz.
-¡Magnifico! – le señale – ¿entonces ya no necesitaras tu arcaico no?...es que me gustaría ver los elementos que lo conforman.
-Pues claro, pero úsalo sabiamente Sabrack – me respondió, como sabiendo las intenciones reales que tenia con el sable.
Parecía un gran día, ya que justamente en ese momento el Maestro Jacob preparaba un torneo en el cual podía participar cualquier Youngling.
Fue entonces cuando me tocó enfrentar a un compañero el cual llevaba muchas clases más que yo y que también portaba un sable arcaico…era mi oportunidad de poder sorprender a los rangos de más arriba. Saque orgullosamente mi sable, lo prendí, hice una leve reverencia a mi contendor y me lanzé al ataque…trate de atacarlo mucho, de no darle respiro y de darle golpes certeros, pero todos eran respondido por mi rival, el cual se notaba que no tenía prisa en devolverme los ataques. Yo seguía insistiendo con mis golpes, incluso me llegue a sentir frustrado por no poder darle un golpe que me propinara la victoria, por lo que empecé a golpear airadamente a mi compañero y la verdad es que no se cómo diantres, de la nada, hizo un movimiento velocísimo el cual me dejo fuera de foco, propinándome un certero golpes en mis piernas…era el fin de la pelea, no era capaz de pararme. Pero fue entonces cuando comprendí el equivocado camino por el que estaba andando…siempre pensé que eso de que los Jedis siempre se defendieran y nunca empezaran una pelea, era una soberana equivocación.
Yo si veía al sujeto que había aniquilado a gran parte de la que consideraba mi familia, no dudaría en acabarlo de inmediato…o al menos así pensaba antes de tenar aquella lucha. Me di cuenta que el defenderse no es una táctica errada, ya que cuando el rival nos ataca, y sobre todo si fuera un Sith, buscaría matarnos rápidamente, por lo que su deseo de sangre podría en algún minuto favorecernos y entre tanto golpe buscar el momento preciso de atacarlo, dándole un golpe acertadamente. Además pude vislumbrar que la paciencia es un amigo y no un enemigo…que aquel Youngling así lo había entendido y que al final solo dependía de mí ser mejor, a punta de estudios y esfuerzo en los entrenamientos, no importase el método.
Fue entonces cuando empecé a tomarle el real peso a lo que era ser Jedi…entrenaba todos los días, me traté de concentrar al máximo en mis estudios y de vez en cuando me ponía a meditar el nuevo rumbo que le estaba dando a mi camino. Llegue a ser un usuario con grandes habilidades en lo que correspondía a la fuerza, logrando crear esferas constituida por ésta de forma rápida y eficazmente. El sable me costó dominarlo un poco más, ya que podía lograr hacer distintos cortes, pero muy lentamente. Vinieron mucho otros torneos, de los cuales no logre ganar ninguno, pero siempre sabiendo que di lo mejor. Es así como llegaron las pruebas finales, las pruebas para Padawan…en las cuales podría convertirme en un verdadero Jedi. Fue un día en que caminaba por la Academia…meditaba la que hasta hace poco había sido la clase del Maestro Vrook, cuando de improvisto me encuentro con el Guardián Gios, el cual estando enfrente de mi me dijo:
-Sígueme Sabrack
Fue una sensación horrible. Ahora ya sabía quién me tomaría mi examen físico y era nada más y nada menos que un Guardián, reconocidos en toda la galaxia por sus rápidos y certeros golpes…pero ya no podía volver atrás, tenía que afrontarlo con la mayor de mis fuerzas. Una vez estuvimos en la sala de entrenamientos, ya tenía claro mi objetivo y no le daría tarea fácil al Guardián. Prendí mi sable con la mayor de las convicciones y enseguida comenzó la pelea. Partí haciendo en reiteradas ocasiones esferas de la fuerza, pero ninguna lograba asestarle, ya que el Guardián las desviaba sin problemas. De a poco fui ganando confianza y comencé lanzárselas a grandes velocidades, pero aún así era insuficiente. Por lo demás sabia que acercarme a Gios era peligrosísimo, pero no había otra opción…había que tratar de atacarlo de manera más próxima. Fue entonces cuando me lance a atacarle con corte más letales, pero no pasaron ni 3 segundos cuando me lanzo en reiteradas ocasiones golpes de los que si uno me hubiera atinado, la batalla se habría acabado ahí mismo. Logre evadirlos, pero si no hubiera sido por rápida salida, de seguro no habría conseguido escapar a salvo. Fue así como entendí que debía atacarlo de manera rápida, como fuera, pero no dándole tiempo para que el me atacara a mí.
Obviamente esto último fue imposible de que sucediera, pero estuve atento para contener los ataques de Gios…aunque sinceramente siempre supe que se contenía.
-Momento Sabrack – dijo repentinamente con una voz que causaba entre miedo y respeto a la vez.
Temí lo peor…tal vez haber dado mi 100% en la pelea no había sido suficiente. No con aquel Guardián. Cuando derrepente dicto:
-Haz superado la prueba…felicitaciones.
Quería llorar, esta vez de alegría, pero me contuve, después de todo no era cualquier Jedi el que tenia al frente.
-Gracias Guardián Gios, fue un honor haber combatido con usted – le respondí casi gritando.
Acto seguido se retiro. Ahora solo faltaba mi examen teórico, pero en este ya estaba confiado…había aprendido a querer, comprender y tratar de aplicar la difícil pero eficaz filosofía Jedi, con todos los conceptos que ello conlleva…estaba a un paso de ser lo que algún día yo y mi hermano nos propusimos…ser un Guardián de la Paz…ser un Jedi.
Bueno eso seria todo...espero tener algo de futuro en esto, ya que la verdad me gusta bastante D:
saludos_
El camino de la Fuerza
Paso mucho tiempo para que me acostumbrara a la Academia Jedi de Ossus. Su estilo de vida era totalmente distinto a como creía yo. Meditar, estudiar mucho y tratar de llevar una vida de ermitaño. Así es como lo veía yo.
Venía a que me instruyeran en el dominio del sable de luz, a hacer movimientos arriesgados, saltos descomunales o a lanzar poderes inimaginables, como ya los había visto en diferentes Padawans cuando iba a ver alguna de sus prácticas…pero nada de eso pasaba. Todo era ir a la biblioteca a echarle un repaso a los libros y practicar con mis compañeros Younglings con palos de madera…de madera. Fue por eso que un día al ver que unos de mis buenos amigos de la Academia se convertía en Padawan, me decidí a pedirle su sable arcaico:
-Felicitaciones por el ascenso que obtuviste Logan – le dije
-Gracias Sabrack…me han brindado el dichoso sable azul, el cual representa la habilidad – me respondió, pero con una cara que parecía no del todo feliz.
-¡Magnifico! – le señale – ¿entonces ya no necesitaras tu arcaico no?...es que me gustaría ver los elementos que lo conforman.
-Pues claro, pero úsalo sabiamente Sabrack – me respondió, como sabiendo las intenciones reales que tenia con el sable.
Parecía un gran día, ya que justamente en ese momento el Maestro Jacob preparaba un torneo en el cual podía participar cualquier Youngling.
Fue entonces cuando me tocó enfrentar a un compañero el cual llevaba muchas clases más que yo y que también portaba un sable arcaico…era mi oportunidad de poder sorprender a los rangos de más arriba. Saque orgullosamente mi sable, lo prendí, hice una leve reverencia a mi contendor y me lanzé al ataque…trate de atacarlo mucho, de no darle respiro y de darle golpes certeros, pero todos eran respondido por mi rival, el cual se notaba que no tenía prisa en devolverme los ataques. Yo seguía insistiendo con mis golpes, incluso me llegue a sentir frustrado por no poder darle un golpe que me propinara la victoria, por lo que empecé a golpear airadamente a mi compañero y la verdad es que no se cómo diantres, de la nada, hizo un movimiento velocísimo el cual me dejo fuera de foco, propinándome un certero golpes en mis piernas…era el fin de la pelea, no era capaz de pararme. Pero fue entonces cuando comprendí el equivocado camino por el que estaba andando…siempre pensé que eso de que los Jedis siempre se defendieran y nunca empezaran una pelea, era una soberana equivocación.
Yo si veía al sujeto que había aniquilado a gran parte de la que consideraba mi familia, no dudaría en acabarlo de inmediato…o al menos así pensaba antes de tenar aquella lucha. Me di cuenta que el defenderse no es una táctica errada, ya que cuando el rival nos ataca, y sobre todo si fuera un Sith, buscaría matarnos rápidamente, por lo que su deseo de sangre podría en algún minuto favorecernos y entre tanto golpe buscar el momento preciso de atacarlo, dándole un golpe acertadamente. Además pude vislumbrar que la paciencia es un amigo y no un enemigo…que aquel Youngling así lo había entendido y que al final solo dependía de mí ser mejor, a punta de estudios y esfuerzo en los entrenamientos, no importase el método.
Fue entonces cuando empecé a tomarle el real peso a lo que era ser Jedi…entrenaba todos los días, me traté de concentrar al máximo en mis estudios y de vez en cuando me ponía a meditar el nuevo rumbo que le estaba dando a mi camino. Llegue a ser un usuario con grandes habilidades en lo que correspondía a la fuerza, logrando crear esferas constituida por ésta de forma rápida y eficazmente. El sable me costó dominarlo un poco más, ya que podía lograr hacer distintos cortes, pero muy lentamente. Vinieron mucho otros torneos, de los cuales no logre ganar ninguno, pero siempre sabiendo que di lo mejor. Es así como llegaron las pruebas finales, las pruebas para Padawan…en las cuales podría convertirme en un verdadero Jedi. Fue un día en que caminaba por la Academia…meditaba la que hasta hace poco había sido la clase del Maestro Vrook, cuando de improvisto me encuentro con el Guardián Gios, el cual estando enfrente de mi me dijo:
-Sígueme Sabrack
Fue una sensación horrible. Ahora ya sabía quién me tomaría mi examen físico y era nada más y nada menos que un Guardián, reconocidos en toda la galaxia por sus rápidos y certeros golpes…pero ya no podía volver atrás, tenía que afrontarlo con la mayor de mis fuerzas. Una vez estuvimos en la sala de entrenamientos, ya tenía claro mi objetivo y no le daría tarea fácil al Guardián. Prendí mi sable con la mayor de las convicciones y enseguida comenzó la pelea. Partí haciendo en reiteradas ocasiones esferas de la fuerza, pero ninguna lograba asestarle, ya que el Guardián las desviaba sin problemas. De a poco fui ganando confianza y comencé lanzárselas a grandes velocidades, pero aún así era insuficiente. Por lo demás sabia que acercarme a Gios era peligrosísimo, pero no había otra opción…había que tratar de atacarlo de manera más próxima. Fue entonces cuando me lance a atacarle con corte más letales, pero no pasaron ni 3 segundos cuando me lanzo en reiteradas ocasiones golpes de los que si uno me hubiera atinado, la batalla se habría acabado ahí mismo. Logre evadirlos, pero si no hubiera sido por rápida salida, de seguro no habría conseguido escapar a salvo. Fue así como entendí que debía atacarlo de manera rápida, como fuera, pero no dándole tiempo para que el me atacara a mí.
Obviamente esto último fue imposible de que sucediera, pero estuve atento para contener los ataques de Gios…aunque sinceramente siempre supe que se contenía.
-Momento Sabrack – dijo repentinamente con una voz que causaba entre miedo y respeto a la vez.
Temí lo peor…tal vez haber dado mi 100% en la pelea no había sido suficiente. No con aquel Guardián. Cuando derrepente dicto:
-Haz superado la prueba…felicitaciones.
Quería llorar, esta vez de alegría, pero me contuve, después de todo no era cualquier Jedi el que tenia al frente.
-Gracias Guardián Gios, fue un honor haber combatido con usted – le respondí casi gritando.
Acto seguido se retiro. Ahora solo faltaba mi examen teórico, pero en este ya estaba confiado…había aprendido a querer, comprender y tratar de aplicar la difícil pero eficaz filosofía Jedi, con todos los conceptos que ello conlleva…estaba a un paso de ser lo que algún día yo y mi hermano nos propusimos…ser un Guardián de la Paz…ser un Jedi.
Bueno eso seria todo...espero tener algo de futuro en esto, ya que la verdad me gusta bastante D:
saludos_
Invitado- Invitado
Re: [Roleo de Ossus] El camino de la Fuerza
Muy bueno Sabrack, sigue haciendo más (:
.Oryx- Mensajes : 1413
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo de Ossus] El camino de la Fuerza
Bien bueno, con unas imágenes se verá mejor.
Vrenomize- Mensajes : 658
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 25
Localización : Venezuela
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